Qué es proyecto sagitario?

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sábado, 23 de diciembre de 2017

El Observador Astronómico 2

El Observador Astronómico 2

Movimiento aparente del cielo, Bóveda celeste, Zoodíaco.

Observar un cielo estrellado es un lujo de estos tiempos; por ignorancia de la sociedad* quedan pocas zonas libres de contaminación lumínica en Argentina. Desde áreas desérticas de Mendoza he visto a simple vista estrellas tocar el horizonte. Sin la molestia de las luces, la intensidad de la Vía Láctea deja ver las constelaciones andinas, creadas por los pueblos originarios, allí donde el polvo cósmico oscurece el brillo de lo mucho que hay detrás: el núcleo de nuestra Galaxia. Los americanos idearon figuras basadas en las manchas oscuras, generadas por la presencia de nebulosas de absorción: un Guanaco o Llama. Impresiona verlo, sus largas patas, el cuello, la cabeza perfecta enmarcada en la Cruz del Sur o Choike. Más allá de estas magnificencias latentes, referiré estrellas y objetos que podemos observar desde nuestras localidades.

La hora de la aurora.

La aurora es un momento mágico que anuncia el sol inminente. Si cada amanecer estuviéramos atentos al horizonte, pronto comprobaríamos que la aurora retrasa con respecto a las estrellas visibles. En efecto, el sol transita el fondo de estrellas fijas de oeste a este y retrocede contra el cielo nocturno. Es decir, la bóveda celeste adelanta al sol. La razón de esto es sutil: la Tierra avanza sobre su órbita, cada día adelantamos en el camino y esto causa la impresión de que fuera el sol el que retrocede. Este retroceso cumple un ciclo cuando el astro ocupa un sitio idéntico sobre el cielo. A este ciclo lo llamamos año y desde antiguo se asocia su figura a la de un círculo1.

El Zoodíaco.

Para ubicar con presteza al sol en su paso por el cielo, los babilonios inventaron el Zoodíaco: las doce casas que habita nuestra estrella en el transcurso del año: 
Aries, Tauro, Gemini, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.

Veamos a qué me refiero con ayuda del programa stellarium:



En la imagen anterior falta menos de una hora para que amanezca: vemos el fulgor del sol oculto bajo el horizonte local del observador. A pocos grados sobre este, prevalece el brillo de Antares, la estrella alfa del Escorpión. De modo que el sol transita Sagitario (acaba de abandonar Ofiuco, el signo trece, obviado por los astrólogos). Si avanzamos una semana pero mantenemos la hora de la observación, vemos que el sol ha retrocedido en apariencia con respecto al fondo de estrellas fijas:



En efecto, Antares se halla mucho más alta sobre el horizonte, lo cual significa que el sol ha retrocedido con respecto a la bóveda celeste. Veamos en la simulación qué sucede al cabo de un mes:



Un mes y el sol ha retrocedido tanto que -a una misma hora- ya no se ve su fulgor; estamos en enero y amanecerá mucho más tarde. El sol ha abandonado incluso Sagitario y transita Capricornio:



De modo que el cielo avanza con respecto al sol; es decir, el sol retrocede con respecto al fondo de estrellas fijas2. ¿Cuál es la magnitud de ese movimiento?

Veamos: concebimos al año como un ciclo o círculo, y mensuramos estas figuras como barridas por un ángulo interno de 360°. Luego, el año se cumple en 365 días y fracción3

Esto es:

360° / 365,24 días =  0,98°/día

¡El cielo cambia casi un grado por día! Al cabo de una semana, suma siete días de variación; al cabo de un mes, ¡30°!

Ahora podemos prever qué astros serán observables en cada estación. Por ejemplo, si el sol transita Sagitario, podremos observar a antojo Tauro, Gemini, Cáncer, Virgo, es decir, constelaciones que distan aproximadamente 180° de Sagitario.

Apliquemos lo dicho en un juego muy sencillo:


Calendángulo, juego para el cumpleaños.

Calendángulo es un juego ideado para tomar conciencia de la traslación terrestre a lo largo de la órbita en torno al sol. Asimismo, hace uso de los conceptos ángulo, triángulo, equinoccios y solsticios, y otros a elección del docente, como trazado de áreas, fracciones o historia.

El juego: 

Dibujar en el piso o en el pizarrón una elipse amplia; dibujar el sol en el centro; trazar un cuadrante para identificar los puntos solsticiales y equinocciales; situar una Tierra en, por ejemplo, el solsticio de verano en el hemisferio sur.

Una vez que el gráfico esté completo se explicará en detalle el solsticio, y en particular que -el de verano- en el hemisferio sur sucede aproximadamente el 21 de diciembre, se anotará esta fecha detrás del hito astronómico.

Hacer notar lo trivial o anecdótico de haber fijado como comienzo del año occidental al 1° de enero, fecha que nada tiene que ver con hitos astronómicos. Se marcará esta fecha sobre el cuadrante.

A partir de aquí, cada jugador marcará su fecha de nacimiento, sobre el trazo de la órbita terrestre, con ayuda de un transportador; mediante cálculos aproximados se respetará el ángulo que abarque el trayecto recorrido por la Tierra para ser fiel en la representación.

Como plus deben agregarse las constelaciones zodiacales, de modo que se tome conciencia de la posición aparente del sol en cada onomástico, y de las constelaciones visibles durante esas noches.



*Puede iluminarse un área sin contaminar el cielo, es menester que las luminarias no apunten más alto que un plano de irradiación paralelo al piso, el uso de deflectores aprovecha al máximo la luz emitida hacia la zona que nos interesa.

1Las órbitas son elipses y no círculos, esto se sabe hace milenios. Sin embargo, varias culturas adoptaron el círculo por razones místicas, en contra de la evidencia.

2Las estrellas no están fijas. En el universo no hay nada que esté quieto, el Cosmos es movimiento. Para el lapso de una vida humana, sin embargo, el andar propio de las estrellas es apenas perceptible por medio de cámaras y espectrómetros montados sobre telescopios.


3La geometría inventada con base en 360° es hija de la observación astronómica. En el origen de nuestra sociedad supimos que el sol totaliza un ciclo en 365,24 días. Saber esto es cosa de niños, basta un palo clavado en el piso y la observación minuciosa de sus sombras para comprobarlo. De modo que los astrónomos primeros diseñaron una geometría afín a esos eventos. Al acotar el círculo en 360 solo se ha adaptado la realidad a márgenes útiles para una calculatoria fraccionaria. El 360 es divisible por 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, 10, 12, 15, etc. etc. mientras que el 365,24 solo es divisible por Dios…

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