Nueva serie de notas de Proyecto Sagitario y el Taller de Astronomía Juan Carlos Galarza, de Bigand:
Hágalo usted mismo: ...
Esta serie, publicada en papel para nuestros talleres, y en diarios zonales y redes sociales para el resto de los mortales, estará destinada a lectores sin formación específica. Nuestro objetivo será: entusiasmarlo hacia la observación astronómica o la racionalización de sus muchos tópicos y eventos.
En la presentación de la serie, insistimos sobre un tema no siempre iluminado: El Reloj de Sol.
http://sagitarionews.blogspot.com.ar/2013/04/hagalo-usted-mismo-reloj-de-sol.html
He aquí el Texto:
Los hombres antiguos comprendían
el cielo de un modo que a la mayoría de nosotros sorprende. En la actualidad,
con el recurso internet, los libros y la sabiduría de nuestros maestros y
abuelos, no imaginamos cuánto conocimiento tuvo que ser desarrollado o, más
bien, inventado.
Piensen en esto: con el dominio
de la agricultura y el sedentarismo, se hizo imperativo calcular con
anticipación la llegada de las estaciones. Fue razón de vida o muerte para las
antiguas sociedades saber cuando llegaría el invierno, cuándo el verano. Es
decir, fue necesario desarrollar un calendario, un sistema que midiera el
tiempo o lo que ello fuera, que hacía variar las temperaturas ambientes en forma repetida.
Medir el año, saber en forma
precoz la llegada del verano, el otoño, el frío y el nuevo abrir (abril) de las
flores, puede calcularse tan solo con una sombra.
El sol es una lámpara que nos
alumbra desde una posición estable (para el hombre). Es decir, los rayos salen
de él y llegan a la Tierra
sobre un mismo plano o dirección. Más, como nuestro planeta gira sobre sí mismo
y también alrededor del astro, y como gira sobre un eje que está inclinado, los
rayos de luz nos golpean cada día desde una dirección o ángulo distinto.
La inclinación del eje no es
mucha, la luz incide perpendicular en una franja estrecha de Tierra cuyos bordes llamamos trópicos. Nunca más allá. Es falso
decir que durante el mediodía los objetos no dan sombra. Ni siquiera es así
siempre sobre el ecuador.
Sigamos: en cierta época, el sol
se ve alto y sus rayos de luz inciden directo sobre el hemisferio sur: luego,
calientan mucho. A esto le llamamos verano. Seis meses después, cuando la Tierra ha recorrido la
mitad de la órbita y está inclinada para el otro lado -con respecto al sol- los
rayos pegan sobre Chabás en un ángulo pronunciado. Luego, calientan muy poco y
le llamamos invierno.
A trabajar:
Clava un palo en el patio, que
quede derecho, perpendicular al piso. Lo único que debes hacer ahora es…
¡observar tu reloj de sol!
Cada día, la sombra se irá
acortando por la mañana hasta dar el mediodía, momento en que comenzará a
crecer hacia el lado opuesto del palo, en lo que llamamos tarde.
Esto lo sabemos, lo que debes
observar y registrar con una marca o piedra es el largo de esa sombra del
mediodía (la sombra más corta de cada día indica el mediodía, el momento en que
las horas de sol se dividen en dos).
Verás con asombro que cada jornada
la sombra del mediodía ha cambiado su largo. Se habrá alargado si estamos yendo
del verano hacia el invierno (como sucede en abril, en el sur); y se habrá
acortado si estamos yendo con nuestro planeta del invierno al verano (sobre el
20/21 de junio).
El día de la sombra más larga
será el solsticio de invierno y el día de la sombra más corta será el solsticio
de verano.
Ya tienes tu reloj. Aún no marca
las horas pero te serviría si el mundo se acabara y quisieras recomenzar la
aventura. Sabrías cuando preparar la siembra y cuando cosechar. En la próxima
nota te enseñaré a leer las horas del día.
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