Qué es proyecto sagitario?

Cursos de Iniciación a la astronomía.

Didáctica astronómica. Talleres de Ciencia.

Charlas, cursos, campamentos, observaciones grupales.

martes, 21 de diciembre de 2010

Por dónde empiezo, si no puedo terminar?

Casilda, Bigand, Chabás: 20-21 del 12 e 2010
 
¿Por dónde empiezo, si no puedo terminar?

        El domingo estuvimos en la plaza San Martín de Bigand, cumpliendo lo prometido. A las nueve armamos los teles Pionero y Lumbrecita de los talleres, y al par le sumamos un invitado: Corchito (un H114500, de la provincia de Santa fe).
        Por si estas armas fueran pocas para una localidad de 5900 almas, sobre una mesa ofrecimos tres binoculares y...
        La gente empezó a arrimarse inmediatamente con sus reposeras y sus mates; los chicos atacaron Lumbrecita sin encono y mi hermano Juan les apuntaba Pionero (H1501200) a los grandes; los binos iban y venían como los jóvenes detrás de las bellas damas, que paseaban desentendidas. Enseguida cayó Vero, con su equipito de verdes y un rato estuvo el secretario de cultura; ya debe de haber observado dos veces, cualquier objeto: lo de él es el apoyo irrestricto: de mirar, ni hablar (gracias David¡¡¡).
Siempre elijo en Bigand el rincón de la plaza que erige el gnomón, precioso, plateado, como una aleta dorsal, como una onda de plata al viento (de las muchas pelis que guarda mi corazón, hay una in cre i ble llamada True Romance; en ella, el héroe enamora a la muchachita narrándole historietas de Linterna verde y Silver Surfer. Bien, el gnomón me recuerda a Silver Surfer pues es plateado, alto, nocturno).

        Los chicos muestran un entusiasmo por la observación celeste sólo comparable a la que muestran los adultos. Uno ve sus rostros, el destello en la mirada (¿acaso fuera el resplandor de la luna en foco primario sobre sus pupilas?) y sabe que esas almas están ya prendidas del cosmos, de la infinita noche, de sus pequeños secretos poco a poco develados.
        Preguntan todo, todo lo indagan, porqué la nube 42, porqué lo rojo de Betel y de Alde, la oculta duplicidad de Mintaka, el paseo conjunto de las ninfas. Saber los nombres de los satélites galileanos les encanta, los recitan, los memorizan.
        Sobre las once dos sorpresas: primero cae el intendente con su familia y nos honran un buen rato. Bromeo con la gente que él va primero en la cola pues, bueno, cómo decirlo? Pone la plata! Y enseguida la cámara Acuter, adosada a Pionero y a darle duro a la Luna. Proyectamos sus imágenes sobre una pc pues la pantalla está ocupada. Ahí sí que la gente delira. Ver los cráteres del tamaño de sus relojes…guau!! .
        Aquello fue el domingo; ayer estuvimos en la escuela 208 de Chabás. Primero con un curso sobre astronomía para docentes de primaria. Creo que estuvo bueno, mucha presencia, y todos se quedaron dos horas y media! Sin aire!
        Por la noche observamos en el patio del cole. La 208 es mi colegio. Doy clases de ajedrez allí hace 17 años! He sido feliz e infeliz allí. Entiéndanme, amo la docencia, amo un mundo más justo, con niños cuidados y queridos por el estado. Valoro la AUH -por ejemplo- porque acerca a todos a un nivel de dignidad impensado en el 2001. Y creo a los docentes artífices de los cambios. Cimientos de esos cambios. Por eso me desconcierta la actitud esquiva de los que ven en mí hacer una intromisión o una falta. Sólo busco mucha, mucha gente adorando al cielo, conociendo, pensando. Sépanlo, amigos.

        Los chicos cayeron a las nueve y arrancamos. Aún era de día pero le dimos duro a la verba. El lugar es aparente, pues la alta escuela tapa las farolas de la calle. La Luna prometía un infinito de luz… y cumplió.
        El piso del patio hoy es de cemento, pero hace 24 años era de tierra, había césped; lo sé porque cuando mi hija mayor debió empezar la escuela -a los cinco años- le di la oportunidad de que fuera ella la que decidiese dónde ir. Y de las tres escuelas primarias eligió la 208, Bernardo Monteagudo, por su patio de césped y sus árboles. Vaya si acierta Francesco Tonnucci.
 
        Los padres, docentes y alumnos disfrutaron la noche por igual, pero menos que yo. Soy infinitamente feliz cuando veo esa algarabía arround de los teles. Al principio pensaba en mi viejo, pero ahora he logrado independizar mi placer y disfrute. Mario Wainfeld contó que Soriano escribió que uno no se hace hombre hasta que su padre no ha partido. Yo escribiría que nunca disfruté tanto un presente como el que supo dejar mi tata al irse. Gracias viejo; lástima que aprendí tarde, uno es un gil con su padre en vida!!!
 
        Las maestras prepararon hamburguesas y entre todos abonamos seben y cocas. Sobre las once, dinner. Allí hablamos un poco sobre proyectos futuros y libros pasados. Los chicos escuchaban cumbia (###) y corrían de tele en tele y de bino en bino. Orión, Sirio, Canopo, Betel y Alde, los cúmulos, tute le fioque.
En la mesa bajo la luna seguía la charla, me preguntaron cómo sabía; dije: si no trabajo; sé porque no trabajo. Se rieron. Aclaré: tengo un concepto atroz del dinero, pienso que cuando alguien gana mucho más de lo que precisa para vivir cambia, se pone insensible; entonces yo trabajo lo justo, cuando hice el día largo todo y a leer, o a ver el cielo, qué onda; que laburen los ricos, ellos sabrán disfrutar el dinero; yo sólo aprendí a disfrutar amores, reuniones, libros,  pelis y -ahora- el infinito.
A empacar me ayudaron Fausto y Guillermo, los más entusiastas. Ambos son alumnos de 5º grado en ajedrez y son muy aviesos. Todo concepto debe caer en sus cabezas. No hay nada que no quieran saber. Lentamente desarmamos los teles, envolvimos los oculares, cerramos los trípodes. En menos de 15´ habíamos dado cuenta de la faena. El brillo seguía en sus ojos. Era de ellos, nomás.

Me acosté a las 030 y puse el despertador, of course. A las cuatro y media arriba y a por el eclipse. Acudí tarde. Estaba molido. Pero le di una hora igual. En el camino di con otros aviesos, sobre un ka. Estuvieron buen rato, seguro. Partieron a las cinco.
Qué bello! Qué hermoso espectáculo. Alterné con los 9 x 63 entre la luna y Omega, entre la luna y Orión, entre la luna y Venus, entre la luna y Saturno. Saqué unas fotos con una reflex mecánica sobre trípode. Veremos qué sale. Después el horizonte rojo con una samsung, que entre costos y arreglos ya me llevó como una jornada de laburo. Uff. Sólo uno sabe cuánto suda un astrónomo.

Sergio Galarza
Talleres de astronomía.


       











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