Qué es proyecto sagitario?

Cursos de Iniciación a la astronomía.

Didáctica astronómica. Talleres de Ciencia.

Charlas, cursos, campamentos, observaciones grupales.

jueves, 29 de septiembre de 2016

El reloj de estrellas o… Didáctica de la astronomía a los ponchazos

La hora de las estrellas

El reloj de estrellas o… Didáctica de la astronomía a los ponchazos

Quiero enseñar el giro aparente del cielo. 

Puedo hacerlo de día mediante un palo clavado perpendicular al piso. Tomaré luego registro de un número de sombras cualesquiera, pronto comprobaré que el Sol trepa a lo alto del cielo y que, alcanzado un punto límite o culminar, desciende hasta perderse bajo el horizonte. Los detalles de estas prácticas están en infinitas notas anteriores y por venir. Quiero ahora enseñar el giro aparente del cielo nocturno.

Las estrellas nocturnas parece que giraran en torno a un determinado punto, alto en el cielo unos tres palmos desde mi horizonte (vivo a 33° de latitud sur). Su acimut es cero 0°, es decir, el origen de las coordenadas altacimutales para el hemisferio sur. Y alza ese punto centro de giro del cielo -el polo sur celeste PSC- justo sobre el cardinal sur.

El modo natural de hallar este punto geográfico sur es haber trazado una meridiana durante el mediodía. De no contar con ella, una brújula servirá como orientativa. Recordemos que el sur magnético no corresponde al sur geográfico, su discordancia puede alcanzar los 10° según me ha contado mi amigo Ale.

No nos compliquemos. Al más prolijo lo estraga la muerte. Miremos una brújula, allá está el sur; macanudo, desde el imaginario punto sur alcemos tres palmos con el brazo estirado; listo, allí estará el polo sur celeste, el centro de giro del cielo nocturno, el punto donde se proyecta el eje de giro del planeta.

Si quieres comprobarlo, tengo una técnica infalible para ser realizada desde el patio de un colegio: pon una bici patas arriba (perdón, ruedas arriba). Pon una silla enfrente, de la rueda delantera, de modo que, al mirar a través de su circunsferencia, veas las estrellas del sur. En esta época del año, las estrellas alfa centauro y Achernar son notorias, asimismo Beta centauro y Alfa cruz. Siéntate en la silla a una distancia tal que Achernar y Alfa centauro equidisten del eje de giro de la rueda, y que la recta que las una casi sea un diámetro de la rueda. Consigue ahora unas tapitas de birome Bic azules, blancas, rojas. Fija una tapita azul para Achernar entre los rayos de la rueda; fija una tapita blanca para Alfa centauro o Rigel Kent, tal su nombre árabe.

Hecho lo que arriba mando, simplemente charla, mira, diviértete un rato, al cabo de 20 minutos vuelve a sentarte, verás que las estrellas verdaderas se han apartado de sus tapitas de birome o cotas improvisadas. Creo que te bastará con girar un poco la rueda para que las estrellas vuelvan a quedar tapadas por las tapitas. Habrás de haber girado la rueda en el sentido del cielo, como las manecillas de un reloj.

¿Podrás creerlo? ¿El cielo se mueve al paso de las manecillas de tu reloj?

Justo lo contrario: el reloj se mueve como el cielo.

Un reloj no es sino un artilugio capaz de copiar el giro aparente del cielo. Tarde y mal lo comprendemos, pues nuestra cultura de masas ha enterrado estas razones.

Bien, cuestiones político-sociales afuera Sigo con el cielo desnudo, vaciado de sus implicancias… humanas.

El cielo gira con la regularidad de un reloj. El cielo es un reloj y nuestros artesanos, al construir artefactos capaces de dar la hora, todo lo que buscaron fue copiar, reproducir con veracidad el paso del cielo.

De modo que, si observo una estrella cualquiera, y fijo su posición aparente, con solo medir cuánto ha cambiado de lugar podré atinar a decir la hora transcurrida.

Por lo mismo, si sé la hora, una noche cualquiera, podré decir sin mirar el alto cielo qué estrella hermosa veré y cual no.

