La temperatura de una, va a la otra...
El pasado martes estuvimos en una escuela primaria de Los Molinos, Provincia de Santa Fe. Allí realizamos una actividad bien Blues: una charla donde los únicos privilegiados fueron los niños, como dijo un señor hace mucho, mucho tiempo. Luego, observaciones solares y registro de manchas por medio de los telescopios provistos por Proyecto Sagitario: un Coronado Solarmax con filtro Ha double stack y un Hokenn 90 910 con filtro Baader, en forma absolutamente gratuita para los niños y niñas de mi querida y triste provincia de Santa fe.
Los cuarto a séptimo grados participaron por igual con preguntas y aportes propios. Chicos y chicas de sexto y séptimo habían confeccionado las constelaciones sobre cartulinas y estaban realmente motivados hacia la actividad en forma previa, por las docentes de grado. La charla sirvió para que cada uno expresara lo que sabe, y más, claro, que por eso digo que fue una actividad Blues y no un simple paseo por el cielo.
Suelo preguntar mucho en la exposiciones, apenas digo y solo después de que los participantes han arriesgado sus propias repuestas, sacadas de lo más hondo de sus razonamientos.
En un momento, después de haber explicado los rangos de temperaturas que deben ser deducidos de los colores observados en los astros, ante una foto gigante del limbo solar, en la cual destaca lo negro de una mancha ante lo naranja de una fácula, enmarcados ambos accidentes en el rojo tradicional de fotosfera, dije:
Fáculas y manchas suelen aparecer al unísono sobre el limbo solar, ¿Por qué, qué significa eso?
Rápido, una niña de sexto levantó la mano y dijo:
¿Porque la temperatura que a una le falta se la da a la otra...?
Amigos, amigas, vivo leyendo sobre ciencia y literatura, sobre filosofía y cuántica, sobre lenguaje y política... si uno de ustedes puede mejorar esta respuesta que la escriba al pié, le obsequiaré uno de mis más preciados libros, o un vino si el susodicho es un borrachín amigo.
Respuestas como esta, que demuestran un grado de razonamiento pristino, auténtico, son las razones que me mueven a divulgar ciencia. Porque no me vengan que un niño que realiza ecuaciones es inteligente, eso es zoncera; las ecuaciones tienen un algoritmo, cualquiera que lo domine, las resuelve. Solo mediante el abordaje de temas desconocidos es cuando una mente se prueba a sí misma, cuando la vemos saltar -en sentido nietszcheano- sabemos si sirve o no.
Los alumnos de la escuela de Los Molinos saben saltar amigos, vaya que sí.
Pronto realizaremos una nueva actividad, estén atentos.
Gracias a Elizabet por la invitación y a todo el cole por recibirme y colaborar con la actividad. Van imágenes:
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