En el siglo IV el emperador Constantino y su madre Santa Elena conservaron dentro de los muros de una amplia basílica a la casa de Nazaret en la que vivió la Sagrada Familia , Al caer Palestina en poder de los musulmanes esta casa fue trasladada a países cristianos. Según la leyenda, el trasporte se hizo por el aire a manos de unos ángeles que la condujeron a Dalmacia primero en 1291, y en 1294 a la ribera opuesta del Adriático, en Italia, entre un bosque de laureles de donde recibe el nombre de Loreto. En el siglo XIV se levantó allí la basílica que encierra la Santa Casa. Desde entonces Loreto se convirtió en uno de los grandes centros de peregrinaciones del mundo cristiano. En 1920 Benedicto XV proclamó a la Virgen de Loreto "Patrona de la Aviación ".
Ya les hablé de mi hermano Juan Pablo, muchos de ustedes lo conocen. Estuvo en todas nuestras actividades astronómicas y, en especial, durante el Conciliábulo Nocturno del 6 de noviembre en La Estrella –Bigand-, se hizo amigo de Roque, el caballero noctursarino.
Juan Pablo tiene una personalidad arrolladora, una mirada aguda y franca (y verde) y una inventiva y voluntad a toda prueba. Ama la naturaleza como pocos; es natural enterarse de que ha estado escalando montañas nevadas, o cruzando paranáes a brazada limpia, o que se ha ido en bicicleta hasta donde el diablo perdió el poncho. Obvio por increíbles sus incursiones en el parapente, y su fotografía de altura (sacaba fotos desde el ala delta, allá arriba).
Tiene, además, una familia hermosa formada por Marcela, Agustín y Morena.
Juan organiza hace años triatlones y bicicleteadas de toda laya. Lo que estos bikesman gastan en una bici, nos haría dueños del más pulido apocromático sobre una eq18, al menos. Pasma verlos raudos llegar y detenerse en medio de una nube de polvo, bajo el sol o las estrellas, tanto da, con sus ropas flúo y sus guantes vistosos y sus cascos tallados -los cuales tienen por objeto protegerles la sesera pero no pesar. Infaltables los lentes polarizados sujetos con elástico. Muchas veces evoco las series de Miami al verlos y nunca dejo de envidiarles los cuerpos trabajados, la confraternidad y los espíritus ligeros. Qué voy a hacerle... otros deportes me dio la vida: el ajedréz, la observación y la lectura. Mi cuerpo es el sucedáneo de estas parsimonias. Mientras ellos gastan infinitas calorías pedaleando duro tras los vientos de la pampa, me siento yo a por una partida, un buen libro, o una noche junto al teles.
Anoche, por estas causalidades bigandenses (en Europa no se consigue) unas sesenta personas se dieron cita a la Pedaleada Nocturna.
Gentes de toda edad, sexo y condición, enfundados en sus calzas y sus remeras de tela de la Nasa , venidos de Rosario, Mugueta, Alcorta, Bombal, Firmat y Neuquén, salieron con sus bicis tras las postas ocultas en los senderos de la soja. Un grupo pedaleó 27 km y el otro, el profesional, 50. Imagínense amig@s, como si todos nosotros nos reuniéramos y mientras unos observan Júpiter y Saturno o la Luna , otros fueran a por la Dumbell o la Cangrejo.
Noche, caminos desolados, bicis a mil, la luna alta y blanca, los cuises y las lechuzas... y los resabios de una época pasada.
En un cruce de sendas, la Ermita de Nuestra Señora del Loreto. Allí, un rombo sin sembrar¡¡¡¡
En ese rombo, cruce de caminos de la colonia que aún guardan los antiguos nombres -Puente Pessoa, Colonia Fitte, Camino de la India Muerta , etc.-, armamos con sigilo los teles y los binos de Proyecto Sagitario y el Taller de Astronomía Comunal JC Galarza. Nuestra misión: agasajar con Luna, Estrellas y otros bocadillos a esa pandilla de forajidos que, sobre las 23, llegaría sin conocimiento de nuestras intensiones.
Uff. Aparte de astrónomos, salteadores de caminos.
Cual pequeño Juan siguiendo las órdenes de Robin Hood, acechamos la noche y la senda por la cual, inexorables, llegarían los Señores de Baik. Debíamos robarles a esos ricos su cansancio y su estupor para repartirlo ahora entre ustedes, los pobres que no fueron parte de la velada.
Con Moni llegamos una hora y media antes. Armamos el circo: Pionero, Lumbricita y Candela celeste; y los binos Hokenn 16x50, Optisán 12x50 y Galileo 10x60.
Este último, Galileo, sobre un trípode.
