Qué es proyecto sagitario?

Cursos de Iniciación a la astronomía.

Didáctica astronómica. Talleres de Ciencia.

Charlas, cursos, campamentos, observaciones grupales.

viernes, 29 de abril de 2011

Primera Norma Astronómica

Casilda, Bigand, 27 de abril de 2011
Primera Norma Astronómica
Tuve el orgullo de poder participar de unas charlas astronómicas y una jornada observacional con la comunidad del colegio primario Domingo Faustino Sarmiento, de la localidad de Arnold.
Sabido es que Sarmiento, entre tantas cosas que hizo por nuestro país, fue el fundador del Observatorio Nacional Argentino, en la ciudad de Córdoba, el 24 de Octubre de 1871. El día de la inauguración, Benjamín Gould, flamante director del observatorio, pronunció su soberbia frase: “Los telescopios son cañones disparando contra la ignorancia humana”. Este bostoniano, en pocos años se forjó un lugar en la historia de la astronomía por su mapeo del cielo que nos cobija, y por utilizar el recurso de la fotografía astronómica para determinar posición y distancia estelar.

Llegué al colegio a eso de las cinco. Un Edificio antiguo, de paredes sólidas y anchas, de altas ventanas. El patio cubierto ya disponía la pantalla y el proyector pero un ventanal al oeste me daba el sol de la tarde y me sustraje. Los chicos corrían en el patio del recreo; las maestras me observaban, guardando cierta distancia ante el extranjero, en su pueblo. Pensé en el jinete pálido y en otros que, con el sol de la tarde, llegaban en las pelis a los pueblos, a imponer su justicia. Ay, yo no traía ninguna; solo un puñado de historias falsas, que tejen estrellas y nubes en el cielo. Se acercó una portera, amable y me ofreció su ayuda, así que volvió mi mente a mis asuntos. Atrás quedó la barba sucia de Clint y su poncho raído, flotando en el polvo del patio.

La primera charla, con chicos de 1º y 2º año del secundario. Cayeron unas veinte atentas, educadas alumnas. Traía una niña una carpeta de notas, y la usó. Ofrecí hablar de lo que a ellas les interesara, que ellas propusieran el tema, pero no arrancaron. Se habían sentado en bloque atrás y eso es duro. El que habla queda solo, adelante, lejos de todo. Por suerte, muy pocas se aburrieron. Hablamos de todo: ovnis. Hay ovnis, Sergio? Si, contesto siempre, Nosotros, los humanos, ya enviamos ovnis a otros planetas… Nooo, me dicen, ¿Hay ovnis, acá? No creo, digo, no creo, ¿venir de tan lejos, para dejar una foto dudosa a un periodista de Venado Tuerto? Medio raro, ¿no? Hablamos de la muerte del sol, tema que desgarra a la infancia. Saben… ¿por qué no mentir un poco de ahora en más y no decir que el sol va a morir? Ningún niño o niña queda conforme con ese saber. Y ¿de qué le sirve, saberlo?
Una niña me dice: ¿Y por qué no trabajamos los hombres para ir a otro sol, a otro lado? Le digo: los iunaited (siempre arreglo todo echándole la culpa a los pobres yankis) están abocados en guerras y consumos enloquecidos, ¿A qué país central le importa la vida? A ninguno, creo yo.
Otra niña: yo vi la película Wall-e: Ahí, en la tierra no quedaba nadie, solo una máquina y mucha basura… ¿Nos va a pasar lo mismo? Me dice. Uff. Amigos, lloré de emoción viendo Wall-e. Considero Wall-e unas de las muy pocas cosas potables que han hecho esos tíos de Pixar. Le dije, a la niña, Mira, niña, de ustedes y de nosotros depende, si vamos a salir como locos a comprar cosas, pues sí, olvidate del futuro, el futuro está perdido. Pero… Si vamos a obrar con inteligencia, con respeto, con amor a la vida, entonces otro puede ser el futuro del hombre, le dije, y recordé que tenía que confirmarle al Roger la compra de ¡Luz del cielo!
Bueno, también hablamos del color de las estrellas y de la temperatura asociada a ese color. Y hablamos de las emisiones de fotones y de cómo se enciende una estrella; de nebulosas planetarias y de agujeros negros, of course. Y miramos el espectro de la luz y, cuando quisimos mirar la hora era de noche y el segundo turno de alumnos esperaba demoliendo el colegio.

