Qué es proyecto sagitario?

Cursos de Iniciación a la astronomía.

Didáctica astronómica. Talleres de Ciencia.

Charlas, cursos, campamentos, observaciones grupales.

viernes, 27 de abril de 2012

Cielo Joven práctica 3º


         Cielo joven.
         Proyecto sagitario.
         TP3/1

            El cielo estrellado.
            En la antigüedad los pueblos vivían sin luces eléctricas. Las aldeas y ciudades solo disponían de la luz del sol y del resplandor de las hogueras.
Estos hombres y mujeres sí que miraban el cielo. Las estrellas brillaban en lo alto. Era muy común salir a charlar de noche pues el ojo, cuando no percibe luces, puede ver muy bien en la oscuridad.
La débil luz de la vía Láctea es suficiente para guiarse. Además, en las noches puras podía verse un resplandor que alumbraba desde el sitio en que el sol se había ocultado, o desde el lugar en que el sol iba a levantarse en las mañanas. Esto se conoce como Luz zodiacal, es el resplandor del polvo cósmico, del polvo que hay disperso en el sistema solar, iluminado por un sol que no vemos. En esta época, solo es visible en los desiertos.
            En la antigüedad sentían al cielo como algo propio y cercano; podían ver muy bien el modo en que las estrellas se mueven por el cielo.
Entre otras cosas, pronto notaron que la mayoría de ellas se movía en bloque, como si estuvieran quietas, pegadas a un techo redondo y corredizo. “Pegadas a una esfera de cristal” dijo el señor Aristóteles, un famoso filósofo de la época.
Y en parte es cierto, las estrellas se mueven casi todas juntas; surgen del horizonte, se alzan hacia el Norte (en el Sur) y descienden hacia el Oeste.
Este modo de girar es muy curioso. No todas las estrellas se mueven así, solo la mayoría (mirando desde Cañada de Gómez).
Hay estrellas que no se alzan nunca del horizonte; ya están allí arriba cuando anochece, cerca del polo sur, y allí se quedan toda la noche. Ellas nunca se ocultan, nunca se acuestan. Ellas giran en el cielo, dan vueltas en torno de un centro invisible, sin jamás esconderse. Son las llamadas estrellas circumpolares. El nombre parece difícil pero solo quiere decir que circundan el polo, es decir, que le dan círculos, que le dan vueltas al polo. Pero, ¿y qué es el polo? El polo es el centro de giro del cielo. Es invisible, es imaginario. Porque en realidad…

El giro del cielo.
El secreto que explica el que unas suban desde el horizonte y otras no, es el siguiente: no son ellas las que se mueven sobre nuestras cabezas, somos nosotros los que giramos en redondo. Nuestro movimiento de giro (el día y la noche, la rotación) hace que creamos que son ellas las que giran en sentido contrario.

¿Y por qué ellas giran saliendo unas y no las otras? ¿Por qué solo unas salen y las otras están siempre?

Hay estrellas que se ven todo el año y toda la noche en el cielo, y hay estrellas que no se ven durante toda la noche. Solo se ven en cierta época. Por ejemplo, la cruz del sur se ve todo el año en el sur argentino, y las Tres Marías solo se ven hacia el Este en navidad. Luego, en abril ya están ocultándose por el Oeste cuando cae la noche.

Ruedas de bicicleta.
Lo que ocurre puede explicarse así:
Imagina que tu observas una rueda de bicicleta desde arriba de la mesa de la cocina. La mesa es tu piso, el lugar desde dónde estás parado mirando el cielo. La mesa es tu horizonte, tu horizonte de observador.

Desde la mesa de la cocina mirás el cielo. Pero el cielo -imagina- es una rueda de bicicleta. Una rueda de bicicleta que está algo oculta; una parte de ella está hundida bajo la mesa; un tercio, digamos. Solo queda a la vista el eje de la rueda y la parte superior. La rueda gira y de la cubierta de la rueda solo ves las zonas que suben y bajan. Permanentemente, hay partes de cubierta de la rueda que quedan debajo del borde de la mesa, del horizonte, y que son invisibles para ti. Pero el eje de giro está siempre a la vista; al piñón lo ves girar toda la noche, siempre está ahí.

Esas estrellas, las que estarían en la zona del piñón, nunca se ocultarán por debajo de la mesa. Así, ves que las estrellas que nacen del horizonte son parte de toda una rueda de estrellas fijas que solo han estado ocultas mientras giraban por debajo del horizonte. Las otras, las estrellas que están muy cerca del centro de giro, el piñón o el polo sur, como mas te guste, allí están, siempre presentes. Las estrellas que son invisibles en las noches están en el cielo junto con el sol, están durante el día. Por eso son invisibles.

El cielo parece una rueda, pero lo parece porque es el que observa, parado sobre la tierra la que se mueve como una rueda.

