Anoche observamos Luna, Júpiter y Orión desde el playón del ferrocarril, en Arequito. Luego charlamos sobre la importancia de la existencia de la Luna sobre la vida, tal y como se la conoce en la Tierra.
Mimoni me acompañó y fue esencial su papel, ya que manejaba el teles apuntado sobre la Luna; el automático estaba prendido a Júpiter. Anoche hizo un frío tísico que los participantes toleraron cual Leónidas arequitenses.
Este niño es Laureano, un genio. No solo lo sabía todo, sino que se animó a explicar más de un detalle ante el corro. Espero que sus maestras sepan abrirle aun nuevos horizontes de conocimiento y alegría, para que el ámbito de conocimiento sea un lugar siempre feliz.
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