En un tris despaché a estos y el salón se llenó de chicos. Cuarenta, sesenta, más los pibitos de preescolar con sus mamás sentadas atrás y la señora directora, Teresita. El salón estaba repleto de esas mentes que me gustan, ávidas. Adultos y niños pequeñines… y entra la portera, se sienta, cruza sus brazos y se concentra para escuchar.
¿Cómo hablar de algo que los interese a todos? Me pregunté. Unos, 4 años, otros, 10 años, 12 años y ¿más de treinta las señoritas? ¿Cómo hablar un tema que los aúne y entusiasme por igual?
De entrada, apliqué la treta nº 72 de mi manual. Dije, serio: Aquél que se aburra, ¡¡¡tiene que pagar!!! Santo remedio. Comenzamos la charla y duro con los conceptos y los datos: “porque todos los soles nacen en nubes de polvo y crecen así y envejecen asa y mueren de aquél modo”, y va un bajito y me corta: ¿¿¿y cómo saben eso los astrónomos???
Imagínense. Ese alumno ponía el dedo donde debía. Ojalá cada niño o joven se acostumbrara a cuestionar con respeto e inteligencia al otro.

En esos momentos acababa de llegar Marcos, un amigo de San Nicolás. No había hecho más que bajar de su flamante moto e ingresaba al salón vestido de caballero andante, con su yelmo y su adarga.
Por supu, para salir de la estacada, argumenté: ¿Cómo deduce, un ser de otro mundo, que viniese a este salón por un minuto, cuánto vive el ser humano y cómo evoluciona? La respuesta la comprenden hasta los niños de 4; ¡qué digo, hasta sus mamás, la comprenden!
Un ser de otro mundo, echaría una lenta mirada al grupo dentro del aula y diría: “Puessss, los humanos… nacen con 4 años (preescolares); luego tienen 10 o 12 (6º y 7º grado); después evolucionan hasta tener 30 (las mamás, las maestras, la portera); y saltan hasta los 49 (quién escribe). Por último, deben de desaparecer, nomás, en el aire, o acaso entierren a sus muertos, porque cadáver no vi ninguno”.
Esto diría un extraterrestre que viniese al salón de la escuela Domingo Faustino Sarmiento, una tarde de abril, al deducir los grados evolutivos de la especie humana. Esto le dije al niño incrédulo, cazó al vuelo la analogía y me creyó.

Mil más preguntas fueron hechas con toda la saña y la inteligencia de que es capaz un niño, que aún tienen espontaneidad y la curiosidad les taladra el cerebro, gracias a dios. De nuevo la charla lo ocupaba todo y nadie largaba la verba para que pudiéramos irnos a armar los teles y darle duro al cielo. Tuve que rogar que me dejasen ir, prometer que volvería a charlar, tan solo. Parece a veces que, si por ellos fuera, les bastaría con charlar, sin mirar el negro y alto cielo, nutrido, hermoso, ahí fuera.

Quiso un chico hacer la última y dijo: ¿Es cierto que los astronautas sufren la no agregación de calcio a sus huesos cuando están mucho tiempo en el espacio…?
Miré a Marcos otra vez, Marcos sonreía y me miraba. Leí en el brillo malicioso o divertido de sus ojos algo así como: Embromate, ¿quién te manda a andar haciéndote el estrellita delante de estos leones??