Ángulos celestes.
El movimiento del cielo es circular.
Todo movimiento de círculo se mide con ángulos.
El ángulo es una cantidad (una magnitud) que sirve para medir los movimientos que se dan en forma de círculo.
Los ángulos miden el movimiento de un cuerpo que gira, sin tener en cuenta cuánto se mueve ese cuerpo. Por ejemplo:
El pico de la rueda de bicicleta, cuando la rueda da una vuelta completa, decimos que se ha movido un ángulo completo, un ángulo de 360º, un círculo.
Aquí todos decimos: dio una vuelta completa, nunca decimos: se movió un metro o 60 centímetros.
No, decimos: se ha movido un ángulo de 360º, una vuelta completa¡¡¡

El ángulo completo, el de 360º es un invento que hemos copiado del cielo.
El cielo, las estrellas de la noche, cambian cada día su posición. Si te fijás con cuidado, cada noche las estrellas se mueven hacia el oeste. Elegí una cualquiera, seguila durante un año entero, verás que habrá vuelto a su sitio de partida. Habrá dado una vuelta completa, un círculo competo.

Esta vuelta completa, el cielo la da en 365 días y noches (y un poquito más). La cuenta no da justo, no da una medida exacta: no da, por ejemplo 365 noches. Es una lástima, el cielo no quiere coincidir con los números.
Por esto, los antiguos científicos dijeron:
“Que el cielo se deje de embromar, cómo vamos a inventar un círculo de 365º (y un poco más), eso es un disparate¡¡¡ Inventemos un círculo más cómodo. Inventemos un círculo de… 360º”.
”Bravo, bravo”, exclamaron los hinchas en la tribuna.


Así fue como los Babilonios inventaron un círculo o un ángulo cerrado de 360º.
Un número super cómodo para poder dividirlo por 2, por 3, por 4, por 5, por 6, por 8, por 9, por 10, por 12. Buenísimo. Todavía se puede dividir por más números, a ver cuántos encuentras.

            
TP3/2

Ángulos y días.
El cielo cambia cada día. ¿Por qué?
Porque la tierra gira también alrededor del sol.
En su vuelta llamada año (traslación), el sol se mueve, avanza, se desplaza por el universo. Así, cada noche, miramos hacia una región del espacio que es distinta.

Volvamos al ejemplo de la mesa.
Piensa ahora en un trompo que gira sobre la mesa de la cocina.
Pon en el centro de la mesa una lámpara como si fuera el sol (el cielo estaría formado por las paredes de la habitación).
Los habitantes que viven sobre el trompo no pueden mirar la pared que está detrás del sol porque su brillo la oculta. Solo pueden mirar la pared que está del lado de atrás del trompo, es decir, del lado que no está la lámpara, del lado en que es de noche.

Esa noche una pared queda a la vista -pongamos que sea la pared de la mesada. Pero el trompo sigue girando y moviéndose alrededor de la lámpara. Así, la próxima noche, el trompo ya se ha movido de lugar; la pared que ahora se ve es un poco distinta.
Cada tres meses del año, cada estación, la pared cambia completamente pues el trompo se toma tres meses para ir de un lado de la mesa a otro, mostrando distintas paredes, y así hasta que vuelva al lugar anterior, un año después.
Se habrá cumplido un año, una traslación.
En el viaje habremos visto las cuatro paredes. Un poquito de ellas cada noche.

Un giro desigual, el avance de la noche.
Entonces, ¿cuánto cambia el cielo cada noche?
Bueno, la cuenta es muy fácil. Si la traslación del año forma un círculo completo, gracias al capricho de los babilonios mide 360º.
Si damos una vuelta cada año, 360º por año, y un año tiene 365 días y noches, el cielo cambia… ¡casi un grado por día!
Hagamos la cuenta:
360º / 365 ds = 0,98 grados y chirolas.
El cielo cambia casi un grado entre noche y noche:
Es decir, una estrella se mueve un grado de noche en noche.
Si marco una referencia a una estrella brillante, y luego vuelvo a medir a la noche siguiente, podré ver que esa estrella se ha movido hacia el oeste casi un grado de ángulo. Casi un grado de los 360 que tiene el círculo completo del año.

Figuras consteladas.
Pero ¿con respecto a qué puedo medir el paso de las estrellas?
¿Puedo medirlas con respecto a un árbol?, Sí.
¿A una casa?, Sí.
¿Puedo medir les estrellas con respecto al sol?

Los antiguos se dieron cuenta muy pronto de algo increíble: decir que las estrellas cambian un poco cada noche, es lo mismo que decir que el sol cambia un poco cada día.
Es decir, el sol se mueve por el cielo un poquito cada día.
Se mueve con respecto a las estrellas.
Y lo hace en sentido contrario a ellas.
Es decir, el sol se mueve hacia el Este todos los días un poco, casi un grado.
Si medís con qué estrellas nace el día, pronto verás que estas cambian todas las mañanas. Este es el origen de los signos del zoodíaco.

Figuras de animales.
En las primeras tribus, los hombres que miraban el cielo comenzaron a dibujar las estrellas que acompañaban al sol cada mañana. Esas estrellas fueron unidas entre sí con líneas que formaban figuras, por lo general de animales. Los animales eran muy importantes para ellos, les daban la carne, la leche, los cueros. Fíjense. El toro, la cabra, los peces, etc.