Maravilloso.

Y, ¿cuánto gira el cielo? Gira… un giro por día. 
Claro, en 24 horas traza una estrella cualquiera un arco de 360° ( y conté en nota anterior que este valor de 360° para los círculos corresponde al saber astronómico antiguo, y no al revés).

360° en 24 horas, esto es 15° hora.

Luego si una estrella ha barrido sobre mi cielo un arco acorde a un ángulo de 15°, amigos, amigas, ha pasado una hora desde aquel momento a este.

Ah, claro, espero que no estuvieras tendido con tu amor en la tierra, mirando ese cielo, porque entonces… ni atención habrás prestado a ellos, y si así fue, pues te felicito.

Pero, ¿qué pasa si miro el cielo nocturno -próximo al PSC- dos o más noches  distintas a una misma hora? ¿Han girado ahora también las estrellas?










Sí. ¿Por qué?
Veámoslo:



Si la Tierra girara en el cielo sobre sí misma en rotación, y se desplazara a través del espacio paralela a la trayectoria de su estrella el Sol, cada 24 horas exactas sucedería el meridiano sobre un mismo sitio, y unas mismas estrellas serían visibles cada noche.

Pero no quiso así las cosas el Buen Espacio. La Tierra gira sobre sí pero además gira sobre el Sol en una órbita cerrada. De modo que cada día, un mismo sitio de la Tierra necesita 24 horas para el meridiano, sí, pero necesita 4 minutos menos para poder ver las mismas estrellas en las mismas posiciones que la noche anterior.

Vean las imágenes. Este casi grado diario de diferencia multiplicado por 365 y ¼ nos da…: ¡360° del año!


El reloj de estrellas:

Recortamos un círculo para las 24 horas del día: movimiento de rotación.

Recortamos un círculo mayor para los 12 meses del año: movimiento de traslación.

Recortamos por último una carta de estrellas o un cursor para señalar la estrella elegida para dar la hora. Por convención y practicidad, en el hemisferio que habitamos esta estrella es una constelación: el barrilete, el Choike, la triste Cruz del sur (un día debemos librarnos de este saber español que tanto nos daña, el Choike o Choiols son nombres amerindios de ese asterismo, asimismo Chacana).



Recortados los móviles los marcamos: el círculo de las horas con arcos de 15° ya que son 24; el círculo del año con arcos de 30° ya que son 12 divisiones. Los días están implícitos en la cantidad de arco que hayamos cubierto en un determinado mes: el 30 de setiembre sin duda casi es igual al 1 de octubre, y el 15 de abril equidista del 15 de setiembre, como puede verse en las imágenes generadas con el programa Stellarium.

Resta solo ensamblar el móvil y salir a la noche a jugar con él.

Para ver qué posición ocupará la cruz en el cielo, cada noche, bastará con apuntar el círculo mayor al PS, cuidando que el 15 de abril esté arriba; luego, apuntar la hora 0 del círculo menor hacia la fecha de la jornada en cuestión; por último, mover el cursor hasta que este toque la hora que nos interesa. La proyección del cursor indicará la posición de las estrellas de Crux sobre el cielo para esa hora y esa fecha.

Otro modo de usar este juego es: se apunta con el reloj al PS; se cuida de que el 15 de abril esté arriba; se coloca el círculo menor de modo que la hora cero coincida con la fecha de la observación; se corre el cursor hasta que apunte a Crux. La hora indicada por el cursor será la exacta hora solar de esa jornada.

Los alumnos habrán aprendido geometría, astronomía e historia, y se habrán divertido con la rueda de la bicicleta.


Si no les funciona, se aceptan reclamos el 15 de abril de cada año a las 0 horas.

domingo, 25 de septiembre de 2016

El Cuento de la Buena Hora.

El cuento de la buena hora:

El Reloj de sol ecuatorial


Un reloj de sol ecuatorial es un elemento que juega con la geometría con que explicamos la rotación de la Tierra en torno a su eje de giro imaginario.