Salimos al fin del salón y quedé patitieso. La oscuridad afuera era total. La directora había pedido a la Cooperativa que apagara la cuadra y habían cumplido. Por un instante me creí en la lejana Córdoba de Gould, con el viejo Domingo al lado, oteando el cielo. Todo era estrellas, allá arriba.
Marcos y yo armamos los teles, Pionero y Nuevo sagitario; Candela en ciernes, en la cajuela. Nos metimos en ese saco de carbón que era el patio de tierra. Qué cielo!! Qué cielo tiene Arnold. El Coalsack verdadero (il Canopo fosco!!!) destacaba entre sus magníficas Mimosa y la triple; Carina (NGC3372) era notoria como un salivazo en una pizarra (perdonen la metáfora, es que escribo muchas notas y se me agotan las figuras). Kappa crucis (NGC4755), ahí, de una, la señalaba con el dedo, y Omeguita (NGC5139), y poco faltó para que dijera ahora que M42 era visible a simple vista.
Hábiles soldados de las sombras, Marcos y un servidor nos repartimos el botín: él, Nuevo sagitario (hok 90 900); My, Pionerín (hok 150 1200). Toda vez que estuvimos listos, largamos con ambas filas de ávidos: Él, M42; yo, Betelhause. Enseguida enfocamos Saturno y sus lunitas. Y luego Eta Carinae. En lo mejor estábamos cuando lo veo a Marcos mirando algo, entre sus manos, alto en el cielo. Qué…??? No ví qué tenía. No dije nada, treinta children tenía encima. Mirando y preguntando cosas, a cada momento.
Hablábamos de esto y de aquello y vi en la penumbra que había varias maestras. La portera estaba a mi lado y era de fierro. Le digo, ante el dilema de los bajitos: ¿¿¿no habrá una escalera??? Salió corriendo, trajo una de dos metros, una de pintor. Todos pudieron observar, extasiarse, soñar. Todos decían, faa o uff, o qué bueno!!!!!
Fíjense; una niña de 7º, viene y me dice, vi saturno. Y no dice más. Le digo, ¿¿¿seguro, lo viste??? Sí, dice, seca. Me digo, no lo ha visto. Le digo, mira que si no lo viste pasá de nuevo (por la cola). Se va. Saturno estaba en el otro teles. Al rato, viene y dice, Sergio, yo no lo vi bien, a Saturno… Íjole –créanme- sentí la sangre arder!!! La tomé de un brazo y dije, Vamos!! Me fui de lleno a la valija de los oculares (cuando hacemos observaciones, coloco un ocular de bajo aumento para no tener que corregir tanto el eje horario) y saco el increíble super plossl de 10mm -genérico. Vamos con Marcos, ahora. Tun tu tu tu tun. Marcos, un reclamo de garantía… le digo y reemplazo el 25 mm por el 10 mm. Reenfoco y le digo a la nena, Milagros, mirá. Milagros mira, con y sin lentes, un espacio de tiempo y levanta el rostro; sonríe, el fuego en la mirada; lo ha visto, increíble, a 90x, con sus anillos y sus lunas… Regreso silbando a mi puesto de combate.

La portera cobraba más y más protagonismo. Vi cómo un niño la abrazaba y le daba un beso. Le digo, ya veo qué clase de persona eres tu, cuánto te valoran. Me dice -mientras ayuda a ver a otro niño más- Nooo, si es mi  hijo, y sonríe y me oculta la noche. Pero le digo, No, amiga, ese hijo te quiere como todos veo que te quieren porque eres buena y respetuosa con ellos, y te esfuerzas por ayudar. No me contesta porque ya escuchó cuando joven esta perorata de Luís Sandrini, y porque está alzando a otros de modo tal que cada cual se lleva su Sirio en el ojo.

Al fin vienen los grandes. Recambio de grupo. Circo otra vez, mostrarlo todo y explicarlo todo. Al menos ahora la escalera sobra. También son menos. Vienen más madres y se van las maestras. Se va la directora. ¿Quién queda al mando? La portera. Le digo, ¿Cómo?  ¿Te quedás sola? Si, me dice, no hay problema, a mí esto me encanta, yo siempre miro el cielo. Le digo, nosotros andamos buscando formar talleres de astronomía, ¿¿¿no te animás a organizar a los chicos?? Siii, me dice, claro. Yo te ayudo –le digo- vengo varias veces, hasta que se organicen y larguen solos. Tienen tres teles. Un tesoro para empezar. Y mucha gente en la zona, ávida de ayudar.