¿Por qué los antiguos unieron a las estrellas formando figuras?
Muy simple: es mucho más fácil recordar un dibujo de algo conocido como un perro (Sirio), que recordar cuatro o cinco estrellas sueltas (Mirzam, Adhara, Aludra, Furud y Sirius, son las estrellas más brillantes de las que forman el perro del cielo llamado Sirio). Del mismo modo, para recordar palabras conviene agruparlas en una frase y recordar luego la frase entera en lugar de cada una de sus integrantes. Estas son reglas básicas de la técnica de la memoria.

También hubo un hombre y una mujer en el zoodíaco: el aguatero y la virgen.
El aguatero (acuario) traía eso tan importante; la virgen (virgo) representaba el eterno resurgir de la madre naturaleza.

Las figuras son doce y al cabo de un año se repiten, porque se continúan unas a otras formando una rueda.
Las primeras constelaciones fueron aquellas por las que camina el sol durante el año. Por estas razones le pusieron a esta rueda de constelaciones el nombre Zoodíaco, porque es un disco de seres vivos: zoo quiere decir animal, ser vivo; díaco, disco, días (los días forman un disco por dan una vuelta completa).

El sol amanece cada mañana acompañado por distintas estrellas. Poco a poco se mueve a través de esas constelaciones, día tras día, alejándose siempre, retrocediendo, como huyendo hacia atrás en busca de otra casa del cielo, de otra constelación.

Cuando uno nacía en aquellas épocas, los hombres que miraban el cielo se fijaban en qué casa del zoodíaco se encontraba el sol, y listo, te decían que tu eras de ese signo.

Los signos son doce, es decir, cada treinta días aproximados el sol cambia de compañía en las mañanas. Si hoy amanece el sol en sagitario, dentro de un mes estará en Capricornio, en el signo que le sigue, pues el sol retrocede eternamente.

¿Por qué retrocede el sol cada mañana?
Pues facilísimo¡¡ el sol retrocede contra las estrellas lejanas porque la tierra es la que lo rodea, es la tierra la que se mueve en el sentido contrario al que parece retroceder el sol. La tierra avanza hacia el oeste y de este modo parece que el sol retrocediera contra las estrellas que están detrás.

Hagamos un experimento. Que se paren en ronda 12 chicos, cada chico será una constelación de estrellas. En el centro de la ronda que se pare un alumno para hacer las veces de sol, y que a su alrededor viaje otro niño haciendo el papel de la Tierra.
¿Cómo verá ese niño que juega a ser la Tierra, al niño-Sol, contra los chicos de la ronda?
Lo verá ir hacia atrás. Si él chico-tierra corre hacia la izquierda, el chico-sol parecerá ir retrocediendo ante la ronda; es decir, aparentará moverse hacia la derecha.

Reloj de estrellas.
Olvidemos por un momento la verdad, que es difícil y aburrida.
Veamos el cielo como lo vemos con los ojos, como si fuera él el que se mueve. Veremos que a medida que pasa el tiempo las estrellas giran en el cielo.
Pero… ¿no hay aquí una clave, una pista fantástica para medir el tiempo?
Por supuesto. El cielo sirve para medir e tiempo, porque el hombre inventó el tiempo a raíz del giro del cielo.

Repasemos cómo medir las horas del día.
El hombre mide las horas con el movimiento del sol.
Los relojes de sol miden el camino del sol echando sombras sobre un cuadrante o base que está marcada con rayas que son las horas.
Cuando uno dice pasó un día, es porque está midiendo dos sombras mínimas del sol.
Así, en la noche también podemos medir el tiempo pues el cielo sigue moviéndose con la misma velocidad (regularidad) con que lo hace durante el día. Claro que falta el sol para lograr las sombras, pero… tenemos a las estrellas.

Las estrellas no dan sombra, dirás.
No, pero están ahí como clavos de hielo, formando sus figuras, girando en el cielo a medida que pasan las horas.
Entonces… ¿No habrá alguna figura que se vea todo el año, que nos sirva de reloj?
La hay.
¿Cuál es?
La cruz del sur.

La cruz del sur está en el cielo todo el año (mirando desde Cañada de Gómez), gira, da vueltas alrededor del polo celeste, alrededor del centro de giro del cielo.

Si fabrico un reloj cuya manecilla apunte a la cruz del sur, y oriento mi reloj de modo que mire al polo celeste, cada vez que la cruz se mueva, se moverá la manecilla del reloj indicando ese giro, ese giro que es el paso de la noche, es decir, el paso del tiempo.

Con la cruz del sol puedo medir las horas de la noche.
Para fabricar un reloj de estrellas, solo debo fabricar un círculo horario o cuadrante que:
Su base oriente al polo celeste.
Su manecilla apunte a la cruz del sur.
El cuadrante esté dividido en meses y horas de la forma adecuada.

¿Por qué debe ser un círculo este reloj de estrellas?
Porque el cielo gira en redondo, como una rueda de estrellas. Lo que gira como rueda se mide como rueda, con un círculo.

