Inti desde el Trópico de Capricornio, Huacalera, Jujuy

Inti desde el Trópico de Capricornio,

Huacalera, Jujuy

Proyecto Sagitario participó del 

1º Encuentro Nacional de Astronomía, Jujuy 2014 organizado por Astro Jujuy y Feria de Ciencias de la Secretearía de Ciencias, evento educativo declarado de interés por el Ministerio de Educación Jujuy.

Proyecto Sagitario es un plan de didáctica de la astronomía creado por docentes del Taller de Astronomía Juan Carlos Galarza dependiente de la Secretaría de Cultura de la Comuna de Bigand, Santa fe. Desde el año 2010 y en lo sucesivo, con el apoyo de la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación santafecina, ofrece su estilo de trabajo y sus incomparables equipos para la contemplación, disfrute o estudio del cielo de cualquier rincón de la provincia (y del país), en especial nuestros colegios, donde alumnos, maestros y profesores acceden a charlas y talleres, observaciones y campamentos, actividades todas de carácter científico, destinadas a motivar a la comunidad hacia tal tipo de pensamiento.

Los párrafos que siguen nos muestran como participantes del primer mencionado Encuentro por haber brindado charlas y observaciones solares a unos veinte cursos de colegios primarios y secundarios de la hermosa capital jujeña, así como de diversos pueblos y parajes de la quebrada. Un honor y una responsabilidad similar fue ofrecer la charla de cierre a unos cincuenta docentes participantes de la jornada extra de capacitación en la didáctica de la astronomía. 

La exposición De la Astronomía a la Geometría… ¿o al revés? es un diálogo con los participantes que duró una buena hora, con relatos y prácticas sencillas. Tengo el doble orgullo –en voz propia y como colaborador de la gestión provincial santafecina- de decir que los y las participantes solicitaron continuar más allá de lo estipulado, y que, cuando por razones de agenda, hubimos por fin terminado, se despidieron con entusiasmo todos y todas y, aún, se quedaron varios a seguir compartiendo ideas y preguntas y observaciones fuera de tiempo (una docente: ¿cómo puedo preparar una charla sobre átomos para séptimo grado?; otro: ¿cómo puedo usar este telescopio?). 

Participamos de este el 1º Encuentro… más de una decena de hombres y mujeres entusiastas del cielo, gentes de diversos sitios de Capital Federal y provincia de Buenos Aires, así como Tucumán y Santa fe. Fue como un mínimo éxodo, pero de abajo arriba, de las provincias sureñas al Jujuy, para vencer al maturrango, como nos enseñara don Manuel Belgrano a todos y a mí en particular mi viejo querido, quien de haberme visto mirar el sol, perdón, mirar Inti, desde Huacalera, desde el mismísimo trópico del mundo, hubiera sonreído a pleno sabedor de que una vez más troqué en alegría compartida uno de sus sueños y pasiones.

Allá fuimos los que dijimos desde un principio, yo voy, y no cambiamos de idea, porque sí o porque somos privilegiados: Ale, Jorge, Tomás, Nelson, amigos de antes, viejos lobos de mar, perdón, del cielo; y muchos amigos nuevos: Alejandro, José, Rafael y otros aún; y las damas, que ya mencionaré cabal para que las conozcas. A cualquier lado vamos si nos parece que vale la pena, a ayudar a que despegue un plan como el Oded sueña y parece que puedan llegar a cumplir los señores y señoras del estado jujeño. Confiamos en que cada esfuerzo brindado será aprovechado y capitalizado más allá de sus números, en la propia alma de los y las docentes de tan entrañable provincia, con gentes con una entrega, una amabilidad, una forma de ver el mundo tan distinta a la del centro del país, con su forma de ver el mundo (y no solo el cielo) tan querible como envidiable.

Toda la quebrada es lujo a los ojos y al alma pues la gente del lugar rezuma como el cardón lo mejor que adentro tiene. Me encantó Tilcara y me espantó Humahuaca. En Huacalera paré solo sobre el gnomón. Me emocioné y tan solo hollaba una línea imaginaria, como me dijo una de las puesteras. Las chicas que allí trabajan se acercaron a observar el sol por medio de Tuboro, el Coronado Solarmax de 40mm c/Ha, y a charlar sobre astronomía, los equinoccios, los solsticios, ese rollo tan lindo. Sabía Valentina mucho más que muchos que conocí bajo diversos cielos.