Los chicos y chicas de secundaria se miran todo y se deslumbran con la grácil figura del escorpión, un palmo arriba de una noria, hacia el este. Antares seduce, como lo hace Betel y Alde y Arcturus. Comparamos Sirio con Antares y los chicos no pueden creer tanto brillo.

En eso veo a unas niñas mirarse las manos elevadas al cielo. No entiendo y entonces percibo un destello azul, que se mueve. Me acerco y veo el juguete más increíble que haya visto en mi vida: un Ipod con gps y el stellarium cargado. Era de Marcos, era lo que no vi antes. Ahora, en manos de la pibada, lo hacían evidente. El ipod muestra sin tapujo el alto y el bajo cielo –vi el sol, debajo de la tierra. Qué increíble lo que el hombre inventa.
Así jugaron en la noche, con las imágenes del cielo y el Ipod hasta que se hartaron, o hasta que las vinieron a buscar. A todos les recordé que el sábado se realiza el encuentro de Zavalla. Todos, antes de irse, preguntaron ¿Vos vas a estar…?
Inocentes palomitas...

Cuando el patio queda mustio entramos los tubos. La portera nos ha preparado una mesa en la cocina: sanguiches y seben, a darle duro. Charlamos mucho, mientras devoramos los triples. Me entero de cosas. Marcos ha viajado por todo el mundo. Marcos tiene una hija, y la portera tiene dos nietos, hermosos.
Marcos ha vendido su fox, para quedarse con su moto. Marcos ha hecho 120 km. para venir a Arnold en su moto. Oro, oro en polvo, amigos.
La portera también ha viajado. Ha nacido y a crecido y a criado sus hijos y ahora mima nietos; ha tenido tiempo de subyugarse con el cielo y de atendernos como reyes, esta noche.
Al fin cargo todo. Marcos se calza su campera y su casco. Antes de irme voy adentro, ahí está la portera; le digo, ¿Cómo te llamás?
Norma, me dice.
Norma, le digo, la primer Norma astronómica.

Gracias Marcos Alegre por tu viaje y tu amistad; Gracias Norma Capriotti por tu esfuerzo y tu atención esmerada.

Sergio.

jueves, 28 de abril de 2011

Luz del cielo

Hoy llegó Luz del cielo, el impresionante telescopio nuevo de Proyecto Sagitario¡¡¡¡
Un Meade LX90 8"
ACF
GPS
LDC
(Luz  del cielo)



Lo trajo Óptica Elena, de baires a casa.


Cómo le cuento a Moni????


Seba es de fierro, che.


Wath a Mirror¡¡¡¡


Sebastián, Rogelio, LDC y un servidor.


A guardar ya casita...

martes, 19 de abril de 2011

Juan Bautista y la riqueza del suelo.

Juan Bautista y la riqueza del suelo.

Para los héroes de las pelis de joligud,  y para los soldados de la cruzada astronómica ¡¡¡no hay tutías!!! Si un día tienes un curso provincial de 8 hs. cátedra -cien kilómetros al oeste-, allá vas; y si esa misma tarde, apenas tienes tiempo de bañarte pues ya debes salir con el cosmóvile (quéchatitache o la scenic verde), cargado de telescopios -ciento veinte kilómetros hacia el oeste- a mostrarle el cielo a un cúmulo de gurises, allá vas, también, ¡¡¡y te callas!!! Que para eso eres un héroe de joligud o un cruzado astronómico.
Y si no te la aguantas, amigo, amiga que lees, si no te da el maldito cuero que tienes, entonces dedícate a otra cosa; sal a vender rifas, o estampitas, o números de la suerte, pero no salgas a vender ilusiones celestes, que es cosa bien alta y lejana, más propia de dioses y de locos, más propia de hadas y de Quijotes que de tímidos mortales.