¿Por qué el cuadrante del reloj debe incluir los meses, además de las horas?
Sencillo, ya dijimos que la tierra gira en el cielo sobre sí misma en la rotación que da las horas; pero también gira alrededor de sol en la traslación; así, la situación del cielo (de la cruz del sur) también cambia a medida que pasan los meses. Por esto es preciso que, en el cuadrante que dará las horas de la noche, estén marcados los meses.
Cuando el reloj se oriente hacia el polo, también deberá orientarse hacia el mes en curso. Solo entonces la hora indicada será la correcta.

Curso veloz de telescopios


Para vendedoras desesperadas.
Urgidas por un feliz nacimiento

         Telescopios
Un telescopio es un instrumento óptico, destinado a proveer una magnificación de imágenes.
Una imagen es una cantidad de luz, de diversos colores y tonos.

El telescopio logra la magnificación de las imágenes de los objetos observados, al combinar dos cristales tallados de forma tal que:

1º El llamado Objetivo (cristal tallado que focaliza la luz recibida) concentra la imagen observada en un punto de luz llamado foco, a una distancia tal que, es llamada distancia focal.

2º El llamado Ocular (cristal tallado que reconstruye la imagen focalizada en el plano focal o foco).

La combinación del objetivo y el ocular determina los aumentos o magnificaciones de las imágenes observadas.
Como se ve en las imágenes que siguen, hay dos tipos básicos de telescopios y algunas versiones elaboradas. Para todos vale la relación focal explicada.

Cálculo de magnificación:

 x = D / d                     donde:  x : aumentos o magnificaciones.
                                                           D: distancia focal del objetivo.
                                                           d: distancia focal del ocular.

Así, un telescopio de 900mm de distancia focal, utilizado con un ocular de 20mm logra una magnificación de 45x.
Es decir, el objeto observado se ve cual si estuviese situado a una distancia 45 veces menor a la real.

Para lograr mayores aumentos serán preferibles telescopios de distancias focales importantes; por ejemplo: un telescopio de 900mm de focal logra casi un 30% más de aumentos que un telescopio de 650mm de focal, si ambos equipos son utilizados con un mismo ocular.
Cálculos de magnificación, con un ocular de 10mm de focal:

Teles uno: 900mm/ 10mm= 90x
Teles dos: 650mm/ 10mm= 65x

Si el aficionado quiere observar planetas o luna, el 1º teles será el recomendado.

Apertura del telescopio: razón focal.
El telescopio magnifica imágenes y las imágenes  son luz, solo eso, rayos de luz. Por lo general, poca luz.
De aquí que la apertura del telescopio sea determinante a la hora de lograr imágenes de los lejanos y tenues objetos astronómicos.

Si el aficionado desea observar todos los objetos de cielo, la luna, los planetas (ambos brillantes) y también cúmulos de estrellas y nebulosas (poco brillantes) deberá inclinarse por telescopios de gran apertura.

Una apertura mayor garantiza una mayor percepción de luz. Un telescopio de 90mm de diámetro es un 45% más amplio que uno de 76mm (la fórmula del área de un círculo es π x r²).
Es decir, capta un 45% más de luz. Esta diferencia es substancial cuando observamos nebulosas difusas o cúmulos muy lejanos.

La luz captada se reparte sobre el área de la imagen que creará el ocular. Así, dos telescopios de idéntica apertura, responden distinto de acuerdo con su distancia focal.
Veamos:
El telescopio de mayor distancia focal dará mayor aumento (la imagen lograda seerá mayor); por lo tanto, una idéntica cantidad de luz captada deberá distribuirse sobre  un área mayor que en el telescopio de menor distancia focal.

Esto quiere decir que el telescopio que tenga menor relación apertura / distancia focal será más luminoso.
A esta relación se le llama razón focal, y determina la luminosidad de un telescopio.
Ejemplos:

1º Telescopio de 900mm de distancia focal y 90mm de apertura: Razón focal= 900/90.                      Rf= 10 y se escribe F10.

2º Telescopio de 650mm de distancia focal  y 150mm de apertura: Razón focal: 650/150.                  Rf=5 y se escribe F5.

El 2º telescopio es el doble de luminoso que el 1º.

Clases de telescopios:
Telescopio refractor, llevan lente por objetivo.
Telescopio reflector, llevan espejo por objetivo.
 telescopio catadióptrico, combinan espejo y lentes.


Telescopio refractor:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/f8/Refraktor.png/300px-Refraktor.png

Económico en marcas regulares. Viene en gran variedad de aperturas. Ideal para niños y jóvenes ya que son de construcción muy sólida.

Telescopio Newton:
 http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/f4/Newtontelescope.png/800px-Newtontelescope.png

Económico en grandes aperturas y muy bueno en imágenes. Ideal para el aficionado medio o superior. Delicado en su manejo.

Telescopios catadióptricos:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/b/be/Schmidt-Cassegrain.png/300px-Schmidt-Cassegrain.png

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/3/37/Maksutov-Cassegrain.png/800px-Maksutov-Cassegrain.png

Excelentes en imágenes. Ideales para un observador avanzado. Robustos. Son onerosos.

Monturas.
Hay dos tipos de monturas, las acimutales (az) y las ecuatoriales (eq).

