El próximo 27 de julio de 2018 sucederá un eclipse de Luna, pero desde nuestra longitud geográfica podrá verse durante pocos minutos, muy cerca del horizonte, en los instantes en que Luna aparecerá, unos 17° al Sur del cardinal Este.
El eclipse será visto en una fracción mínima -desde nuestra zona- y no podrá observarse el fenómeno de Luna sangrienta o Luna de sangre, que se percibe cuando el eclipse visible es total.
Luna de sangre sucede cuando la luz del Sol es interceptada por la Tierra; sobre Luna se proyectan entonces, por el fenómeno físico de refracción, todos los amaneceres y atardeceres del Mundo, que suceden durante esos minutos.
Los atardeceres amaneceres son rojizos pues la luz del sol, compuesta por seis colores - los colores del arco iris: rojo naranja amarillo verde celeste azul- sufre la dispersión gradual de frecuencias intensas al atravesar esta capas y más capas de atmósfera. se dispersan el azul, el celeste, el verde, el amarillo, acaso el naranja, y vemos el sol de color rojizo. esta luz, la luz rojiza de los atardeceres y los amaneceres, es la luz que alumbra por detrás de la Tierra, sobre su cono de sombra, baña la superficie Lunar, y la tiñe de rojo, de sangre.
Luna se mueve de Oeste a Este, al igual que Tierra, por supuesto, de modo que la zona bajo eclipse que veremos es la del Oeste de la imagen lunar.
Las imágenes que siguen generadas con el programa Stellarium:
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