Qué es proyecto sagitario?

Cursos de Iniciación a la astronomía.

Didáctica astronómica. Talleres de Ciencia.

Charlas, cursos, campamentos, observaciones grupales.

jueves, 31 de octubre de 2013

SECTeI declara de interés actividades de PS




Gracias SECTeI. Siempre trabajaré para merecer su apoyo.

¡Poyejali! (¡Vámonos!)

¡Poyejali! (¡Vámonos!)


¡Vámonos! Dijo Yuri, y toneladas de combustible lo llevaron al cielo.
http://www.spacefacts.de/graph/drawing/drawings/vostok-1_launch.jpg


¿Cuántos de nosotros ha visto la Tierra? ¿Cuántos la leve curvatura? ¿Cuántos el nítido azul desdibujarse en el espacio absoluto?

El primer hombre que vio la Tierra desde el cielo fue Gagarin, héroe ruso. Yuri trepó a la estratosfera y desde allá dijo:

¡Es hermosa, cuídenla, no la destruyan!

Ascendió en un cohete Vostok, orbitó el planeta y cayó en paracaídas a solo 110 kilómetros de dónde debía hacerlo.
Una campesina lo vio caer, se acercó con su nieta, le preguntó:

¿Usted viene del cielo?
Ciertamente, Sí -dijo Yuri- pero tranquilícese, soy ruso.

Entonces corría el año 1961 y el hecho fue una verdadera proeza. De hecho, la nave estuvo a punto de desintegrarse durante el reingreso a la atmósfera.

Hoy, un par de millonarios ofrece realizar tal ascenso como actividad turística. Si dispones de 250.000 verdes podés comprar tu boleto para pasear. Esta rara propuesta se suma al reality que se promocionó acerca de Marte. Tal empresa era falsa y solo pretendía generar un comercio espurio. Un viaje tripulado al planeta de la Guerra aun es inviable, lo haremos en el por venir. Pero un ascenso a la estratosfera es posible. De hecho, un millonario ruso pagó unos cuantos millones para que lo varearan un tanto más alto, y -hace poco- permitieron a un deportista saltar desde 39.000 km de altitud. Este cayó durante cuatro minutos, rompió la barrera del sonido durante la caída. Me pregunto ¿para qué, para qué hizo eso?

La estratosfera es una región intermedia de la atmósfera de nuestro planeta. Se la sitúa entre los 10 y 50 kilómetros de altitud. A semejante altura de la superficie terrestre, la curvatura del planeta es notoria y el color azul característico de nuestro cielo ha quedado atrás. Los gases existentes no tienen la densidad necesaria como para dispersar luz solar.

¿Por qué los gases atmosféricos merman en tanto ascendemos? La razón es que por cada unidad de distancia que nos alejamos del núcleo planetario la atracción gravitatoria disminuye en cuatro; luego,  la fuerza de gravedad no es suficiente para retener las moléculas que forman la atmósfera y por ello están circunscritas a determinada altura. Nuestro satélite –vaya como ejemplo- genera atmósfera a cada instante por interacción de sus átomos con las emisiones solares. Sin embargo, así como esta se crea, así se pierde por la gravedad insuficiente.

Yuri Gagarin, el héroe del pueblo, el don Juan, el borracho, el trabajador socialista que murió a los 35 años -¡tan justo él, que tocó el cielo con las manos, literalmente!- realizó su epopeya para estudio de las consecuencias de la ingravidez sobre el cuerpo humano. Ese viaje permitió los que le siguieron.

La empresa turística que promociona el ascenso especula sin embargo con otros valores: desarrollos científicos actuales; el espectáculo prodigioso; la banalidad de algunos.

El ascenso no es juego ni debiera ser tomado como un paseo. De allí surgirán próximos tours a la Luna y pronto algo tan hermoso como el cielo se llenará de burgueses que mirarán lo creado a su alrededor con displicencia, lo harán a través del lente de una cámara. Tal sucede frente a las ballenas, los glaciares y, en cualquier domicilio, donde los padres se concentran más en filmar el cumpleaños de sus hijos que en disfrutar el momento al abrazarlos.