Las monturas acimutales (az) toman el horizonte como base de sus coordenadas o inicio de búsquedas. Son ideales para telescopios de corta distancia focal o para aficionados.

La localización de objetos es muy cómoda con estas monturas, basta posicionarse en el horizonte “debajo” del objeto astronómico y luego levantar (altura) el tubo hasta dar con él.

Un punto en contra es que no son muy cómodas para el seguimiento de los objetos. Se distinguen según su solidez en az1, 2, 3, 4. Vienen monturas az manuales y electrónicas. Las  electrónicas poseen un programa de búsqueda automática, llamado popularmente Go-to (Ir ahí).

Las monturas ecuatoriales (eq) toman por base de coordenadas o inicio de búsqueda al ecuador celeste.

El ecuador celeste es una proyección del ecuador terrestre. Este círculo imaginario muchas veces es difícil de encontrar para observadores niños o mayores sin paciencia.

El correcto manejo de estas monturas requiere práctica y ciertos conocimientos astronómicos. Son ideales para jóvenes entusiastas o adultos con cierto conocimiento o vocación de estudio.
La montura eq es superior en prestación cuando el observador desea seguir objetos astronómicos. Esto es común en observación grupal, estudio y astrofotografía.

Las monturas eq se distinguen según su solidez en eq1, 2, 3, 4, 5, 6.  Un punto en contra es que la búsqueda de objetos es más compleja pues el movimiento de sus ejes no es intuitivo.

Las hay manuales y electrónicas. Las monturas electrónicas incorporan el go-to (sistema de búsqueda y seguimiento automático); son ideales para aficionados u observadores con poco tiempo de dedicación (en 5 minutos están armadas y funcionando correctamente); poco recomendadas para el uso por niños menores.

         Oculares
            Los oculares son lentes y por lo tanto también se catalogan según su distancia focal, y su construcción óptica; de ambas dependerá la calidad de la imagen lograda.

Los oculares plásticos solo pueden satisfacer a un niño sin experiencia observacional. Los oculares de vidrio se clasifican en:
Ramsen, Huyggens y Plossl o Super Plossl (hay más, son más caros y destinados a observadores de gran experiencia).
Los SP son los mejores oculares de gama media.
Recomiendo elegir un telescopio en función de los oculares que provea. Una diferencia de un 20 o 30% en el costo se justifica si provee oculares SP.

El intercambio de oculares (6mm, 10mm, 15mm, 20mm, 25mm, 30mm, 40mm) proveerá diversas magnificaciones a un mismo telescopio. Su variedad es importante y satisfactoria para el observador. Un mismo objeto observado bajo magnificaciones varias muestra aristas diversas y la jornada resulta así muy gratificante.


Por supuesto, es solo un resumen.
Sergio Galarza

sábado, 21 de abril de 2012

Cielos jóvenes despejados en el sur de Santa fe


               Viernes 20 de abril, Cañada de Gómez. Comienza el curso Cielo joven, el nuevo plan de divulgación astronómica de Proyecto sagitario.

         El salón es inmenso, es un galpón acondicionado con todas las mejoras imaginables: calefacción, respiraderos, iluminación, pisos especiales, mesas, sillas, pizarrones, mucho color y color nuevo, recién pintado, un globo terráqueo, proyectores, todo, en fin, lo que puedas querer si lo que quieres es aprender o enseñar, o divertirte.

         Hay veinte niños inscriptos a Cielo joven pero llegan veinticinco, algunos chicos tienen a sus padres como partícipes del curso CIA del pasado año. Antes, con el ajedréz, les enseñaba primero a los pibes y luego, al hacerse estos hombres, a sus hijos; hoy tengo la suerte de enseñar astronomía a los padres y luego a los hijos. Una diversidad apasionante.


         El mundo es muy extraño, muy curioso, tiene verdaderos recovecos por donde se filtra el devenir, el cual se anuda tejiendo un futuro mejor para aquellos qué, por suerte, nomás, fuimos elegidos de la vida, tuvimos casa, gente que nos mimó, educación. Enseguida me surgen los ejemplos políticos, pero voy a seguir un consejo que me dio un gran amigo en la inteligencia de hacerme bien; no voy a hablar de política aquí y el ejemplo lo daré con la educación.


Hace un año la provincia de Santa fe dictó un curso al cual asistí. En un recreo pedí hablarle a las docentes inscriptas para ofrecerles Proyecto sagitario. Una docente de Cañada de Gómez tomó la posta: me llamaron, conocí a Analía Borrull. Allí es dónde la historia hizo un nudo, donde las voluntades se comunican, apoyan y multiplican.


         De mano de Analía dimos dos cursos en el colegio San Antonio de Papua, observamos estrellas y, luego, con la compra de Tuboro, el telescopio Coronado solarmax, observamos el sol.
Luego, el pasado año, con Analía y Fundación Nova, lanzamos CIA, el Curso de Iniciación a la Astronomía. Participaron cuarenta jóvenes y adultos. Al finalizar la temporada se sorteó y entregó un telescopio Hokenn 76/900 con oculares Kellner. Una joya de telescopio, un espejo soberbio. Este año lo continuaremos: se viene CIA II. El dos de mayo lanzamos la segunda parte con nuevos inscriptos. Y aquí nos tienen con Cielo joven.


