La hermosa Luna
Toma única, 1/1200, Canon T2i + Lumbre Pura: reflector de 203mm y 1000mm de d focal. 05 10 14.
Carl Sagan escribió que nació la ciencia porque el hombre vio en la naturaleza cambios regulares; es decir, cambios previsibles, cambios de acuerdo a un ciclo. Un mundo estable no la hubiera generado, y uno cuyos cambios fueran aleatorios, tampoco.
Carl Sagan escribió que nació la ciencia porque el hombre vio en la naturaleza cambios regulares; es decir, cambios previsibles, cambios de acuerdo a un ciclo. Un mundo estable no la hubiera generado, y uno cuyos cambios fueran aleatorios, tampoco.
Luna alterna sus fases. Su forma cambia cada x
cantidad de días y el ciclo se repite. El número de días para las sucesivas fases:
creciente, llena, menguante y nueva, quedó inscrito en las semanas del mes. Siete
por cuatro suma veintiocho días, casi una lunación. Vemos aquí que nuestro
satélite organiza parte del calendario. En la antigüedad fue tan importante
como el sol para datar nuestro paso por el mundo. Aún hoy hay culturas que
siguen un calendario lunar
Luna es hija de un impacto antiguo. Un planeta que ya
no existe (bautizado Theia) chocó con una Tierra primigenia. Ambos se fundieron
en un abrazo colosal. Nuestro núcleo ganó cierta masa del pretérito Theia y el
resto, rocas y polvo, por rebote, quedó en órbita a nosotros y formó una banda
o anillo que aglutinó en el satélite que ahora vemos. Se cree que tal evento
sucedió hace 3.800 millones de años. Desde entonces, y por efecto de las
mareas, Tierra demora sus días y Luna se aleja* cada año un poquito (4 cm .).
*Este alejar tiene origen en la ley de conservación del momento angular. Esta "conservación" es una proporción que debe cumplirse. Cuando dos cuerpos giran involucrados por alguna ligadura (la gravedad, aquí) deben respetar una constante formada por dos variables; estas son: la velocidad de giro y la distancia que las separa. De este modo, si el conjunto altera una de ellas, por loco que parezca, en acto se modifica la segunda. Es lo que ocurre cuando un patinador gira y al hacerlo acerca los brazos al cuerpo: para que el momento angular subsista, aumenta la velocidad de giro instantáneamente. Pruebe a verificar este milagro con un cuerpo de birome, un hilo y una goma de borrar atada al hilo. Introduzca la punta libre por la birome, deje un largo de hilo de unos 20 o 25 cm. fuera de ella; comience a hacer girar la goma hasta que su plano de giro sea casi horizontal; ahora, mientras sostiene la birome con una mano jale del hilo con la otra, a modo de disminuir el radio de giro de la goma; verá cómo ésta aumenta su velocidad. Para cerrr este aparte, decir que Tierra y Luna se alearán hasta que alcancen una sincronía tal que deje a ambos astros "mirándose". Luna ya ha alcanzado tal estado, siempre muestra una misma cara a Tierra. Para que nuestro mundo lo haga hemos de alcanzar un día de 50 días, aproximadamente. En lo real, jamás lo lograremos ya que, antes, Sol dejará de existir.
*Este alejar tiene origen en la ley de conservación del momento angular. Esta "conservación" es una proporción que debe cumplirse. Cuando dos cuerpos giran involucrados por alguna ligadura (la gravedad, aquí) deben respetar una constante formada por dos variables; estas son: la velocidad de giro y la distancia que las separa. De este modo, si el conjunto altera una de ellas, por loco que parezca, en acto se modifica la segunda. Es lo que ocurre cuando un patinador gira y al hacerlo acerca los brazos al cuerpo: para que el momento angular subsista, aumenta la velocidad de giro instantáneamente. Pruebe a verificar este milagro con un cuerpo de birome, un hilo y una goma de borrar atada al hilo. Introduzca la punta libre por la birome, deje un largo de hilo de unos 20 o 25 cm. fuera de ella; comience a hacer girar la goma hasta que su plano de giro sea casi horizontal; ahora, mientras sostiene la birome con una mano jale del hilo con la otra, a modo de disminuir el radio de giro de la goma; verá cómo ésta aumenta su velocidad. Para cerrr este aparte, decir que Tierra y Luna se alearán hasta que alcancen una sincronía tal que deje a ambos astros "mirándose". Luna ya ha alcanzado tal estado, siempre muestra una misma cara a Tierra. Para que nuestro mundo lo haga hemos de alcanzar un día de 50 días, aproximadamente. En lo real, jamás lo lograremos ya que, antes, Sol dejará de existir.
El par Tierra-Luna es único en el sistema: no hay otro
ejemplo con tal mutua influencia. Luna, por ser tan masiva con respecto a
nosotros (1/80), actúa como un ancla y estabiliza el eje de giro terrestre, lo
cual mantiene constante la irradiación solar bajo la cual evolucionamos los
seres vivos que conocemos. Si estamos aquí, en gran parte es por ella. Es
curioso, aquel choque, que suena a Apocalipsis, creó las condiciones para la
vida actual.
Luna, Lua, Moon, Selene, Astarté, nos adueñamos de ese
mundo primero con la palabra; luego con la pluma de los escritores más lúcidos,
los fantasiosos; por último con nuestros pies. En el año 1969 descendió sobre
ella Neil Armstrong, un mercenario que se había ganado la vida bombardeando
aldeas coreanas. El tipo bajó allá arriba y dijo: Solo un paso para el hombre pero
un gran paso para la humanidad. En fin, propaganda yanki, nomás.
Cuando ofrezco telescopios para mirarla todos sueñan
con ella, su cara sucia salpicada de cráteres es bellísima. Una amiga, me dice:
Yo
la amo... No es para menos. Luna es nuestra de la más íntima manera. Habita
nuestra literatura y las religiones, dio paso a la ciencia y mide aquello que
más queremos: la gestación. En voz antigua, luna es menós y de aquí derivan
las palabras mes y menstruación. Por supuesto, anuncia los nacimientos y tanto en
la actualidad como en el pasado, curanderas, brujas y obstetras cuentan lunas para fechar los partos. El significado literal de la palabra
Luna es Luz, y otra vez una metáfora: nacer, dar a luz.
Para cerrar con algunos datos –que siempre espantan-
diré que Luna dista 385.000
kilómetros de casa.
Listo, cumplí, ahora a jugar: su diámetro es 2.6 veces
menor al nuestro de modo que podemos imaginar lo que sigue: toma una bocha, esta
será Tierra; ponla en el piso y camina cuatro pasos; ahora, pon allí una
pelotita de ping pon, esta será Luna. Ya está, aléjate para ver la obra. Ahí
tienes un modelo a escala, así es como se ven ambas en el cielo. La una y la
otra, danzando bajo la…
Uy, iba a decir danzando
bajo la Luna , pero no, ellas danzan bajo las estrellas,
hasta el fin de los tiempos, para regocijo de los hombres y de mi nieto,
Leónidas, quién cada vez que lo llevo a la noche me la señala para que la
nombre, la hermosa luna.
Sergio.
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