Así, los invito: ¡Vámonos! Observemos el hermoso cielo, disfrutemos de su color y sus contrastes, de los ocasos tornasolados, de las bellas constelaciones y de las estrellas fugaces.

Pidamos entonces un deseo colectivo: 
¡Qué bello es el cielo! ¡Cuídenlo, no lo destruyan!

miércoles, 30 de octubre de 2013

Festejo con Champán

Festejo con Champán

Ayer fue un gran día, un día que no olvidaré porque creo que marca un punto de inflexión.
En lo personal, recibí la noticia de que la SECTeI ha declarado de su interés las actividades de Proyecto Sagitario para el período 2013
El proyecto presentado consiste en cursos sobre Luna y Sol destinados a colegios públicos secundarios y primarios. 
Llevaré a las escuelas que lo deseen talleres sobre observación solar, relojes de sol, estructura solar, energía, espectros y contaminación lumínica. 
El taller sobre Luna incluye observación, naturaleza, fases e historia de su observación telescópica. 
Tendré el libro de Galileo a la par y mostraré de qué modo el sabio indagó sobre ella, cómo midió sus montañas y demás accidentes.

Hay un tercer taller cuya esencia he incluido arriba pero en realidad es independiente de los demás; se trata del ya realizado Espectros en la Noche, está en google drive para descarga gratuita.

Espectros en la Noche fue desarrollado durante un número de clases con un 2º año. Los alumnos de tal ciclo participaron en diversas charlas explicativas, vieron fórmulas y modelos, analizaron luminarias y artefactos y compartieron un campamento astronómico en la planta La Estrella, de Bigand. 
Este fue el piloto, la prueba que hoy ofrezco a todos los colegios de Santa fe. 

Espectros en la Noche fue presentado en la Feria de Ciencias de la región, allí fue preseleccionada con un puntaje 7 y luego quedó detrás de mejores propuestas. Lo meritorio del trabajo es que fue expuesto por cuatro alumnas, dos de las cuales habían repetido 1º año y una tercera, tres. Es decir, trabajamos con alumnos en riesgo de abandono del sistema educativo. 
Recuerdo los primeros días, había entre ellas fuertes diferencias e intolerancias. Pero el trabajo y el estudio propuesto rindió frutos que tomo como las medallas más valiosas de mi vida: estas niñas aprendieron, comprendieron y dieron sus clases, es decir, ellas expusieron el desarrollo del proyecto ante la comisión calificadora, la cual les adjudicó el máximo puntaje, 15 sobre 15 puntos¡¡¡¡ Julio Nardón fue uno de los examinadores y me consta que estaba satisfecho con el desempeño de las chicas. La merma en el puntaje final ha de hallarse en mis errores.

Las chicas expusieron además ante el señor inspector de escuelas secundarias de la provincia, quien las felicitó entusiasmado y recomendó vivamente el Proyecto y su futura difusión.
Este adolece de fallas, las cuales serán pulidas, irá mejorando y se presentará ante un mayor número de escuelas; así hasta que logremos una concientización en pos de controlar la polución lumínica de nuestras localidades.

A la declaración de interés de las actividades de Proyecto sagitario se suma una invitación: el jueves 7 de noviembre presentaré una actividad sobre observación solar ante unos 100 jóvenes y niños partícipes de los muchos talleres de Ciencia que se esparcen por el territorio.  Esta actividad es un desafío y un orgullo para mí. Compartiré mi gusto por el cielo con personas que admiro y extraño pues poco nos vemos por mutuos compromisos. Tal vez tenga la suerte de compartir con Hugo Navone, amigo que querré por siempre, pues me lo brindó todo sin conocerme, casi.

En fin, hay más, fue demasiados buenos sucesos para un solo martes. Ya iré desgajando cosas que ahora no escribo para no aburrir.

Para dar rienda a la alegría por el debido canal, la busarda, mandé una piza al horno previa introducción de un Champán en la nevera. Así, cuando llegó Mimoni destapé una Warsteiner, destapé una Champagne, destapé el horno y... como es ley: ¡un medio martes de fiesta!

martes, 29 de octubre de 2013

El que aquí me trajo

El que aquí me trajo

Para los que disfrutamos el paralelo 33, la Cruz del Sur es circumpolar. Esta figura fue apuntada a los libros españoles por pícaros que hasta aquí treparon con el afán de vivir de arriba. Algún escriba del piloto Magallán apuntó: hay una cruz en el cielo.
Sin embargo, los americanos vieron en ella una figura parecida; vieron una cruz, más no la misma.