         Permítanme que me explaye sobre este curso.

Cielo joven es un curso de iniciación astronómica destinado a niños de hasta 14 años de edad. Está escrito en un lenguaje algo más liviano pero no menos estricto. Odio las simplificaciones científicas: lo poco que sé, quiero decirlo como lo sé. De hecho, anoche, con alumnos de 5º, 6º y 7º grado llegamos a mencionar la existencia de 4 fuerzas vectores en el Universo.


Por supuesto, alumnos de esa edad no vieron aun el concepto de átomo por lo cual ambas fuerzas nucleares no fueron explicadas, pero sí mencionamos su existencia, su latencia en el substrato de lo que es. Que sepan lo que vendrá en unos años pues me resulta increíble que se le hable a un niño de la guerra o de un genocidio como el de Hiroshima y que en una clase de física no pueda explicar cómo fue que la ciencia se las arregló para matar de ese modo.


         No se asusten, Cielo joven no es terrorismo sudaca, no ando haciendo bandera de las locuras de Albertito o de don Barakto… tanto.

Volvamos al proyecto en sí.

         Cielo joven se basa en experimentos, en manualidades que le den al niño una certeza comprobable del mundo o espacio que le rodea. Un ejemplo: ¿para qué lado gira la luna, hacia dónde se desplaza? ¿Y la tierra? Sabemos que gira de Oeste a Este, pero, ¿en el espacio, en qué sentido va? ¿Cómo hago para descubrirlo?


Un alumno muy inteligente llamado Bruno, dijo anoche a una compañera: ¡No creas en nada! Le dije, Bruno, mejor que no creer es poner a prueba el objeto de la duda y verificar por vos mismo lo dicho por el maestro.


Porque un maestro que dice no enseña nada y allí radica el fracaso de nuestros sistemas de educación en las escuelas primarias, donde verifico cada año cómo esas mentes limpias, ávidas de conocimiento son conducidas hacia el desánimo y la abulia. Cuando voy a un jardín de infantes, los niños te acribillan a preguntas; cuando voy a un sexto año, una mirada desengañada te barre del frente. Cuando, bien pensado, debiera ser al revés: tengo muchas más preguntas ahora que hace tres años, cuando abrí mi primer libro de astronomía.


En Cielo joven intento que cada chico construya su modo de ver el cielo, de verificar la naturaleza de los fenómenos físicos, de avanzar sobre esa incógnita absoluta que es el cosmos en su relación con las mujeres y los hombres. 
Creo, ahora que lo escribo, que es a mí a quién tanto le interesa saber sobre esa relación, sobre el significado de las miradas humanas, capaces de condolerse por una bella nebulosa planetaria (pienso en la blue planetary (NGC3918), en lo mucho que me gusta) y de no hacerlo por el futuro inmediato de un jovencito que lava coches una noche de invierno, en una esquina cualquiera de la gran ciudad.

http://www.licha.de/photo/ngc3918.jpg

En fin, en cada capítulo o tarde noche en que nos reunamos intentaré transmitir un método de trabajo, un amor por el experimento y la verificación de los hechos.

Anoche hablamos del día y de la noche, del paso de la luna, de por qué la vemos de día, de por qué el sol no es visible de noche (he aquí el grado de azoro que los niños guardan, uno cree que lo enseña todo, ellos te demuestran con una sola pregunta las rajas en el estucado del sistema). Por supuesto, observaremos y haré todo el espamento posible cada vez que demos con el Joyero (NGC4755) 



o con Jaws y su pequeña flecha que mira al sombrero (M104) 


http://www.licha.de/photo/spatz1_m104_3600.jpg



o con Orión (M42 o NGC1976), claro. 













Y ni hablar cómo describiré la excelencia del dios Saturno, el Cronos, el castrador de Urano, edipín del cielo que le amargó la francachela al primer masculino de la historia del todo.



En fin, cielos despejados para los jóvenes del sur.

Sergio Galarza

jueves, 19 de abril de 2012

Cielo joven -primer tomo

Cielo joven
Práctica 1º.
Apoyo teórico

Palabras de bienvenida
Hola, veo que compartimos el gusto por el cielo, la pasión por la observación de los astros, una curiosidad por todo lo que resulta oculto, extraño y lejano.
Pero el cielo, por más que lo parezca, no es extraño porque de él venimos, no es lejano porque en él estamos, y muy rápido deja de ser oculto o misterioso pues con nuestros telescopios le miramos hasta las piedritas de polvo que pueda tener en el ojo.
         El cielo es nuestro, es de todos, es la patria de todos, dijo el poeta cubano Martí.
         Todos podemos y debemos disfrutarlo. A veces lo hacemos como si fuera un cohete de navidad, una estrellita que brilla y rápido se apaga. Otras, lo disfrutamos con sorpresa al ver en un ocular los cráteres de la luna o el hermoso planeta saturno.
En este curso intentaré que disfrutes de él también con la mente, con el saber, con el gusto que nos da ganar una partida de ajedrez o resolver un problema de matemáticas. En este curso observaremos el cielo, pero también trataremos de entenderlo y conocerlo.
Para ello haremos algunos móviles y pequeños experimentos científicos. Deberás levantarte temprano y acostarte tarde; deberás esforzarte. La astronomía, como el amor, no es para los vagos de corazón. Pero te prometo un premio: el premio de mirar una estrella cualquiera y saber de qué está hecha, que edad tiene, hacia dónde va, cuánto pueda aun vivir.