         Después de semejante parrafada, me gustaría decir que Proyecto Sagitario se multiplica en el sur de Santa fe, así como el polvo cósmico se esparce por el universo, impelido por la explosión de una supernova.
¿Piensan ustedes que vamos a detenernos? No way, brother! Piensan ustedes… ¿cuándo se va a hartar de esto? Do it, babies, and dont worry, we will multipliqueishion segual.
         Ací somos, cultos en tres idiomas. Porfiados. Sobornados por nuestra convicción inclaudicable de llevar la astronomía hasta bajo las piedras, amigos.

         Anoche, lunes 18 de abril, estuvimos en la escuela Juan Bautista Cabrál, de Sargento Cabrál, hermoso pueblo santafecino. Ustedes me conocen, saben que miento bastante poco. Pues bien, la entrada al pueblo es pre cio sa. Un arco de copas te cubre desde el momento en que sueltas la ruta, y te acompaña grácil hasta el confín del pueblo. Uff. Fui educado por esas pelis baratas de couboys. De allí he sacado todo mi saber. Jamás había visto -en estas cintas- entrada de pueblo más hermosa.
         La ruta que nos llevó también tiene su historia. Un antiguo candidato, cuando hacía su recorrida proselitista amparado por La Rata, destrozó, en un bache ubicuo, el tren delantero de su peugeot 505 (diesel pero con un cuarto de tanque super, famoso luego, por marcar 15´ desde el aeropuerto de Sauce Viejo a la Casa de Gobierno de Santa fe). El gentil de ojos celestes -como dije- dejó en esa ruta medio auto, pues venía a 250 km hora y se llevó puesto un bache. En su injusticia y su entusiasmo, prometió entonces, que si fuera electo, repararía la calzada. Para dolor de todos los santafecinos, pudo hacerlo, y luego dejó matar a Pocho Lepratti e inundó la Capital. Of course, arregló tan bien esta ruta que tuve que recorrerla a 50 km/h. (Cuento estas cosas porque por ahí me lee un porteño, o un Sanjuanino, o un Mendocino, y de paso se entera de la clase de gente es ese tipo).
         Aún así –a pesar de la ruta y los recuerdos aciagos- llegué –como el jinete pálido- a la hora señalada.
Tres cursos me esperaban (o me esperaban con los telescopios) y apenas di con el patio, estalló un cálido aplauso de bienvenida.
Sonrójeme y díjeles: Aguarden, aguarden, veamos que opinan al fin de la noche.
         Las maestras, Marcela y Carina, habían preparado todo fantástico. Marcela, la promotora de la idea; el resto, no le iba en zaga. Imagínense, habían construido un telescopio con dos lentes, un tubo de cartón y un poco de papel y cinta. Todo pintado de negro, era un lujo. Inmediato fue pensar en Dani y su Antena, la cual -es literal- está atada con cinta scotch (una cosa es leerlo en EP y otra muy distinta es verlo con los propios ojos). Por ese anteojo, el “Soldado Heroico” (negro, lidiando con lo imposible, triunfando -en el tiempo), no daba con un foco preciso. Mas, ver a Sirio del tamaño de una moneda –dada la distorsión de la imagen- fue emocionante. Créanme, he leído el Sidereus Nuncios: ese telescopio, el construido por los chicos, es mejor que el de Galileo.

         La primera labor, disponer las armas. Abrí la cajuela de la scenic green y, dubitativo, dirimí la justa merced el viejo truco: una doli tua, te les co pi tol in do, te sa co a….. vos! Y eché mano a Pionero. Después, lo mismo: u na, du li, tua… Candela!!! (de yapa los binos. Los binos siempre caen bien). Tristes quedaron Nuevo sagitario y Lumbricita, prolongada su oscura siesta, privados de su ansiada y lejana luz. Pero es que estaba solo, ¿cómo iba a manejar tres o cuatro teles ante la indiada en pie de vistas?

         El patio del cole tenía dos lámparas grandes como la luna, pero bastó que dijera ehhh?! para que llamaran a cuatro electricistas, dos bomberos y el Cura Párroco. En menos de lo que cambio un ocular, sendas infames se enfriaban en la altura.