Las cuatro estrellas vistas por el español eran instrumento de tortura, las vistas por el amerindio eran símbolo de armonía con el universo: la Chakana.

Cruz contiene uno de los cúmulos más hermosos del cielo, tal vez junto a la Perla y los Patos, aunque M11 no destaca como los otros. Hablo del consabido NGC 4755, el Joyero o el Alhajero, tal la multiplicidad de colores con que se hace visible.
Este cúmulo en forma de cono de helado o A es claro a los ojos desde Casilda, brilla cual una estrella y por eso figura en los mapas del cielo como kappa crucis. 
He pasado las horas mirándole así y asá, con los ojos, los binos, los teles, siempre me deslumbra, me cautiva como una mujer de negros ojos, o de verdes ojos, o de pardos ojos, que en la noche todos los Tychos son bellos.

La Cruz es una manecilla horaria. Más conocido es que puede usarse como brújula. Su palo mayor, de Gacrux a Acrux, apunta al centro de giro aparente del cielo; es decir, apunta al exacto polo sur celeste. El truco es conocido, prolongas la medida de dicho poste 4,5 veces y estás sobre el polo. El norte geográfico surge de la proyección al horizonte de ese punto hallado.

Pero brújula no es manecilla. ¿Por qué dije arriba manecilla? Porque la hora que conocemos, la que surge de los relojes, la vieja y querida hora que rauda escurre cuando disfrutamos y que jamás avanza mientras sufrimos; esa, es hija del período de rotación terrestre. 
Y cómo la rotación terrestre la percibimos por el movimiento aparente del cielo... *

*Comprobamos la rotación terrestre mirando estrellas; si no pudiéramos verlas igual daríamos con esa costumbre inveterada, la de girar, digo, que puede deducirse de la proyección del lento bamboleo de un péndulo sobre la superficie terrestre, como Foucault lo hiciera. 

------------------------------------------------------------------------------

Hay una razón más en mí para sentir devoción por esta área de la noche, la Cruz, su Alhajero, el cúmulo abierto NGC4755, y es que mi padre admiraba ese objeto.
foto gentileza de Sergio Eguivar http://www.baskies.com.ar/index.htm

Algunas noches me lo mostró, primero en sus binoculares, unos 35 por no sé cuántos, muy pocos x. luego en un teles de juguete que su magro presupuesto le permitió adquirir. 
Armaba el telescopio -un refra de cartón 40/600- sobre los pilares de la verja del jardín (ya ven, qué colonizado estoy, poco faltó para que escribiera: la empalizada). El jardín de la casa de mi madre da al sudeste y, en aquellos queridos años, enfrente solo una calle y el campo. 
Poco después supo él entusiasmar a muchos vecinos en la compra de un telescopio machazo, un formidable Hokenn 150/1200 con ocus de 10 y 25mm. El primer telescopio del proyecto que ahora empujo, a quién llamé Pionero. Muchos colaboraron, incluso la Administración Comunal en la persona de Richi Scaglione, hombre afable y querido por todos los vecinos, en especial por mí. 
Recuerdo la caja de cartón marrón en que llegó el equipo, los telgopores y los papeles delicados que envolvían el tubo, la montura, los artefactos entonces misteriosos. Mi padre lo armaba en el patio y desde allí observaban. Él, mis hermanos y hermanas, mi madre, muchos amigos. Yo vivía en otra localidad, acudía poco, con mis hijos chicos, y miraba menos. Una estrella, un cúmulo, nada más. Miraba por compromiso, por no rechazar, y pronto corría a cobijo, al calor de la cocina, y allá quedaba mi viejo, mirando y mirando estrellas, nubes, sueños allá arriba.