Muchas veces miro el cielo y veo esas luces que voy conociendo de a poco. Entonces me siento acompañado y querido, me siento también un poquito más rico pues voy aprendiendo cosas que me desconocía.

Por último, antes de comenzar la práctica primera, te digo que quiero divertirme, quiero reír a medida que aprenda, y que espero tu ayuda, tus preguntas, tus conocimientos y tus propuestas.
Si estás lista o listo, adelante¡¡¡¡

Sergio Galarza

Imagen en Ha del sol, hoy.

Esfera terrestre:

Los hombres y las mujeres estamos parados en el mundo. Desde aquí miramos el cielo que nos rodea . Como vamos a mirar -y como mirar depende un poco de lo que miramos y otro poco del lugar desde dónde miramos (ya que no es lo mismo mirar una hormiga acostado en el suelo, que mirar esa hormiga desde arriba de una escalera)- vamos a pensar en la forma de nuestro mirador: la Tierra.
La tierra es una pelota. Aunque los científicos no usan esa palabra; los científicos dicen: la Tierra es una esfera.
Bien, una esfera es una pelota, una naranja, una bola. Pero no es un huevo, como dicen que dijo Colón ante la reina de España, antes de venir a América. La diferencia de formas entre una esfera o una pelota y un huevo es ……………………………..

La esfera se mide con círculos, porque sus paredes son curvas. Sería una tontería medir la pared de una esfera con una recta, con una línea recta. La recta va derecho, no dobla nunca. La pared de una naranja siempre dobla, siempre está doblándose, torciéndose hacia abajo, hacia el otro lado. Si camino arriba de una esfera siempre vuelvo al lugar de dónde salí. Si camino sobre una recta nunca vuelvo al lugar de dónde salí. Esta es la mayor diferencia entre ambos caminos, la recta y la curva. Hay un libro super aburrido escrito hace 2000 años que cuenta todo esto. El libro se llama Los elementos y lo escribió un hombre que se vestía con sábanas (estaba medio loco, creo).
Don Euclides -así se llamaba ese señor- escribió su libro para contar cómo son y cómo se portan las líneas rectas. Euclides no estudió las esferas, parece que no le divertían. El estaba chocho con el plano donde dibujaba rectas y curvas, pero nunca salía del plano. Es muy piola trabajar siempre en un pizarrón, no pasas frío ni calor. ¡Aunque salir afuera también es hermoso!
Imaginá un maestro vestido con una sábana dibujando sobre el pizarrón. Podría dibujar rectas para acá y rectas para allá, podría dibujar curvas chicas y curvas grandes. Pero no podría dibujar nunca una esfera pues la esfera es una curva que sale del pizarrón, es una pelota, y la pelota tiene volumen; el plano del pizarrón no. Por eso se llama plano, bueno.

Vamos a usar sobre la esfera unas curvas para medirla.

Estas son las principales curvas que usamos par medir la superficie de la esfera de la Tierra.
Fijate que se usa una sola recta para marcar el eje sobre el cual -como sabemos- gira la Tierra dando vueltas en el cielo. Pero esa recta no mide la esfera, ojo.

Las curvas llevan los siguientes nombres:
Ecuador: Mide el círculo mayor, perpendicular al eje de giro.
Meridiano: mide los círculos mayores en el sentido del eje de giro. Es decir, de sur a norte (el sur en realidad está arriba, ojo).
Paralelo: mide los círculos que van del ecuador a los polos. Son cada vez menores, más chicos a medida que se acercan a los polos.

Para medir la tierra se usan los círculos nombrados, los meridianos y los paralelos. El ecuador sería el paralelo mayor. Los meridianos son más democráticos, son todos iguales. Cuando los círculos se usan cómo medida geográfica, es cuando se meten los científicos a embromar y le cambian los nombres:
A una medida de meridiano sobre el ecuador se le llama Longitud geográfica. El meridiano cero o primero es el meridiano que pasa por una ciudad de Inglaterra, llamada Greenwich. El meridiano cero podría ser cualquier otro, se usa este porque los ingleses nos tenían dominados y no nos dejaron usar una ciudad nuestra. Ahora ya está, todos dicen: el meridiano cero es el de Greenwich.

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Pero esto es un plano, y estamos hablando de esferas, de pelotas. Veamos el meridiano cero en una esfera terrestre.

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Así es como se ve una esfera medida por meridianos, el cero pasa por Greenwich y luego se mide uno, dos, tres, etc.

Las horas del día… y de la noche
A los meridianos se los usa para medir las horas, ya que ellos son iluminados por el sol en forma escalonada, a medida que la tierra gira y se pone de cara al astro.

