El
cielo nocturno, movimiento aparente,
experimentos para aprendizaje II.
Material
de texto para los y las docentes, a transmitir a los y las alumnas, según lo
crean conveniente. Se adjunta experimento segundo.
En
el primer módulo vimos cómo medir el número de estrellas que puede ser visto
una noche cualquiera sobre la ciudad. Fabricamos un “contador de estrellas” con una cartulina, a la cual le recortamos
un círculo de 5 cm de radio; a través de dicho agujero contamos el número de
estrellas visibles en diversas orientaciones: N, S, E, O. Se espera (pero no
debe imponerse) que el número de estrellas contado haya sido dispar, lo cual
podría justificar que imaginemos un Sistema Solar inmerso en un espacio donde
las estrellas, por alguna razón, se concentran en una franja del cielo (llamada
Vía Láctea o Camino de leche). Hoy espero poder motivar al grupo a que veamos
si esas estrellas observadas están quietas en el cielo o si se mueven de algún
modo.
Movimiento aparente
de las estrellas.
En
ciencia las palabras deben ser elegidas con cuidado. He dicho aparente pues aún no estamos en
condición de afirmar nada, solo trataremos de medir si las estrellas están
quietas o en movimiento con respecto a nosotros y nosotras, que somos los
observadores y las observadoras. Ya luego veremos –si hallamos movimiento- con
respecto a qué se da este.
Para
medir necesitamos una unidad, un algo
contra lo cual comparar aquello que midamos. Medir es comparar. Solo cuando
comparamos nuestra observación con una unidad cualquiera, elegida por capricho,
es cuando medimos. En la Tierra se usa el metro como unidad de distancia pero
este metro no sirve para nada en el cielo. En el cielo no sabemos qué tan lejos
están las estrellas. El metro no sirve para nada en astronomía. ¿Entonces?
El
cielo se puede medir con la mano. Hombres y mujeres antiguas estimaron el cielo
con muchas unidades de medida, la primera fue su mano. Una mano contra el
cielo, vista desde el largo del brazo, sirve para medir.
Tarea
segunda: Medir el cielo en casa.
Esta
noche mediremos el cielo. A preparar la jornada: reloj, cuaderno o block de
notas, lápiz, mucho abrigo.
Saldremos
al patio una noche despejada. Elegiremos una estrella brillante* -de baja
magnitud, se dice. Y mediremos qué tan lejos está esa estrella de algún borde
de pared, o torre lejana, o árbol. Es decir, tomaremos un accidente cualquiera
de nuestro horizonte de observadores para el origen de nuestra medida. Mediremos
qué tantas manos o dedos** separan esa estrella de un punto cualquiera que esté
fijo al piso (pared, torre, tanque, árbol… etc.).
Tomaremos
la medida y la anotaremos con cuidado y detalle en nuestra carpeta de campo. Anotaremos
la fecha, la hora, la calidad de la noche, la estrella elegida (si supiéramos
su nombre, si no podemos inventarle uno). Luego, dejaremos pasar el tiempo. Dejaremos
pasar una hora. Y saldremos de nuevo a la noche a repetir la medida anterior. Haremos
esto durante varias noches seguidas o separadas por varios días entre sí. El único
cuidad es que las observaciones sean hechas a una misma hora cada noche. Por
ejemplo, si mido la primera noche a las 20hs y a las 21hs. la segunda noche
debo medir a esas mismas horas. A no olvidarlo.
Por último, presentaremos a la
docente o el docente nuestras lecturas y las conclusiones o ideas que deriven
de aquellas medidas realizadas con la mano.
* El brillo aparente de
las estrellas se define como magnitud las estrellas más brillantes son de
magnitud 1, las estrellas que le sigan en brillo aparente serán de magnitud 2,
y así. El ojo humano no ve más allá de magnitud 6. Por eso dije antes elegir
una estrella de baja magnitud, porque las más brillantes son de magnitud 1, y
las menos brillantes de magnitud 6).
** El dedo sería una
subunidad de la mano, 1 dedo equivale a 1/5 de la mano, ergo1 mano equivale a 5
dedos. Esto es muy importante: Aprender a estimar antes que a medir y Aprender las
relaciones entre las unidades de medida.
Atención
docentes: Las imágenes que siguen no deben ser mostradas a los alumnos
antes de que realicen su propia lectura del cielo.
Tres
imágenes de un mismo horizonte de Casilda y zona, el oeste, tomadas con
diferencia de una hora cada una. Se percibe el movimiento aparente del cielo
nocturno. Las imágenes fueron generadas con el programa stellarium y se seteó
la opción invertir colores para que al imprimirlas no insuma mucha
tinta.
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