La cruz del sur
Foto Carlos Di Nallo
La cruz del sur
Siempre recordaré
con alegría la primera sorpresa que tuve como divulgador, al escuchar a una
observadora: “Miren, ahí, las tres Marías…”
cuando yo creía ver “Los Tres Reyes Magos”.
Sí, el asterismo conocido como el Cinturón de Orión -formado por las estrellas
Alnitak, Alnilam, Mintaka- por todos nombrado como Las tres marías, para mí eran
los tres reyes magos.
No sé si mi padre
creía o no; supongo que era agnóstico, como lo soy. Tampoco sé si serlo justifica
enseñar al hijo un nombre que ignora esa otra trilogía cristiana; sí sé que los
reyes magos tienden un lazo real entre el cielo y la época del año en que celebramos Reyes, fecha en que los
niños privilegiados reciben regalos.
Los distintos
nombres con que citamos a los asterismos denotan lo amplio que es el mundo, sus
múltiples culturas, sus variados puntos de vista. La cultura occidental, que
niega o teme al otro, suele hacernos olvidar la multiplicidad de leyendas, explicaciones
y modos de ver eso que, tontos, creemos inequívoco. La realidad no es una. En
el amplio hermoso cielo solo conozco una constelación que ha sido nombrada de
un modo similar por culturas separadas en el tiempo y el espacio: Gemini, los
gemelos; Yunta Puma para la américa precolombina.
Crux es una
constelación formada por cuatro luces intensas, que destacan en el hemisferio. Casual
es que su palo mayor apunte al imaginario centro de giro sur. A falta de una
Polar visible, magnánimos, grandilocuentes, los sudacas sembramos en el cielo no
una sino cuatro estrellas para hallar nuestro cardinal.
En efecto y por
decirlo fácil, el palo mayor de la cruz señala al polo sur celeste. Lo veremos
en próxima nota, pero, antes, ¿por qué una Cruz?
La cruz es un instrumento
de tortura implementado por los antiguos pueblos sojuzgados por los romanos… ¿Por
qué recordar un elemento tan terrible?
Bien, la Cruz,
Crux, ubicada en nuestro cielo por Magallanes, el mismo truhan de las Nubes de
Magallanes, por supuesto. Mas, siendo como es un asterismo tan notorio… existía
ya en América un concepto que le explica, y no por intermedio de dolores sino
de triunfos.
La cruz en américa
fue un Choike, o Choiols, o Suri, un ñandú petizo, un ave cuyas alas no sirven
para volar. En las regiones de la cordillera, Crux fue Chakana. Chakana guarda
relación con la idea geométrica de una cruz, pero no con la de su utilidad maldita,
sino con la de una escalera que señala el punto por el cual las almas de los seres
que han partido ascienden al río del cielo, que es el río de la eternidad. Río
en el que cada una de esas almas que sube se transforma en estrella, para
guiarnos por siempre con su brillo.
Ya ven, si me dan
a elegir, me quedo con el sur. Con el conocimiento propio es donde me
siento en casa. Me gusta que mi cruz recuerde un camino de vida eterna, un río de luces generadas por la energía y el cariño de seres queridos, o un animal noble
como el Suri, símbolo guardián de los pueblos por su maternidad entregada. Suri, significa Madre, Tierra, generosidad, providencia.
Por estas razones,
cuando ante la gente hablo de Crux, siempre digo, Ven, ese barrilete en el
cielo…
Imagen de Leonardo Julio
Los artistas astrofotógrafos nada tienen que ver con mis ideas ni opiniones. Ellos son inocentes de estas notas.
La verdad.....un honor estar participando en esta entrada...asi sin querer. Abrazo
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