¡Extra, extra! ¡La hora no sería sino una simple sombra proyectada sobre un mísero suelo... extra!

La Tierra gira sobre su eje imaginario, al hacerlo su superficie iluminada varía conforme dé o no al sol. 

Al ángulo que formen una recta A imaginaria, que una nuestra localidad con el eje terrestre, con respecto a una recta B, eje terrestre-sol, es a lo que llamamos hora. 


Cuando ese ángulo sea cero 0 la localidad, el eje y el sol estarán sobre una misma recta, luego, será el medio día solar de esa localidad. 

Cualquier momento anterior corresponderá a alguna hora de la mañana, y cualquier momento posterior corresponderá a horas de la tarde.
La forma más simple de medir estos ángulos que definen nuestra posición cambiante con respecto al sol es mediante un palo que arroje sombras sobre la tierra.

Uniformidad aparente:
Todo movimiento es mensurable en tanto se fijen marcos de referencia. El movimiento de rotación, con respecto a la vida de nuestra sociedad, es constante. El movimiento terrestre en traslación, sin embargo, no es constante; descartamos adrede estas variables por ahora, complicarían lo que sigue en pos de una precisión que bien puede soslayarse.

Si clavamos un palo en el piso y medimos sus sombras a lo largo de una jornada, veremos que estas nacen largas en la mañana y que graduales se acortan hasta alcanzar un largo mínimo; a partir de esta, las sombras comienzan a extenderse de nuevo, hasta el ocaso.
La sombra más corta de cada día es la llamada meridiana del lugar, y define el medio día solar de ese sitio de observación.
Los antiguos cuantificaron el periodo entre dos sombras mínimas como día, y le dividieron en 24 horas.
Así, un día es el lapso que corre de sombra meridiana a sombra meridiana de ese lugar o sitio, y está dividido en 24 horas. Si planto un palo o gnomon y mido el variar de sus sombras podré ver que cubren o liberan ángulos de 15 grados cada hora.

Un giro o día = 360°
Un día dividido en 24 horas es 360°/ 24horas= 15°/hora.

Esto debe ser explicado a los alumnos. Los alumnos merecen saber que su saber es en realidad un convenio, es solo la aceptación de ciertos caprichos técnicos inventados hace tiempo, caprichos que intentan hacer nuestra vida más útil para alguien. En el caso de la hora civil actual, sin duda que se favorecen los bancos y las fábricas, pues estas coordinan sobre los países en que actúan los husos horarios, y aun provocan los corrimientos de la hora civil según la estación, en pos de ahorrar las energías invertidas en iluminar un área que de ordinario (en invierno) estaría aún a oscuras cuando suena el pito de entrada al trabajo.

Vuelvo:
Si la Tierra gira sobe su eje a una velocidad constante, bien puedo fiarme de esas sombras que corren para medir su movimiento. El medio día es el origen de toda hora. En la actualidad el inicio de la jornada se ha trasladado al antimeridiano, es decir, a la hora cero o 24.

Para fabricar un reloj de sol simple podemos basarnos en que las sombras arrojadas por un gnomon plantado en el polo siempre cubren ángulos iguales en tiempos iguales. 15° cada hora.
Reparemos por favor en que un gnomon plantado en el polo sur sería una prolongación de el eje imaginario terrestre.
Luego, esté donde esté, puedo fingir o mantener en mi localidad un símil de ese gnomon perfecto tan solo con ir acostándolo a medida que me alejo en latitud del polo.




Este gnomon acostado es un triángulo cuando me alejo del polo.
El ángulo con que varía el gnomon es el ángulo de la latitud del lugar. Para Teodelina, sita sobre la latitud 34, el ángulo de nuestro gnomon o reloj solar será de 34°.


























Luego, las sombras que arroje el gnomon o arista del triángulo sobre un cuadrante o base perpendicular a él, variarán exactas 15° cada hora.

Importante será constatar que un reloj como este funciona medio año sobre la base y medio año bajo la base o cuadrante, ya que la inclinación del eje terrestre con respecto a la eclíptica o plano de la órbita hace que el sol incida ora sobre el ecuador (verano en el hemisferio sur) ora bajo el ecuador (invierno en el hemisferio sur).

