La Navidad y Reyes
La noche buena y la víspera de reyes son para mí una galería
soleada por la mañana, un patio lleno de plantas, un ventanal inmenso y una
estufa llena de regalos.
Los recuerdos de la infancia me hablan de momentos
felices, vividos con hermanas y primas, con tíos y tías que, después supe, tal
vez no tuvieran tanto de qué reír.
Los días previos a los festejos la pasaba
en la pileta o trepado a las plantas: un tilo, unos plátanos, una enredadera y
una parra ahíta de racimos. Pero en mar del tiempo hay algo qué me sorprende:
Nadie nunca me habló de las Tres Marías.
Por supuesto, veía las estrellas y su figura, que para esta
fecha dominan alto en el noreste, el cinturón de Orión, pero yo les llamaba los
Tres Reyes Magos…
Ignoro porqué mi padre jamás me dijo, Sergio, mirá las tres
marías. El, decía,
Mirá, Sergio, cuando los tres Magos estén sobre la casa, llegará
el día de Reyes y bajarán a dejarte sus regalos.
De modo que en cada navidad
esperaba los presentes con ansiedad: los del niño Jesús, en esta noche, y los
de Reyes, muy próximos.
Cuando empecé a divulgar astronomía, me topé con gente qué,
cuando les ofrecía mirar el cinturón de Orión, me decía,
Ah, sí, las tres
marías, y yo contestaba, No, no…, los tres reyes magos… pero nadie entendía…
El
lenguaje no es algo en sí mismo. La lengua es algo que se comparte. Es como el
calor… Ahora sé que en Centroamérica también les llaman así.
De modo que Melchor, Gaspar y Baltazar, los Reyes de oriente que llegaron al pesebre guiados por la estrella de Belén. Cuánta astronomía hay en las leyendas y mitologías del hombre.
Melchor es Alnitak, la primera
estrella desde el este; Gaspar es Alnilam; y el negro Baltazar es Mintaka, la
estrella del oeste del cinto. Tres estrellas azules predominan allí, aunque dos
de ellas sean estrellas múltiples. Mintaka es una doble en telescopios de 100mm
o más, así como Alnitak, aunque Mintaka es una cuádruple y Alnitak, triple. Decir
que esas estrellas son azules es decir que son muy calientes en superficie, y que
son gigantes. De las tres estrellas, más allá de su belleza, sepamos que
Mintaka casi toca el ecuador celeste, de modo que alza y duerme por los puntos cardinales
este y oeste. De modo que, mal que le pese a todo agnóstico, Mintaka en verdad
es una estrella que guía los hombres.
Ese es mi recuerdo de esas luces nocturnas, un recuerdo
feliz, un recuerdo unido a risas, al parpadeo de las luciérnagas y al perfume
de las buenasnoches que mi abuela cuidaba tanto como a sus hijas.
Es duro crecer, sin embargo. La belleza con que supieron pintarnos el
mundo se descascara: los adultos tenemos angustias y los niños no reciben
alegrías por igual…
Con todo, a mis cincuenta y cinco años, cada vez que veo
trepar a Orión reconozco a los Reyes Magos y sueño con los inminentes regalos
recibidos.
Feliz navidad.
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