Ojo con el telescopio, Uranga.
Por segunda vez en dos años, el programa Ojo con el telescopio fue invitado por la localidad Uranga, sita en el sur de la provincia.
Uranga está a muy pocos kilómetros de Rosario, al sudoeste, sobre la ruta 18. Sus cielos, incomparables con los de la gran ciudad, si no son perfectos es por su proximidad con esta y otros monstruos del sur, los cuales expelen su aliento brillante hacia arriba, recordando a quién quier verlo que el hombre olvida sus orígenes al amparo de la noche. Sus orígenes y la belleza.
Puedo decir que siento amistad por el grupo de jóvenes que lleva adelante la gestión en Uranga, Alex y los demás me han atendido de la mejor manera. Te das cuenta que valen por sus miradas francas. Ayer, Celeste, quién aún alberga a Sofía dentro de sí, me ayudó muchísimo con los chicos y un teles más gordo que su linda pancita.
Espera Celeste para junio, le deseo toda la felicidad del mundo. La vida es un milagro y una bendición, algunos hombres viejos sabemos apreciarla allí dónde la hallamos. Ahora mismo miles de nuevos seres se acunan en el seno de sus madres, así como miles de estrellas pujan por nacer dentro de nebulosas como la de Orión o Carina, observadas ayer por todos los niños y vecinos que se acercaron a la propuesta.
La charla fue ágil, creo que muy poquitos niños se aburrieron y los grandes participaron por igual. Hablamos de inercia con todos, pues aunque este sea un concepto abstracto y ajeno al vocabulario de los peques, no lo son sus efectos, de modo que hasta Renata y otra Sofi de 5° grado, pudieron aleccionarnos con sus propios ejemplos de lo que esa Señora, abordada por tantos gigantes del pensamiento, es.
Mostramos las constelaciones zodiacales y otras afines, como la del Gigante; Victor nos dio hilo para contar por qué Las Tres Marías se mueven más rápido que la Cruz, por ejemplo. Ahí nomás, otro geniecillo, que cada pueblo o ciudad los tiene, preguntó enseguida por qué hay constelaciones inventadas por hombres del norte, si nosotros vivimos en el sur. Por supu, la respuesta es triste y es que nuestras culturas fueron suprimidas por el bárbaro español que solo vino a por nuestro oro, aunque en los colegios privados de mi provincia siguen enseñando esa patraña del encuentro de culturas y no sé qué más.
Hablamos del giro de las galaxias y de sus hermanas las ruedas de bicicleta, hablamos de los agujeros negros, que si así no hubiera sido me hubiera sorprendido pues si hay un concepto que apasiona es la de esos objetos, los más oscuros del cosmos.
Armé anoche tres telescopios magníficos y en gateras dejé nada menos que a Luz del Cielo, el increíble Meade LX 90 de 203mm de cacerola, con perdón de la palabra.
El newton 200 sobre Orión, con un ocus de 40mm por lo cual la Nube M42 era solo un detalle en el conglomerado de objetos que pulula sobre el cinturón de las tres marías.
El refra 70 900 sobre la Luna para que cada niño se saciara gusto, con sus cráteres y sus mares y sus montañas a 35x y fase cuarta.
El newton 114 900 sobre júpiter, el gigante, el padre de los dioses, como ya sabe decir mi nieto que cuenta dos giros alrededor del sol.
Conforme avanzó la noche fuimos cambiando de objetos y de teles para que todos pudieran tener idea de las diversas magnficaciones, oculares y focales de nuestros equipos. Carina en el refra, Carina en el newton,
Omega centauro en el 200mm, y así.
Muchos objetos causaron sensación, además de la Luna: el Alhajero, IC2602, son vistas que no se olvidan así como así.
Me despedí a as 22, pero quedamos que nos juntaremos muy pronto la vera de un arroyo que cuenta con asadores, mesas sillas y... oscuridad absoluta. Esto será muy pronto, de modo que estate atento así te colás.
Hola Sergio, buenos días. Estuve leyendo lo publicado en su blog, sobre su visita de anoche a mi pueblo. Quiero darle las gracias por en lo personal por su amabilidad y sencillez, creo, como todos los que estuvimos presentes, quedar fascinados escuchándolo disertar sobre astronomía. Muy pocas personas enseñan como ud. con esa pasión por lo que hace. Espero y esperamos verlo pronto por Uranga, para compartir otro gran momento a orillas del arroyo con asado de por medio. Le mando un abrazo a la distancia. Cordialmente, Fabricio.
ResponderEliminar