         Ahora si, la noche era nuestra. Sesenta pibes ávidos de cielo y dos teles, más un sapiente (creían ellos).
Ta tata tan…. Ellos avanzaban, yo les contaba; ellos preguntaban, yo contestaba; ellos interrogaban, yo imaginaba; ellos imaginaban, yo los envidiaba. Créanme, los teles se enfriaban en la oscuridad mientras nosotros charlábamos sobre Orión, beteljause, el pie del guerrero, su cincha, y luego la cruz y saturno y carina… Por supuesto, los chicos comenzaron a cargar a Carina, la maestra. Que la espiaban, que la miraban, decían los sátrapas –que también los había.
         Al fin caí en la cuenta que el gigante se acostaba y le dimos duro con los teles, el reflector 150/1200 y el catadióptrico, el 102/1300. Todos los objetos descriptos fueron escrutados. Si esta hubiera sido una batalla por la independencia del conocimiento, créanme, la ganamos.
         Mientras le dábamos duro a los jóvenes de sexto y séptimo, las seños de preescolar y primero construían unos caleidoscopios preciosos en el aula. Cuando vi la faena realizada, casi me caigo de espaldas. Qué buen trabajo, qué buena onda.

         Sobre las nueve cambiamos de ejército. Los grandes se fueron a cubierto a por sus cubiertos, pues se venía la cena, y los kids salieron a palestra.
         Ahora voy a confesarles que amo mi trabajo, y que me preparo para hacerlo, pero que siempre viajo algo nervioso hacia las escuelas o las plazas astronómicas, pues uno nunca sabe qué onda, que bala perdida no boleará nuestro caballo, que no siempre habrá un Cabrál allí para sacarnos de la estacada.
         Anoche no fue distinto. Moni preocupada me reprendió antes de salir, por qué no te dejás de embromar, con esto? Me dijo. Voy despacio, te prometo, contesté. Y ella, prometeme que te vas a dejar de andar así, como loco, por las rutas volviendo de noche, tarde, cansado y solo. No dije más. No puedo prometer eso. Un hombre no sabe para qué ha venido al mundo… hasta que se entera, en un flash, en un destello, una noche. Yo vine al mundo… para embromar, pero ahora, antes de irme, quiero dejar diez talleres astronómicos plantados. O mejor veinte.
¿Por qué no treinta…?
Moni baja la cabeza y menea callada.

         Los chiquitos eran chicos, che. Nunca creí que tanto.
Bien abrigaditos. Igual con un poquito de frío. Así que dije, Quién tiene frío? Yoyoyoyoyoyoyoyo!! se escuchó, y entonces, Vamos a movernos!!!, y empecé a alternar los pies en el suelo y todas esas hormiguitas igual. Ahí nomás largué el rollo: Las estrellas, la cruz, pero no, no dije la cruz. Dije, Ven ese barrilete? Sisisisisisiisisisisisisi, menos uno o dos muñecos, a los cuales me esforcé por señalárselas. Por supu, no usé el láser. El láser es basura yanqui. Un verdadero astrónomo debe guiarse por la palabra y la observación. Pero la palabra basta. Uno dice, ven esas dos estrellitas bien brillantes….? Y hay que ser Wympi para no ver el puntero.
         Toda vez que vieron El Barrilete, empecé con la historia del Guerrero Mapuche y el Choike. Uff. Qué historia. ¿Quieren saber algo? Cómo lamento no haber sido chico ahora, y contar con alguien como yo que me narrara la leyenda del Guerrero y el Choike. Cada chico vibró de emoción ante las encrucijadas y las aventuras del indiecito que por soberbia intenta cazar al ave mágica, que huye al cielo. Lástima que el resplandor de la luna me vedaba las plumas del Choike (las GNM y PNM).
         Cuando acabé con el cuento y la actuación, los chicos, atónitos miraban las boleadoras en el cielo y me preguntaban: En serio…..???
         La magia no nos abandonó con la técnica. Candela y Pionero sirvieron esa torta de plata en tajadas descomunales a estos golosos que, con el ojito engrampado a los oculares, decían Se ve grandeeeeeeeee¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Se ve grandeeeeeeeee¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

         Algún día voy a aprender a callarme la boca, porque voy y suelto: ¿Quién ilumina la luna? Y una belleza de cinco me asevera: Dios. Uff. Muy bien digo… pero, ¿Hay alguien que opine otra cosa?? Entonces un bajito de atrás, me suelta: El sol!!! El sol la ilumina!!!! Amigos… cinco años.