Por esta razón el cuadrante de un reloj ecuatorial estará marcado en ambas caras, es decir, sobre y bajo las proyecciones ecuatoriales.

Las imágenes anteriores muestran una construcción muy sencilla, casi torpe del reloj ecuatorial. Eso puede ser mejorado por cualquier niño o niña trabajando con cartón duro o madera.
El uso y análisis de funcionamiento de este reloj servirá para: 

1- Probar la esfericidad de la Tierra.

2- Probar que la hora solo es una convención, la hora no existe sino como una referencia geométrica (muchos niños y aún adultos creen que la hora existe y que ella es parte de una cosa inaprensible llamada tiempo. Y Esto es un error. Si el tiempo existe o no podemos charlar toda la vida, o, mejor: una eternidad, jaja)

3- Crear, ejercitar y fijar conceptos de geometría, en especial círculo y triángulos, y los mas generalizados de ecuador, polos geográficos, latitud y longitud.

4- Introducir el concepto de función.

5- Favorecer la observación de la naturaleza y, en especial, de las regularidades de los cambios observables, cuantificables, comparables. Es decir, la ciencia en sí.

Me despido agradecido a las y los docentes que participaron del taller de Astronomía en la Escuela desarrollado en Teodelina. Quedo a sus órdenes, siempre.



sábado, 24 de septiembre de 2016

Ojo con El Telescopio, Taller de Astronomía en la Escuela República de Venezuela, Teodelina.

Venezuela Astronómica

Ojo con El Telescopio, Taller de Astronomía en la Escuela República de Venezuela, Teodelina.

Traté de compartir con las compañeras y compañeros docentes mis experiencias y puntos d vista sobre la enseñanza de las ciencias en la escuela, primaria o secundaria. Incluso más, intento en estas actividades convencer sobre un cierto punto de vista sobre el pensamiento científico, sobre la mirada científica, y sobre la astronomía en particular. 
Podría resumir mis intentos en los puntos que siguen:

a- La astronomía es la más sencilla de todas las ciencias, la que debiera enseñarse primero, toda vez que basta un palo, un patio de tierra, un par de ojos para desarrollarla con cierta precisión.

b- El resto de ciencias son tributarias de aquella, vienen después, supeditadas y en este orden específico sugerido: 
historia, geometría, matemática, física, química, filosofía, política, economía. Desde mi concepción y conceptos adquiridos este orden es relevante y permite formar por entero a un educando.

c- De nada vale un saber logrado a través de una lectura en el hogar, o de un recurso TIC. 
El saber debe ser robado a la naturaleza (recordemos a Prometeo), el docente ha de poner al alcance de la clase los elementos necesarios y suficientes; el alumno debe construir su saber, debe adueñarse de él. 
El saber es propiedad del ser curioso. Y el valor de ese saber  solo existe en tanto sea devuelto a la sociedad, compartido. El científico que desarrolla una vacuna y la protege de los otros mediante una patente, no es un hombre/ mujer sabio/ sabia, es un lacayo o lacaya del sistema.

d- El docente debe sorprenderse en cada clase. Sorprenderse de los avances logrados por sus alumnos pero en especial por sus propios descubrimientos y métodos desarrollados. 

Mas allá de estas razones personales, el taller trató los temas. Actitud ante el proceso científico, interpretar la realidad.
Horizontes, paso del sol, día y año, estaciones, oblicuidad eclíptica, gnomon, relojes de sol, manchas solares, giro del sol, observación solar por proyección, observación solar en espectro visible, observación solar en Ha, dicotomía entre campo magnético y cardinales geográficos. Posición de la Tierra en el espacio.





La pelota es mía, yo digo quién juega¡¡¡












En actitud de haber vencido a los imperios¡¡¡ Exultantes, acabábamos de demostrar la verdadera posición de la Tierra en el Espacio¡¡¡















Satisfacción por el trabajo.
Gracias Daniela, gracias Teodelina, Santa fe.