No pocas tardes y noches, si un evento lo justificaba, hacía correr la voz, esta noche en tal o cual camino de campo… Allí acudían los vecinos, los hombres, las mujeres. Y miraban un cometa, o Venus, o Saturno, perfecto a 150x corriendo en el ocus. Tanto fue así que, una tarde, mientras asistía yo a un curso NASE en Rosario, un expositor del Observatorio Municipal, que no me conocía, me dijo: Bigand...en Bigand hay un tipo que tiene un telescopio, lo lleva a los caminos de campo, la gente va y mira.

Mi padre siempre tuvo su genio, no era fácil hablar con él. Mi amigo Daniel Fontano diría que tengo a quién salir. Si alguien se interponía en la visión de un astro muy bajo… uy, había que oírle.

Nunca imaginé qué tanto sabía, pero era mucho, vivía leyendo. Mi viejo fue de esos tipos que te agarran un broli por la tapa y lo dejan en la contratapa. Es fama que había leído varias veces los cinco tomos de la Enciclopedia Británica, cuyas hojas me recuerdan siempre al Libro de Arena, de Borges.

Esto que sigue lo conté muchas veces, hasta a mí me resulta repetido; nunca pesado porque es la tierra de dónde me formé. los libros son la arcilla divina que da vida a ciertas personas.

Mi padre tenía un libro maravilloso, Introducción a la Astronomía, de Cecilia Payne Gaposchkin. El libro, de tan leído estaba roto, de modo que lo había re encuadernado. Lo llamo El Libro de Tapas Rojas.

Este texto me fue regalado cuando nada o casi nada había leído sobre astronomía. 
Mi viejo estaba siendo devorado por el cáncer, su piel bailaba o pendía de las costillas y su papada era un fleco o bandera anunciando muerte. 
¿Estaba él en la cama? ¿En la cocina? No recuerdo bien. Recuerdo que me dijo, Tomá, Sergio, te lo regalo, vos harás mejor uso de él, y me lo dio en la mano, como se dan las cosas de valor, de sentimiento. 
Lo recibí en silencio, con unción, con el verdadero respeto que siente un agnóstico por los gestos, por la vida, en la convicción de que nada se repetirá nunca.

Recibí el libro de Tapas Rojas y lo leí apenas, pues me siento sacrílego al hacerlo. Aún venero esas hojas transitadas por mi padre tantos días, tardes, noches. Porque vivía leyendo. 
Por suerte, en una tienda de usados, hace un año encontré  una copia. Cuarenta y cinco pesos pagué por ella. A este libro sí puedo leerlo. Qué extraña es la mente.


Cuando al fin su cuerpo libró a mi papá de los dolores, la mañana de setiembre en que murió, ya le había anunciado la creación del taller de astronomía de la Comuna de Bigand, el cual lleva su nombre. 

Seis meses después creé Proyecto sagitario y salí a las rutas de mi provincia a enseñar astronomía. 

Sin saber, sin estudiar en colegio alguno. leyendo una nota o libro cada día. 
Maestras y directores me preguntan sin cansancio: ¿Señor, usted qué sabe? ¿Qué estudió? ¿Cómo lo presento?
A ellos les digo: Nada, no estudié nada, no soy maestro, ni profesor, mucho menos físico o astrónomo, como bien saben, pero a mi lado todos observan y disfrutan el cielo. Los niños, los pobres, los ricos que no se permiten tal gasto, los jóvenes, los adultos, los ancianos, todos los que se cruzan conmigo disfrutan del cielo, y lo hacen por medio de las más estupendas ópticas, las más cualificadas por las que jamás nadie haya soñado mirar.

Van cuatro años de trabajo, cuatro años de armar y desarmar teles en plazas, escuelas, pueblos, riberas, playas, valles. Siempre bajo la Cruz, bajo la querida Chakana, símbolo que nos une al Cosmos.

Llevo por los caminos de Shergiud al Pequeño Juan, mi fiel Cata de doce pulgadas, y guardo un Alhajero oculto bajo el sayo.

Si un bribón acecha, le entrego una gema; si un niño llora, le regalo un destello; si una mujer escucha, le bajo una estrella azul.

Solo me detendrá el próximo o lejano encuentro con el que hasta aquí me trajo, mi querido Viejo.