         La noche siguió su curso. Llegaron papás y mamás y todo era alegría. Me llamaron a cenar y comimos todos tirados al piso del patio cubierto; sanchigues y empanadas, con jugo. Nunca el jugo supo tan bien.

         Al final me jugaron una mala pasada. Me rodearon -los malayas- y me sentí como el capitán en San Lorenzo, rodeado de maturrangos. Pero estos pibes querían regalarme!! Me entregaron un afiche fantástico, lleno de estrellas. Cada estrella tiene dentro el dibujo de cada chico, y su nombre.
Qué bueno, che, qué bueno.
         Los grandes no hicieron menos, me entregaron un paquete de bombones que ya estoy despachando mientras escribo. Gracias.

¿Cuánta riqueza hay en el cielo? Lo sabe cualquiera que haya observado… ¿¡Cuánta riqueza hay en el suelo!? Lo sé bien. Lo recordé anoche.

         Gracias, Escuela Juan Bautista Cabrál, señora Directora, señoritas Maestras, Alumnos.
         Uno de ellos, despierto y atento, preguntó: ¿Cuánto dura estudiar de astrónomo????
         No lo sabe; fue su mejor regalo.

Sergio Galarza
Proyecto sagitario
Sur de Santa fe.

        

Plaza Colón de Casilda, y cien más del sur de Santa fe, presentan...Luna Lunera, astronomanomanía plástica!!!!

Este viernes 22 o 29 o los dos¡¡¡ en la Plaza Colón
de barrio Nueva Roma
Observaciones astronómicas – Miramos el cielo con super telescopios¡¡¡¡¡

Y lo fabricamos con las manos con:
Luna Lunera, astronomanomanía plástica!!!!!!
               
Con la presencia estelar de: Sirio, el perro; La Cruz del sur o... El Choike; Eta carina, mi enamorada; Saturno,  el dios devorador;  La nebulosa de Orión, o... el telar; El Joyero, o Jewell box!!!; La Luna Lunera, y unas dos mil lucecirijillas más.

Gratis para todos. Niños, adultos, abuelos y abuelas.
Desde las 2030 hs. Hasta que llegue el día (o se vayan todos).

Organiza: Sergio Galarza, junto a Candela Celeste, taller de astronomía. Casilda. 1º de mayo 2345. Taller JCGalarza, de Bigand, Comuna de Bigand. Cel 15449820.
Auspicia: Óptica Elena, Binoculares- Telescopios. Buenos Aires 2151- 422041



domingo, 10 de abril de 2011

A Happy Birthday in Erezcano Town












A Happy Birthday in Erézcano Town

Conocí a Daniel Fontano en una Star Party (conciliábulo) del año pasado. Fue atento, en extremo amable y jovial; contestó cada una de mis preguntas y me llenó de ánimos para acometer mi incipiente empresa. Me presentó a Chico Suárez y a ellos debo todo lo que siguió. Yo buscaba conocer gente, tender redes para lograr organizar un evento astronómico. Ellos fueron, sin saberlo, la llave sobre la cual se erige lo que el taller de Bigand ha hecho desde aquella fría noche en adelante.