Como los babilonios dijeron –hace 4000 años- “el día tiene que tener 24 horas, amigos¡¡” se logró la siguiente figura que marca las horas.

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Una vuelta de la Tierra sobre sí misma es un círculo.
El círculo tiene 360º de ángulo.
Si las horas son 24… por comodidad cada hora del día abarca:

360º / 24 = 15º

15º de longitud es una hora civil. Civil quiere decir social, estas son horas inventadas por la sociedad.

Es decir, cada 15º de Tierra, una hora civil del día. A esto se le llama husos horarios. El primer uso horario arranca en el meridiano cero de Greenwich.
Las horas aumentan hacia el este y merman hacia el oeste.
¿Por que? 
Porque la tierra gira de oeste a este. Así, el sol siempre nace del este, siempre la mañana viene por el este y por allí aumentan las horas del día. por el contrario, el oeste viene rotando, esas horas con respecto a las de Greenwich son siempre menores.

Latitud y longitud
Cuando medimos la Tierra sobre los meridianos, decimos que se mide la Latitud. 
La latitud cero es el ecuador. Luego, la latitud se mide en sentido norte (hacia el polo norte) y sentido sur (hacia el polo sur).
Las medidas en latitud norte se escriben positivas, ejemplo:
Latitud 40º, significa 40ºN.
Las medidas en latitud sur se escriben negativas, ejemplo:
Latitud -40º, significa  40º S.

Cuando se quiere encontrar un punto sobre la tierra se usan ambas medidas, la longitud y la latitud.

         Coordenadas celestes:
  
Hay un sistema de medida del cielo muy básico y solo se enseña para medidas a las apuradas, cuando uno está en casa, o de viaje. 

Se llama Sistema Altacimutal porque usa dos coordenadas llamadas coordenada altura, que mide la altura de un astro, esta altura es un arco que va desde el horizonte (el horizonte del observador) a él -en apariencia ; 
la coordenada acimut se mide sobre el horizonte, desde el sur hacia el oeste (en nuestro hemisferio sur), hasta llegar al punto desde donde se mide la altura del astro observado .
         El acimut y la altura (h) se miden en grados de ángulo. 
        El oeste está a 90º de acimut, el norte está situado a 180º de acimut, el este está situado a 270º de acimut. El polo sur terrestre marca el 0º de acimut.


Coordenadas celestes II
       Como nuestro mundo gira de oeste a este, vemos al sol y a las estrellas girar en sentido contrario, es decir, de este a oeste. Ya lo sabemos del cole, si quiero saber donde está el este, miro hacia donde sale el sol. el sol sale por el este porque es la tierra la que gira rápidamente (aunque no lo notemos) desde el oeste hacia el este.

         Además, como nuestro mundo es una pelota, vemos los horizontes como límites de lo que desaparece hacia abajo, como las curvas que miden una naranja, una esfera. 
        Cuando el cielo gira sobre nosotros, vemos que las estrellas o el sol nacen por debajo del horizonte este, giran sobre nosotros y se ocultan por el oeste. Es decir, vemos el cielo como si fuera una esfera, solo porque nosotros estamos parados sobre una esfera. Así como una hormiga se ve bien nítida si nos acostamos en el piso y luego apenas si la vemos como un punto si la miramos desde arriba de una escalera, así nosotros vemos el cielo girar en redondo porque miramos desde una pelota que da vueltas. Es por eso que, cuando medimos el cielo, lo medimos igual que como medimos la tierra. Con curvas, con meridianos y paralelos.
         Lo que han hecho los científicos para hacer las cosas difíciles es cambiar el nombre a esas curvas: las medidas dobles siempre se llaman coordenadas (Co, porque cooperan; ordenadas, porque son números ordenados -1,2,3,4,etc.-).

A la coordenada que mide la latitud celeste se le llama declinación y se escribe: δ (delta. 4º letra griega).

La coordenada que mide la longitud celeste se llama ángulo horario  y se escribe α (alfa, 1º letra griega).
      

         El fotograma que sigue demuestra la ubicación del polo celeste, y, como la toma es de larga exposición, el trazo de las estrellas demuestra el giro aparente del cielo sobre nuestras cabezas, producido por el giro en sentido contrario de nuestro planeta.

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miércoles, 18 de abril de 2012

Mes de la Astronomía en Bigand, las imágenes¡¡¡¡

Anoche tuvimos una clase sobre relojes de sol en la Plaza Centenario. Recordamos a los Babilonios, creadores de la división de lo que creemos un día en 24 horas de 60 minutos cada una. Ellos mismos utilizaron el círculo de 360 grados, ya que dicho número es el que más submúltiplos incluye, próximo a los 365 y fracción que arroja la realidad. La ventaja de usar un  círculo de 360º y no de 365 es que en las matemáticas tradicionales puede dividirse fácilmente. Si eligiéramos un círculo que represente la realidad, nuestras matemáticas estarían al alcance de Arquímedes, Gauss y otros chicos como estos.
Pero basta de zonzeras, pasemos a la fotos de los chicos que anoche disfrutaron del cielo en Bigand¡¡¡¡¡¡¡