Plazas Astronómicas - Rufino

Plazas Astronómicas– 
Rufino. 28 10 2013.

Noches Galileanas en Rufino me deparó una alegría muy grande.
Apenas llegué me recibió la directora del colegio donde se desarrollaría la actividad, junto a Delia Dagotto, una amiga que sumé a partir de este universo, esta singularidad que representa difundir astronomía.
Si ver gente amiga ya es reconfortante, imaginen mi alma a raíz de lo que sigue: entro al colegio, acomodo cuatro cosas, y cuando estaba montando el banner de Noches Galileanas, se me acerca un hombre, cordial y respetuoso; me dice: Señor, mi hija quiere estudiar astronomía, ¿usted puede decirme dónde debe ir? La hija había participado en dos actividades anteriores de Proyecto sagitario. Es alumna de 4º año de dicho establecimiento. Había ella observado el sol y diversos astros de la noche durante setiembre pasado. Fueron esas dos jornadas muy intensas de charla, ejemplos, observaciones y registros astronómicos. Ya  se había declarado afín a nuestra alma, el gusto por el cielo. Ahora me pedían asesoramiento directo para decidir una carrera futura.


Creo haber entrado a este mundo por una gran excusa: una promesa a la memoria de mi padre, lograr que algún participante de las actividades de divulgación estudie astronomía, que se reciba de astrónoma, astrónomo.


En carrera tengo al menos una alumna en Bigand, quién dice que no sean dos.  En Rufino he sumado a la tercera. Aquí dejo declarado que haré lo que pueda porque ellas estudien y que al hacerlo cuenten con todas las posibilidades.


La charla de Plazas Astronómicas comenzó a las 1930hs con unos 20 participantes; a las 8 de la noche eran el doble y salimos a una explanada muy cómoda a observar.
El grupo, heterogéneo como el mismo espacio que nos disponíamos a pispiar: amigos y amigas de mi edad y algo mayores; jóvenes estudiantes, futuros profes; alumnos de secundario y primario; vecinos del común.
Comenzamos a observar Venus, quien mostraba un cuarto perfecto y después comprobé que sí, en efecto, casi está en su punto máximo de elongación; es decir, está por doblar –desde nuestra perspectiva, claro, es una metáfora lo que digo- en su camino para mostrar una fase cada vez más fina, puesto que pasará entre el sol y nosotros. En unos meses lo veremos por las mañanas, y no ya en las lindas tardes, brillar vecino a Escorpio, como lo hizo anoche, en que lo separaba un palmo y dedos de Antares.
Miramos luego el cúmulo Tolomeo, y aquí tuvimos una charla muy interesante con un amigo relojero. ¡Haber sabido entonces cual era su facilidad en la vida! Podríamos haber hablado de Hooke, de Huygens y otros vagos que sumaron al desarrollo de la medida temporal, base de nuestros registros, y de la incógnita einsteniana. Antes de irse, este hombre amable y educado, me estrechó la mano y me agradeció con mucho sentimiento la velada vivida.
A él le digo: ¡Gracias, Señor, la pasé muy bien a su lado!

De M7 picamos a M8, para mostrar en vivo uno de los tantos objetos descritos en la charla mediante prolijas fotos del Hubble. La Laguna, pese a ser observada desde la ciudad, mostró su nube y su cúmulo con suavidad y certeza. Creo que todos le vieron y los que no, ya me comprometí a enviarles fotos de tal nebulosa y cumulin.
Después de charlar sobre el centro galáctico, detrás de las nubes moleculares de Sagitario, y de desentrañar cómo fue que los hombres averiguamos su existencia y naturaleza, nos fuimos al otro extremo del cielo y de la evolución cósmica para mirar a destajo el Tucancito, el siempre lindo NGC104, globular de la constelación Tucán.


Mientras la fila iba y venía sobre la explanada en pos del plosll de 26mm inserto en el LX90 de 8 pulgarcitos, le metíamos lengua a todo tipo de divagues: que los neutrinos, que las emisiones infrarrojas, que el ultravioleta y los veranos, que la cámara y su sensibilidad en regiones del espectro no visibles. En fin, diez millones de cosas que a todos interesaba hablar en uno u otro nivel.

