Armamos el telescopio Meade LX90 de 203mm de boca, un lujo con el que cuenta Proyecto Sagitario, en este caso para los vecinos y talleristas de la Comuna homónima.
Este es un equipo superlativo, que ofrece las mejores vistas planetarias, lunares y de objetos tenues, los que nosotros llamamos de espacio profundo, tales como cúmulos galácticos y globulares, nebulosas de emisión u absorción, galaxias y, omitía decirlo, estrellas solitarias o múltiples.
Anoche faltaban unas horas para que la Tierra, que gira sobre su órbita alrededor del sol, se ubicara en una curiosa simetría llamada equinoccio, el cual sucederá hoy. Además, estábamos a poco de una luna nueva y, felices los del norte, un eclipse solar (por supuesto, la luna nueva es cuando Luna ocupa una posición delante a Tierra con respecto al Sol, por el contrario, las lunas llenas son las únicas que pueden situarse de modo tal que ocurra un eclipse lunar, es decir: Sol, Tierra, Luna formando una recta en el espacio.
Comenzamos la movida metiendo ojo sobre Júpiter, el padre de los dioses, el planeta más grande del sistema solar. Su diámetro es 11 veces el de la Tierra, pero su volumen V= 4 π r³/ 3
Todos disfrutamos estas vistas que no lograríamos con ningún otro equipo móvil de la provincia... salvo el Pequeño Juan*, claro, fabuloso teles propiedad de... ¡Proyecto Sagitario! jajajajaja.
¡Qué lindo es poder ofrecer a los demás solo lo mejor de lo mejor! Recuerdo cuando llevé a Mendoza el Ojo de Japeto, el Meade LB de 16" para que lo tuvieran mis amigos, el Migue y el Rodo. Lo compré en mi Óptica storage tan solo para que pudieran escribir el tomo 2 de Exótico Cielo Profundo; se los llevé un par de meses después de adquirido, cuando mi mujer ya me odiaba por ubicar su caja en medio del living. Después lo vendieron, los maulas, no pudieron aguantar un equipo tan grande, tan magnífico. En realidad, casi los obligué a comprarlo. Fue una tontería que me deshiciera de él, debería haberme deshecho de mi esposa... ¡pero ella es la dueña de la casa! jajaja.
Bueno, sobre anoche: Numerosos niños y vecinos fueron yendo y viniendo en derredor del teles. Algunos se quedaban, otros no, claro, cada uno a su juego. Nosotros, firmes, para pescar observers, que de a poco se van entusiasmando.
Después de saciarnos con Jove nos mandamos sobre Orión, la M42. Entre las luces de la plaza se veía un poco desteñida, la nebulosa, por lo que le puse al ota su babero, fabricado con goma eva, se le llama dew shield a ese adminículo, o algo así y si quisiera comprarlo original debiera de tener que vender la chata para conseguir el dinero.
De M42 nos fuimos a la múltiple sigma orionis y de allí a Betelgeuse. Magníficas ambas aunque son cosas muy distintas de valorar.
Por último observamos Carina y el Alhajero, hermosos objetos de ep. Un cúmulo galáctico el primero; una nebulosa de absorción, una de emisión y reflexión, una estrella superlativa que ha estallado hace poco, emitiendo gran cantidad de su masa y que aún brilla y existe como tal, y un cúmulo estelar, por último, en el segundo caso (es decir, 4 o más objetos en una sola vista: Carina).
Hora y media después de esto, nos fuimos a casa...
En realidad, me fui a la casa de hija, allí había festejo pues habían recibido su coche nuevo. Me encontré con Leónidas y leímos varios cuentos que ya sabe de memoria. Luego fuímos afuera, a mirar las estrellas. Ante la ausencia de la luna, Leónidas me preguntó por ella (tiene 2 años recién cumplidos); le dije que estaba ahora del otro lado de la Tierra y vi que no me entendía; le dije entonces que la tierra era una gran pelota en el cielo y que la Luna era una pequeña pelota rodando por otro lado del cielo, y que pronto podría verla. Les juro amigos, es increíble ver cómo presta atención, cómo escucha y pregunta; ayer me escuchó de un modo absorbente, y creo que muy pronto comprenderá parte de la geometría celeste.
Jejejeje.
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