¡Qué alegría verla!

El miércoles 20 de agosto desembarcamos en la escuela Juanita Stevens de la capital jujeña. Llegué a primer hora pero Ale Barelli ya estaba allí, con Tomy y el Turco y Nelson, empedernido kirchnerista, famoso por sus disputas con Grandegor, a quién todos extrañamos de verdad en la juntada. Bajé pronto mis bártulos y armamos el circo. En menos de tres horas ya había sucedido el acto y había podido charlar con el secretario de ciencias de Jujuy, con quien hablé de los planes de divulgación y su importancia en torno a la economía de los gobiernos. Le conté -para defender los temas astronómicos- que la teoría top sobre cosmología pertenece a nuestro genial Maldacena y olvidé mencionar al ingeniero San Martín. Luego conocí a la Señora Florencia Gelmeti, Ministra de Educación, quién en el acto de augura prometió pujar en conjunto en pos de la construcción de un observatorio astronómico para la ciudad. Vaya si la aplaudimos entusiasmados.

A esta bella mujer tuve la suerte de saludar en persona, estrechar su mano y decir, como un tonto, Gracias, ¡qué alegría de verla! Mimoni estaba a mi lado y entonces nada dijo pero apenas salimos del aula recriminó la audacia. Créanme amigos, solo quise decir que era una alegría verla en el lanzamiento de la jornada.

La cosa es que comenzamos con el juego de los astros que tanto me entusiasma y contenta, tanto como para empujarme a este viaje, nuestro viaje a las estrellas.

Los más estudiados se fueron a las aulas y entraron a darle a maestros y profes su capacitación prometida. Los flojitos de papeles, afuera y al sol, ja, ja. ¿Dónde sino al sol iba a estar el Señor Galaxia, armado de Tuboro? Allá tuve el honor de conocer a Virginia.

Virginia tiene un kiosco solar, es física o técnica o ingeniera que fabrica y vende cocinas a sol. Las cocinas están buenísimas y verla defender el medio ambiente con su sonrisa franca y sus ojos transparentes hace que pienses afiliarte a Greenpeace, o algo por el estilo.

Bajo la tutela del organizador, Oded Kinderman,  titular de Planetario Móvil Jujuy, las escuelas presentes empezaron a desfilar por los diversos stands. En mi puesto les hablé de la energía visible del sol, de las diversas frecuencias en que radia un cuerpo cualquiera, eso que nosotros llamamos eem, y de su interacción con los diversos sentidos u organismos. A los pibes se les puede explicar todo si las palabras son las apropiadas. Luego, alumnos y profes observaron el astro, el cual mostró manchas, filamentos y prominencias por todos lados. Incluso fáculas observaron los más aplicados.

Esto fue así por el resto del día hasta que me tocó cerrar el curso con una charla sobre astronomía y geometría, como arriba dije. Este honor se lo debo a una compañera del grupo Endias, de Buenos Aires, quién eso propuso y en mí confió sin conocerme. La charla De la Astronomía a la geometría es muy práctica, los conceptos se desgranan de observaciones y comprobaciones muy simples, hechas sin preparativos ni artilugios, tan solo en base a la colaboración de los presentes. Una goma, un hilo, una piedra, un lápiz, con esas chucherías sueltas armamos elementos de observación astronómica y al verlos funcionar la sorpresa siempre entusiasma a docentes o profesores. La sorpresa, así como la distensión y la risa, tal vez sean las únicas armas del verdadero descubrimiento, génesis de aquello que muy pomposos llamamos conocimiento. 

El miércoles al fin se fue por el oeste y todos contentos, vaya: un par de estudiosos de geología me acompañaron toda la mañana; unos niños no dejaron pregunta sin hacer; otro niño se enojó, se peleó con el compañero y después se calmó mirando el sol; un maestro vino a por ser trasquilado y se llevó el morral lleno de lana; la mismísima Ministra Florencia Gelmeti se sentó en la sillita y miró con avidez y deslumbramiento, pues, todos, reyes y plebeyos, se deslumbran ante el verdadero Rey del mundo, el Sol, 

Inti, a quien miré desde el mismo trópico, Viejo, ¿Qué me contás?

Continuará.