Poco giro terrestre después notamos que la Tarántula se asomaba por sobre el techo del colegio; así, le metimos ojo anunciando que sería el objeto más lejano que veríamos esa noche (la gran y pequeña nube no se percibían por la contaminación). Las patas de la araña las vieron unos y otros no, pero el brillo de la nube central fue percibido.

Eran las diez, quedaban minutos, muchos se habían retirado, algunos con frío. Decidí buscar la Sculptor. Le metí goto a la 253 y ¡paf, hoyo en uno! Pero, como bien dice Moni, tan solo se imaginaba su presencia. Piensen en esto: si la 2070 apenas mostraba su núcleo ¿qué podría mostrar una galaxia tan lejana? Allí estaba, sin embargo, su delgada silueta, erguida a esa hora en teles altacimutal. La vi bien, con las estacas que la manean en triángulo sobre ella.


A las 22,30 cargué nafta en quéchatitache y piqué p´al norte para llegar a casa (qué extraño, acostumbrado a decir que vivo en el sur de Santa fe, desde Rufino vivo al norte). Cené en un comedor de ruta, solo, tratando de no ver las mentiras de la tele. Estoy acostumbrado a viajar así, aunque Cristián me ha acompañado en la aventura más loca, la de ir a rada Tilly. A nadie debo arrastrar a esto, que es sin duda una zoncera, válida para dos o tres en toda la provincia, aunque por suerte la SECTeI cree en el proyecto y lo sustenta y difunde.


Cuando viajo hacia las localidades pienso, ¿a dónde voy? ¿A quién encontraré? Muchas noches recorro decenas de kilómetros para llegar a casa. Anoche, por ejemplo, 220 kilómetros de estrellas y luces de autos y camiones que cruzaron a mi lado.


El trecho Rufino Venado lo hice bajo nubes quebradas, por allí asomaba Rigel, por allí Aries entero. A Aldebarám no lo ví entonces.
De Venado a Firmat, poco cielo, y eso que paré dos veces a distenderme. Era medianoche.
De Firmat a Villada es un trecho, como salir de Rosario.
De Villada a Chabás –y me pasó otras veces- algo hay que permite al cielo refulgir de estrellas como no lo hace en el resto del camino. Paré después del puente, el saladillo.
Miré Orión, entrerito; miré la Liebre, Tauro, Aries, las Pléyades y todo lo que allí me clavaba los ojos. El número de estrellas era increíble, el contraste con lo negro igual. Pensé en meter unas tomas pero iba a sonar la una si no me movía un poco.


 La cúpula roja de Casilda me entristeció y alegró a un tiempo. Triste por lo vándalo de la iluminación inútil; alegre porque una vez más llegaba a casa sano.
Moni me había dejado unas empanadas en el formax, destapé un Los Pasos para hacerlas marchar a la buzarda.
Me acosté con libro maravilloso, Asenso Infinito, de David Berlinski, un pequeño lujo que me permití hace poco. 
Justamente, ayer estuve charlando con mi socio el Roger. Era su cumple y me apersoné como se debe. No por nada, hablamos de las virtudes del champagne frío, de los vidrios fully coatead y de la suerte de tener con nosotros a los seres queridos. En un momento de la charla –y les sonará banal pero son asociaciones-  caí en la cuenta de las muchas suertes que tengo en la vida. Entre ellas están los libros... que me han dado tantas alegrías y consuelos.

Sergio Galarza

domingo, 27 de octubre de 2013

Sol demócrata. 27 10 2013


La Dioptra.

La Dioptra

La dioptra * es un instrumento para medida de ángulos en dos planos, horizontal y vertical. La combinación de ambos registros puede ser utilizada con fines arquitectónicos, geográficos y astronómicos.

El ángulo medido sobre el plano imaginario horizontal es llamado acimut (az): Parte del punto origen, determinado por la meridiana** del lugar (el punto sur geográfico para nuestro hemisferio), hasta el punto requerido de lectura. Así, el punto sur geográfico tiene 0º de acimut, y el punto norte geográfico acusa 180º de acimut.

