El Observador Astronómico 2
Movimiento aparente del cielo, Bóveda celeste, Zoodíaco.
Observar un cielo estrellado es un
lujo de estos tiempos; por ignorancia de la sociedad* quedan pocas zonas libres
de contaminación lumínica en Argentina. Desde áreas desérticas de Mendoza he
visto a simple vista estrellas tocar el horizonte. Sin la molestia de las
luces, la intensidad de la Vía Láctea deja ver las constelaciones andinas, creadas
por los pueblos originarios, allí donde el polvo cósmico oscurece el brillo de
lo mucho que hay detrás: el núcleo de nuestra Galaxia. Los americanos idearon figuras
basadas en las manchas oscuras, generadas por la presencia de nebulosas de
absorción: un Guanaco o Llama. Impresiona verlo, sus largas patas, el cuello, la
cabeza perfecta enmarcada en la Cruz del Sur o Choike. Más allá de estas
magnificencias latentes, referiré estrellas y objetos que podemos observar
desde nuestras localidades.
La hora de la aurora.
La aurora es un momento mágico que
anuncia el sol inminente. Si cada amanecer estuviéramos atentos al horizonte,
pronto comprobaríamos que la aurora retrasa con respecto a las estrellas
visibles. En efecto, el sol transita el fondo de estrellas fijas de oeste a
este y retrocede contra el cielo nocturno. Es decir, la bóveda celeste adelanta
al sol. La razón de esto es sutil: la Tierra avanza sobre su órbita, cada día
adelantamos en el camino y esto causa la impresión de que fuera el sol el que
retrocede. Este retroceso cumple un ciclo cuando el astro ocupa un sitio
idéntico sobre el cielo. A este ciclo lo llamamos año y desde antiguo se asocia
su figura a la de un círculo1.
El Zoodíaco.
Para ubicar con presteza al sol en su
paso por el cielo, los babilonios inventaron el Zoodíaco: las doce casas que
habita nuestra estrella en el transcurso del año:
Aries, Tauro, Gemini, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
Veamos a qué me refiero con ayuda del
programa stellarium:
En la imagen anterior falta menos de
una hora para que amanezca: vemos el fulgor del sol oculto bajo el horizonte
local del observador. A pocos grados sobre este, prevalece el brillo de Antares,
la estrella alfa del Escorpión. De modo que el sol transita Sagitario (acaba de
abandonar Ofiuco, el signo trece, obviado por los astrólogos). Si avanzamos una
semana pero mantenemos la hora de la observación, vemos que el sol ha
retrocedido en apariencia con respecto al fondo de estrellas fijas:
En efecto, Antares se halla mucho más
alta sobre el horizonte, lo cual significa que el sol ha retrocedido con
respecto a la bóveda celeste. Veamos en la simulación qué sucede al cabo de un
mes:
Un mes y el sol ha retrocedido tanto
que -a una misma hora- ya no se ve su fulgor; estamos en enero y amanecerá
mucho más tarde. El sol ha abandonado incluso Sagitario y transita Capricornio:
De modo que el cielo avanza con
respecto al sol; es decir, el sol retrocede con respecto al fondo de estrellas
fijas2. ¿Cuál es la magnitud de ese movimiento?
Veamos: concebimos al año como un
ciclo o círculo, y mensuramos estas figuras como barridas por un ángulo interno
de 360°. Luego, el año se cumple en 365 días y fracción3.
Esto es:
360° / 365,24 días = 0,98°/día
¡El cielo cambia casi un grado por
día! Al cabo de una semana, suma siete días de variación; al cabo de un mes,
¡30°!
Ahora podemos prever qué astros serán
observables en cada estación. Por ejemplo, si el sol transita Sagitario,
podremos observar a antojo Tauro, Gemini, Cáncer, Virgo, es decir,
constelaciones que distan aproximadamente 180° de Sagitario.
Apliquemos lo dicho en un juego muy
sencillo:
Calendángulo, juego para el cumpleaños.
Calendángulo es un juego ideado para
tomar conciencia de la traslación terrestre a lo largo de la órbita en torno al
sol. Asimismo, hace uso de los conceptos ángulo, triángulo, equinoccios y
solsticios, y otros a elección del docente, como trazado de áreas, fracciones o
historia.
El juego:
Dibujar
en el piso o en el pizarrón una elipse amplia; dibujar el sol en el centro; trazar
un cuadrante para identificar los puntos solsticiales y equinocciales; situar
una Tierra en, por ejemplo, el solsticio de verano en el hemisferio sur.
Una vez que el gráfico esté completo
se explicará en detalle el solsticio, y en particular que -el de verano- en el
hemisferio sur sucede aproximadamente el 21 de diciembre, se anotará esta fecha
detrás del hito astronómico.
Hacer notar lo trivial o anecdótico
de haber fijado como comienzo del año occidental al 1° de enero, fecha que nada
tiene que ver con hitos astronómicos. Se marcará esta fecha sobre el cuadrante.
A partir de aquí, cada jugador marcará
su fecha de nacimiento, sobre el trazo de la órbita terrestre, con ayuda de un transportador;
mediante cálculos aproximados se respetará el ángulo que abarque el trayecto
recorrido por la Tierra para ser fiel en la representación.
Como plus deben agregarse las
constelaciones zodiacales, de modo que se tome conciencia de la posición
aparente del sol en cada onomástico, y de las constelaciones visibles durante
esas noches.
*Puede iluminarse un área sin
contaminar el cielo, es menester que las luminarias no apunten más alto que un
plano de irradiación paralelo al piso, el uso de deflectores aprovecha al
máximo la luz emitida hacia la zona que nos interesa.
1Las órbitas son elipses y no círculos, esto se sabe
hace milenios. Sin embargo, varias culturas adoptaron el círculo por razones
místicas, en contra de la evidencia.
2Las estrellas no están fijas. En el universo no hay
nada que esté quieto, el Cosmos es movimiento. Para el lapso de una vida
humana, sin embargo, el andar propio de las estrellas es apenas perceptible por
medio de cámaras y espectrómetros montados sobre telescopios.
3La geometría inventada con base en 360° es hija de la
observación astronómica. En el origen de nuestra sociedad supimos que el sol
totaliza un ciclo en 365,24 días. Saber esto es cosa de niños, basta un palo
clavado en el piso y la observación minuciosa de sus sombras para comprobarlo. De
modo que los astrónomos primeros diseñaron una geometría afín a esos eventos. Al
acotar el círculo en 360 solo se ha adaptado la realidad a márgenes útiles para
una calculatoria fraccionaria. El 360 es divisible por 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9,
10, 12, 15, etc. etc. mientras que el 365,24 solo es divisible por Dios…
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