Qué es proyecto sagitario?

Cursos de Iniciación a la astronomía.

Didáctica astronómica. Talleres de Ciencia.

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sábado, 10 de agosto de 2013

Plazas Astronómicas en Clarke

Plazas Astronómicas en Clarke 
(Carrizales, Santa fe)

El viernes 9 de Agosto, en la Escuela Manuel Belgrano de Carrizales, Santa fe, se desarrolló una charla y observación astronómica para los niños, docentes y vecinos de la localidad.
Plazas Astronómicas es un plan de difusión de la astronomía llevado adelante por la Subsecretaría de Apropiación Social, dependiente de la Secretaría de Estado de Ciencias Tecnología e Innovación de la provincia de Santa fe.
Dicho plan puede ser solicitado por cualquier localidad de la provincia, es de carácter gratuito y extensivo a la comunidad. El objetivo de la Subsecretaría de apropiación social es que el vecino santafecino pueda apropiarse del conocimiento, hacerse dueño/a de su gestión y desarrollarlo en forma autónoma.
Nuestra participación solo pretende ser un disparador que genere sinergias locales.
En particular, la actividad de anoche, perfecta velada (en mi concepto, sesgado por ser partícipe), fue posible gracias a la gestión de María Virginia Benitez.

LLegué a Carrizales o Estación Clarke a las seis y media con la sonrisa de la Luna en el oeste. 
El cielo de ayer fue muy especial, creo que fue su modo de recibirme o festejar mi primera actividad para la Subsecretaría de Apropiación Social y Noches Galileanas, el plan de difusión de la astronomía nacido del Observatorio Astronómico de Rosario. Es curioso que este plan haya visto la luz de las estrellas el mismo año que Proyecto Sagitario, en la Comuna de Bigand, el 2010.
Foto gentileza de Grupo GOCO, Olavarría.

Los chicos llegaron puntuales, a las siete, había armado "El dolar marcado", el pequeño telescopio refractor 80/400 sobre un trípode fotográfico. Llevé este equipo porque imaginé niños corriendo y me dije: El dolar marcado los puede entretener para que no me pateen a Luz del cielo, el gran Catadióptrico LX90 de 203mm de boca. E hice bien¡¡¡ porque apenas llegados los niños se entretuvieron con Venus y Luna mientras terminaba de armar el resto de las  armas: un refra 90/910 y el mencionado Monstruo de cristal.


Quien haya seguido mi trabajo sabe de qué va el juego, si lees por primera vez te cuento que desde que llegó el primer pibe hasta que se fue el último, tres horas después, todo fue charlar sobre el cielo mientras metíamos ojo el los tres telescopios armados. 
Los temas tratados y pensados por los participantes, niños, adolescentes y adultos, fueron:
tamaño aparente de planetas/ puntualidad de las estrellas,
distancias a las estrellas, naturaleza estelar, temperatura de las estrellas, 
naturaleza de la Luna, mares y cráteres, 
atmósfera terrestre, meteoros, velocidad de giro de la Tierra, 
estrellas dobles y triples, 
cúmulos abiertos y globulares. 

 Estos temas fueron explicados y razonados con minucia suficiente, con ejemplos de cada día o experimento inmediatos, como el comparar el tamaño aparente de dos compañeros, uno alto y el otro bajo, parados a diversa distancia el uno del otro, de modo que el bajo trocara en gigante. 
Estos juegos, estoy convencido, son una forma real del aprendizaje. Un docente puede enseñar trigonometría como me la enseñaron a mí (aburrido, pesadísimo tema) o puede hacer simples experimentos con plantas, luces y sombras, de modo que el concepto que relaciona los ángulos con los lados de un triángulo sea comprendido en un tris.

Invalorable fue la ayuda que brindó la docente Roxana Cosi, quién llegó a la hora señalada y se fue última, después de que guardara hasta el último bártulo desempacado: proyector, pc, cables, batería para el telescopio robotizado, dos teles más, la cámara de fotos, etc. etc.
He de aclarar que la anfitriona, Virginia, sufría de una gripe tremenda que la tenía en cama. Con todo, estuvo a pie firme como hasta las nueve, pobre, pasando frío; los demás nos quedamos hasta cerca de las diez.

 En realidad podríamos haber estado hasta las doce de la noche, pues los chicos no querían abandonar la lucha; el cielo era una fiesta, la Vía Láctea brillaba como nunca. Carrizales Clarke tiene por suerte muy pocas luces artificiales y la noche destella o resplandece en su magnificencia más pura.
 Observamos los siguientes objetos astronómicos:
Luna, Venus, magnificos, ambos; Saturno, con los tres teles, precioso; se veían claros 5 satélites o lunas del Planeta de los anillos, los miramos muy bien. 
Cuando pasamos al patio de la escuela armamos a Luz del cielo con la ayuda de Carlos y los alumnos de séptimo.

Con el gigante catadióptrico le dimos muy duro a la Cruz, a el Joyero y a sus estrellas, la triple, la Mimosa, la de carbono, luego las del Puntero. Para esta hora ya todos los chicos miraban una estrella y decían: fría, caliente, muy caliente, muy fría (DY crucis).

Cuando me iba por las solitarias y frías rutas no pude resistir y paré en medio de la nada. Bajé a la banquina y miré largo rato el cielo, en soledad absoluta, como dice el Rodo en su hermoso libro. La Vía Láctea partía todo en dos. Pude ver -como si estuviese en San Rafael- las constelaciones americanas, dibujadas sobre el polvo de los brazos de la Galaxia.
Cuánto perdemos aquellos que vivimos en las ciudades por la polución lumínica; y cuánto ganamos con planes de difusión como este, Noches Galileanas, mediante el cual una hermosa velada de amigos y estrellas fue posible una vez más.

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