El ángulo medido sobre el plano imaginario vertical es llamado altura (h); parte del horizonte del observador y se eleva hasta el punto requerido. En el caso de observación de estrellas, a la recta sobre la que se registra el astro se le llama visual. La visual es la recta imaginaria que une al observador con el astro.

La posición de estrellas y planetas -o Luna- puede ser registrada en cualquier momento de la jornada observacional mediante estas dos lecturas (siempre que se corrija el punto que se toma por ubicación del astro, ya que algunos muestran un área) . 

El movimiento los astros -o esfera celeste- no sigue los planos mencionados*** por lo que la dioptra es un instrumento primigenio, donde un cardinal y el horizonte del observador son bases u orígenes de las lecturas. 

Es fácil comprender que dos observadores sitos en diversas localidades obtendrán lecturas distintas con este método. Para seguir con fidelidad la trayectoria de las estrellas se inventó luego la Esfera Armilar, la veremos en próxima práctica.


Para construir una dioptra podemos basarnos en su principio de lectura y desarrollar las partes móviles bajo el precepto: ha de ser capaz de leer dos ángulos, perpendiculares entre sí. 

Dicho esto solo propongo una de las muchas formas de fabricarla. La nobleza de los materiales utilizados dependerá de las posibilidades del artesano o grupo de trabajo. 






Por cierto, cada uno de nosotros hemos utilizado una dioptra alguna vez, solo que no lo sabíamos. Sorteo un telescopio Galileo-blues entre aquellos que me digan el artefacto de marras. No vale decir una montura altacimutal o ecuatorial, claro.

* La dioptra era usada en el 300 AC por científicos como Euclides y otros de renombre. Herón de Alejandría escribió un tratado sobre su construcción y usos. Con una dioptra se registraron las posiciones de las estrellas conspicuas, y se realizaron increíbles obras arquitectónicas, tales como túneles que, acometidos por dos grupos de excavadores desde opuestos sitios de una montaña, confluían en un punto interno de la mole.

***Un observador sito en el polo, vería al astro desplazar sobre una altura fija, solo vería modificar el acimut.

Sergio Galarza
Sagitario blues.

sábado, 26 de octubre de 2013

Sol 26

Sol 26 de octubre.
200 iso toma única. 1/50

Plazas Astronómicas en San Francisco: 13 de noviembre.

El día miércoles 13 de noviembre se presenta Plazas Astronómicas en la localidad San Francisco. 
Una de las profesoras que organiza dicha actividad me ha transmitido los interrogantes sobre astronomía de los alumnos de nivel secundario. He tratado de responderlas por medio del siguiente documento que posteo para lectura de todos en espera de correcciones y sugerencias para lograr mayor claridad y precisión en las mismas.

https://docs.google.com/file/d/0B6pnMvERkCxzLTh3S0syRTZwR1k/edit?usp=drive_web

http://www.astronomia2009.es/imagenes/QuinoSol.png

Plazas Astronómicas en Fuentes.

Plazas Astronómicas en Fuentes.
Viernes 25 de octubre de 2013. Escuela EM nº 304



Previa obra de teatro tuvimos una jornada 
Plazas Astronómicas 
en la localidad de Fuentes.
Los asistentes participaron y jugaron a ser estrella, a deducir la evolución cósmica, y a ser alumnos los maestros y viceversa.




La obra trató sobre un juicio a ciertos giros del lenguaje, por ello mi exposición comenzó con el juicio a Galileo Galilei.

Arte juvenil en las paredes del colegio







Paguer sobre la vida de las estrellas.



Breve charla sobre el pensamiento científico, Galileo y el juicio sobre su obra.







Extensa fue la charla y juegos sobre la naturaleza del cosmos, las nubes estelares, la fuerza de gravedad, la alquimia estelar y decenas de temas más. 






Resulta siempre ameno explicar qué fuerzas mantienen una estrella como tal con la participación de los niños, ellos aprenden un ejemplo y de paso se divierten y distraen de tanta palabrería.


El señor Gravedad y el señor Fuerza Nuclear se enfrentan en ese breve lapso de equilibrios que constituye a una estrella.

Los alumnos del primario y secundario que asistieron pidieron más jaleo astronómico; así, es posible que volvamos a Fuentes en breve.