Figúrense, tras la ermita, respetando su espacio sagrado, los instrumentos del Patricio Florentino... hummm.
Créanme, amig@s, cuando hube armado el último binos de ese séquito óptico abominado por los inquisidores -el Galileo 10x60-, en el horizonte centelleó un feroz rayo cósmico que dio de lleno en los alambres de púa; y estos, cual renacida corona de espinos, se dispararon hacia mí ¡con la indubitable intensión de castigar nuestra osadía y nuestra ciencia blasfema! Uff, a duras penas les esquivé con un ágil quiebre de cintura.
Pasado el incidente, dímonos a una observación cansina, mientras nos zambullíamos en off.
De pronto, luces otra vez¡¡¡ Dios, ya basta, exclamé, echándome de rodillas al suelo, pero Moni me dice, Es un auto nomás, levantate. Uff. Llegaba Javier con su familia. Javier estuvo en la última plaza astronómica de Bigand y se entusiasmó tanto que el lunes corrió a la ópticastorage y se aprovisionó con un h76900 sobre eq1. Lo traía, claro, y lo sumó a la fiesta. Le acompañaban, además, sus bellas hijas y su esposa.
Al fin, escuchamos en el solaz voces y rrrrrrrrrrrrrrrrrrr los murmullos de las bikes. El tándem primero hacía su triunfal ingreso al rombo de Loreto, a esa patrona de las alturas, a nuestra pequeña sopresirijilla. Uh, ahora me figuré al Coyote, aguardando al Correcaminos... sólo que no me da el perfil.
Rodearon la figura cara a Scarlach* y dieron de lleno con nosotros!!!!!
Amig@s, ya me conocen. Además de canoso, amo esto que dios me ha dado en canje por el viejo. En ese momento, en el momento en que esos centauros con piñón dejaban sus bicis y, botellitas de agua en mano, se acercaban a nuestros paganos teles... temblé de gozo.
Avalancha.
Jóvenes fluorescentes en la claridad de la luna abordando oculares, mirándola, viendo sus cadenas montañosas, sus cráteres y sus valles de lava. Jóvenes y no tan jóvenes, siempre con calzas, cascos, guantes; sudando exhaustos, preguntando, exclamando, adorando el cielo (Sorry Señora Loreto, ya pagaré allá arriba, cuando cierre mis ojos).
Cuántas preguntas, cuánta ansia de saber. De qué no hablamos. Las estrellas fugaces, Sirio, Betel, La lava seca y los terribles impactos, la edad incomprensible, el origen de la luna, la distancia y la simultaneidad, la tarántula, los cúmulos argonautas... uff.
No quiero aburrirles. Una hora después, los sesenta granaderos se fueron juntos, tirando juntos, formando un cuerpo, un cúmulo de vistosos colores en la nocturna senda del pedal.
En un instante estábamos solos again.
Una larga hora me llevó cargar todo. Nos esperaba la choriceada y la despedida. Además, sépanlo todos: nuestro hacer siempre guarda un as en el tubo –perdón- en la manga.
Sobre las dos am lleguamos al club del pueblo, todos allí comiendo y tomando seben. Riendo todos. Comimos. Juan Pablo entregó presentes y sorteos y agradeció a David su esfuerzo (el canalla estaba ahí!!!!), todos rogaron porque en la próxima bicicleteada pedalee un poco.
Por último, cuando casi se iban, entregamos lo nuestro: una foto de un astro para cada uno de regalo y recuerdo: las pléyades por Leonardo Júlio, las pléyades por Mauricio Bassi, las M42 de Marcelo Salemme, las tomas de galaxias y lunas y nebulosas de todos los fabulosos astrofotógrafos de nuestros foros Espacio Profundo y Sur Astronómico; otras pocas tomas de la nasa -son las peores, lejos.
Fue la apoteosis. A una mamá con una panza de ocho lunas le di la que restaba; al muchacho de Neuquén la increíble Cabeza de caballo; a diez más, NGC 253 y hablarle de los seven millon years. El tránsito de Omán, la kirchner avanza (kichenrunning), la Helix , un despegue, Tracy on the window, Júpiter e Io, etc., etc., etc.
Quién crea que eso fue todo, no me conoce.
Éramos cinco a las tres en el medio del campo de deportes. Abajo las luces y un bino a cada par de manos. Le dimos durísimo a omeguita¡¡¡¡¡
César Vallet me dice, Quiero ver un planeta...
Sonrío y le digo: Date vuelta. Mirá. Aquella es una estrella porque parpadea, se llama Spica; a su lado, ese amarillo fijo, es Saturno¡¡¡
Fin.
Sergio Galarza
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