El
cielo nocturno, aspecto y movimiento
aparente, el reloj de estrellas,
experimentos de
aprendizaje.
Gentileza del Astrofotógrafo Carlos Di Nallo
Material
de texto para los las docentes,
a transmitir a los y las alumnas según lo crean
conveniente.
Se adjunta experimento primero
El cielo nocturno es un espectáculo
que para muchos ha caído en el olvido. Las luces de la ciudad lo esconden pero
desde zonas descampadas luce con fuerza, se ven estrellas en un número
increíble y se puede aprender a identificar las constelaciones. La Astrología
(que no es ciencia, sino charlatanería) hace uso de las constelaciones para explicar
el carácter a las personas. Por el contrario, hagamos nosotros ciencia,
estudiemos algunas constelaciones del cielo y descubramos sus secretos e
historias, y su utilidad para la sociedad científica.
¿Qué distingue a una ciencia de una
charlatanería? La ciencia –Astronomía, en este caso- se basa en ideas (hipótesis)
que, luego de ser concebidas, son enfrentadas con el resultado de observaciones
y experimentos. Si esas ideas no encajan junto a las comprobaciones, poco a poco
son descartadas, y, en caso contrario, son aceptadas temporalmente. Por la
necesidad de comprobar los experimentos es que en ciencia es imprescindible
anotar todo: el día, la hora, el sitio observado, el cardinal, hay que anotarlo
todo. Si está nublado o despejado, si hace frío o está lindo, si estoy solo o
con alguien, todo se anota en una hoja de observación que se guarda para la
carpeta del experimento o la medición.
Como herramientas para nuestra
investigación usaremos los ojos, una carpeta para tomar nota, un semicírculo y
unas hojas de cartulina, tijera, compás, regla, hilo, un cuerpo de birome
vieja, y las imágenes que podemos observar gracias a un programa de software
libre llamado stellarium. El stellarium se descarga en el sitio www.stellarium.org y una vez instalado nos
permite visualizar el cielo visto desde cualquier punto de la Tierra (o el
espacio), en especial desde nuestra localidad, Casilda.
Aclaro que el punto desde el cual
observamos el cielo se llama punto del observador, y se define por medio de
coordenadas: la latitud y la longitud geográficas. Recordemos que la latitud es
una medida que dice qué tan al sur o al norte estamos del ecuador terrestre. La
longitud es una medida igual de arbitraria y solo define que tan al este o al
oeste estamos de un mediodía (o de la hora 0) que suceda en una antigua ciudad
de Inglaterra, llamada Greenwich. Casilda está a 33° SUR* del ecuador
terrestre, y a 61° posterior (al oeste) del medio día de Greenwich (he
redondeado las cifras de latitud y longitud).
*La latitud geográfica se anota positiva si es hacia
el Norte y
negativa si es hacia el sur. La longitud geográfica se anota de 0° a
180° y al oeste O o al este E de Greenwich.
De modo que
Casilda está a latitud -33° y longitud 61° O.
Aspecto del cielo.
Tarea
uno:
Observar
el cielo durante varias noches. Observar hacia los cuatro puntos geográficos, realizar el experimento primero y anotar conclusión de lo que veo, si ninguna, pocas o muchas estrellas.
Anotar
la fecha y hora de la observación. Ejemplo: a las 21 horas del día 4 de junio,
noche despejada y fría, en compañía de un hermano, observé el cielo del este de
Casilda y ví … estrellas. A la misma hora observé el cielo del norte y vi …
estrellas… tres minutos después observé el oeste y vi … estrellas.
Justificación del experimento: las
estrellas no están situadas al azar en el cielo visible desde Casilda. Al contrario,
se ordenan en una franja más o menos visible (depende de la fecha, de la hora, de
la noche (si despejada o nublada) y de la contaminación lumínica. Podrá comprobarse
que esta franja es nutrida en estrellas y que forma una línea aparente, llamada
Vía Láctea. A 90° de la Vía Láctea se contarán menor número de estrellas. Esto
es así porque nuestra Galaxia tiene forma de espiral (y no de globo, que las
hay, en otras regiones), y cuando miramos en dirección al plano de la Galaxia
estamos mirando hacia los brazos espirales, los cuales están formados por un
número increíble de estrellas. La medición detallada del número de estrellas en
dos o tres noches despejadas y a distintas horas del cielo de Casilda
convencerá a todos y todas de la irregular distribución de estrellas sobre la bóveda
del cielo, y de la existencia de dos franjas de concentración de estrellas, lo
cual justificará que pensemos en una galaxia al menos achatada y no con forma
de globo (si se observa a lo largo de varias horas de ven ambos brazos
espirales, el que está por delante del sistema solar y el que está por detrás).
Experimento primero
Aspecto
del cielo nocturno
Cantidad de estrellas que pueblan
las distintas regiones del cielo nocturno.
Uno de los primeros descubrimientos
acerca del cielo fue el hecho de que las estrellas no están distribuidas al
azar en el cielo, sino que se agrupan de una zona del cielo y no en otras. Podemos
hacer un pequeño experimento y comprobar lo que digo.
Experimento
primero:
Número
de estrellas visibles en el cielo nocturno de Casilda: tomo una cartulina
oscura, le dibujo un círculo de 5 cm de radio, recorto el círculo. Salgo a la
noche y alejo la cartulina de mi ojo unos 50 cm. Cuento el número de estrellas
visibles dentro del círculo de cartulina, anoto el dato en una hoja, junto a la
fecha y la orientación (si al este, al norte, al oeste, al sur, al cenit). Repito
en las demás direcciones geográficas. Comparo el número de estrellas obtenidas
en cada caso. Trazo un mapa del cielo que observé, y coloco la concentración
aproximada de estrellas que he podido contar.
Aclaración:
Por la necesidad de comprobar los experimentos es que en ciencia es obligatorio
anotar todo: el día, la hora, el sitio observado, el cardinal, hay que anotarlo
todo. Si está nublado o despejado, si hace frío o está lindo, si estoy solo o
con alguien, todo se anota en una hoja de observación que se guarda para la
carpeta del experimento o la medición.
Fin
del experimento primero.
Sergio
Galarza.
Continúa.
Sergio
Galarza.
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