A la hora de las ánimas... vi un fantasma.
Ayer el cielo tuvo un detalle con los mortales que le amamos. Después de 19 días y 500 noches de lluvia y nubes, un despejado sin tanta humedad.
Como si me corriera el diablo, armé el Lamborghini de los telescopios, el LX90 de 8 pulgares de cacerola (qfp) y le zampé el hermoso diagonal dieléctrico que me trajo de regalo el Timbero (apo Meade ED6000 de 80mm) y, al dieléctrico, el ocular Meade SWA de 28mm. Con ese setap me repantigué en mi noche casildense, cada vez más contaminada por luces y sones (En la plaza Belgrano, sita a 6 cuadras de casa, un grupo de tradicionalistas lanzaba unos recitados que, no dudo, matarían de risa a Borges, Atahualpa o al mismísimo Zitarrosa. ¿Cómo cree un recitador que va a emocionar al contar sobre un pingo que mandan al matadero? Pido al cielo que ese pueta lea el cuento de Manauta, en el cual un correntino se encuentra en plena picada con un tigre, y su caballo detrás. ¡Ay! siempre me duele que, habiendo tanta literatura de valor en los escaparates, se inclinen por los sentimentalismos).
En fin, con esos "versos" en el aire la noche me dejaba pispiar unas tímidas luces.
El LX90 de 8´´ debe de ser uno de los mejores equipos en venta en Argentina: no es pesado; se arma en cuatro pasos; su calidad óptica es increíble; su Autostar no pifia una; como contra, debo decir que recién ahora, con la voracidad empresarial, y no por el valor del billete legal, su precio picó a las estrellas (a las nubes había dicho pero ni mentarlas debo).
Puesto a observar, le metí ojo a M35, el cúmulo de Gemini, y lo vi tan lindo, tan amplio en el ocus. Pronto busqué M36 y M37 pero el primero quedó debajo del tapial lindero, de modo que disfruté de un pálido 37.
Enseguida me fui hacia NGC2392, la nebulosa del eskimal. La ví pequeñina, azulita, muy tímida, le zampé unas instantáneas con la Canon.
Júpiter es un gordo precioso, con más cintos que una bondiola. Le vi unas cuatro o cinco franjas de tormenta y sus cuatro galileanos. Antes de dejar a este compañero otoñal le tiré una instantánea a 1/125s. y luego unas vistas a 250x con el ocus Orión de 8mm.
De Júpiter piqué al sur, le metí abundante retina a las nubes y los cúmulos de Carina, en especial a la Gema a quien le tiré unos tiros pero la edición me quedó aún pero que lo que he mostrado y por tanto a lo mejor se las ahorro. Gema es cúmulo magnífico que debiera figurar como uno de los más bellos del cielo, así como Carina empequeñece la M42 a morisqueta de objeto. Gema es más colorido y prieto que cualquier otro galáctico, junto al Alhajero -NGC4755.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_joyero
De la gema fui por la banda de barro y de luz hacia los dos cumulitos de Crux y me detuve al fin en la Blue planetary, la Planetaria Azul, para los que no cacen mi inglés -NGC3918.
Antes de volver al este y a nuestro espectro, eché vistas sobre el Alfiletero y, bien arriba a esa hora, al cúmulo de Vela, IC2391 u Omicron velorum. Es este un cúmulo amplio y joven, muy bonito, sus luces cuentan 50 millones de años, es decir, un quinto de vuelta a la galaxia.
Al fin me mandé al este. Ya Alphard asomaba sobre el sauce disciplinado de casa.
Desde Alphard, estrella de tipo espectral K, sita a 170 al de casa, de magnitud 1.9 podemos partir para ubicarnos sobre la galaxia eje -NGC3115, el asteroide Pallas -pero esto es ocasional, claro- y la espantosa nebulosa fantasma de Júpiter -NGC3242- que aquí les muestro.
Luego de demorar minutos y alternar oculares para disfrutar múltiples vistas, le metí unos tiros para postear aquí.
Lo mismo hice con la famosa eje, la galaxia Spindle.
A Palas lo busqué poco y lo encontré nada, de modo que quedará para futuras observaciones.
Cuando ya estaba por tirar la toalla sonó el timbre de casa: Ricardo, muchacho que trabaja en la construcción del observatorio, venía a por unas vistas de modo que repetí imágenes hasta que su celu estalló con los estrépitos de su abandonada esposa.
El observer tardío se fue corriendo.
Observé aún unos cuantos soles y antes de arriar el paño -como decía mi padre- le metí abundante ojo a Omeguita, el elefante de los globulares. Le miré a 70x, a 11x y aún a 166x. Me sigue gustando más el tucancito.
Cierro con datos de los equipos ópticos usados:
Teles Meade LX90 de 203mm a f 10.
Ocus: Meade SWA28mm 68º; Meade HD 12mm 60º y 18mm 60º; Orión lanthano 8mm 68º.
Los mismos me regalaron vistas a 70x, 111x, 166x y 250x.
Cámara Canon T2i, Notebook, mesa, silla, cielo.
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