Anoche, Dani cumplía sus famosos “a la pucha… casi 42” y no tuvo mejor idea que festejar en medio del campo, a 3 leguas de Erézcano, entre el Arroyo del medio y el Ombú del patíbulo.
Sin querer hice como caperucita y fui por el camino largo, así que llegué una hora tarde y me perdí la caminata por los lindes del arroyo, pero llegué sano y contento sobre las ocho y unos mosquitos gordos como gorgojos qué, en 5´, olvidé.
La nota de color del viaje fue al indagar, en Erézcano, a dos paisanos que, acodados al palenque de sus chatas Nissan Patfinder, dejaron de lado sus hesperidinas y me soltaron: ¿al Ombú va, mozito?? ¿A donde remataron a Noséquién??? Uff. Se me heló la sangre y pensé “Macri tiene razón, hay que acabar con la inseguridad”, y encima seguro que la Garré, a pedido de la Presidenta, para atentar contra los pocos gobiernos democráticos que le quedan a este país, le quitó la guardia al Ombú¡¡¡¡¡
Los gauchos del siglo XXI debieron de notar mi aversión a dar un paso más y temiendo que mi ataque de pánico derivara en otra muerte, como la que ocasionó esa mediducha en la villa, me aclararon: “No ze preocupe, mozito, zi ezo fue como hace dozientos años. Al fulano lo trajeron esposado de Córdoba y al pié del Ombú lo remataron… Por ezo es zitio histórico”. Uff, me dije: Qué alivio! Puse primera y a la hueya la hueya. De todos modos, al sortear el arbusto de mentas, no pude evitar un escozor.

Dani, Marcos y dos amigos esperaban junto al giyo. La antena sintonizando la crux y el dobson hacia un temprano Virgo. El Ioptron en su proceso de orientación.
Era oscuro, che, así que apeé lejos por no molestar. Allí estaba la pila de leña y allá los amigos. Dani se acercaba alto y contento a recibirme. Saludos a todos y al ver las armas anuncié: ¡traje a Lumbre pura! Para mí era una ocasión, como ponerse la camisa de domingo. Lumbre tiene su peso y por eso lo saco poco, pero el cumple del amigo y una noche en medio de la nada eran ese domingo y él –entre todos mis teles- es mi camisita.
La luna embromó hasta las diez y chirolas y, pobrecita, no le dimos ni la hora, pues la charla y la broma ya nos había echado mano. Dani contó detalles acerca del progreso de su antena 500 y las últimas dificultades con respecto a parabolizar esa pista del Carneggie Hall. Pero si llegó hasta acá bien sabe él -y confío yo- que esta peli acabara como todas: la chica con el muchachito y el 500 ensartando estrellas como ninguno.
Sobre las diez, después de perderse por quién sabe donde, llegó Chicho con el coche y la amistad de Silvio. Silvio traía su Yeti, el monstruo de las nieves (Meade SN 8´´/ LXD75). Silvio demostró anoche que un hombre que se mete con sus monstruos no tiene otra posibilidad que valerse de sus piernas. Ya verán porqué.
Apenas apeado Chicho –hombre experimentado- advirtió, “Y el fuego… para cuando?” El hombre sabe lo que dice, me dije por mis adentros. Eran como las once y la única lumbre la aportaba mi Hokenn 200/1000. Así que Dani, capitán de esa batalla, sugirió que el más nuevito se arremangase y pusiera manos a la obra. En un tris las rojas flamas  nos regalaron con su elusiva figura y con el humo, gracias a lo cual los mosquitos hicieron mutis por el foro.
Silvio desempacaba al Yeti. Vi en su delicado hacer el culto que la mayoría de nosotros esgrime a la hora de armar o desarmar los teles. Puso unas maderitas blancas sobre el césped del campo, y luego conectó todo a unos cables que -increíble- nadie pisó, y metió cámara y tubo guía y notebuc y mesita. Como todo esto era la mar de interesante pero el bagre picaba más que los coleópteros, nosotros despachamos salame, pancitos saborizados, pan casero y coca con ferné; y bueno, pobre Silvio… cuando se quiso acordar el salame estaba más muerto que el fulano del ombú.
Entonces empezó la ronda de las fotos. Puse la xs sobre el tripié y a darle a este y a aquél. Dani en todas las instantáneas y por fin vemos unas luces en el lejanísimo horizonte, en el far far east. Eran Martita y Javier que llegaban para los bifes… perdón, quiero decir, para los choris.
La cosa es que estábamos todos los que éramos y las fotos ahora debían mapear el grupo. Así que Dani empezó: Silviooooooooo! Y Silvio, queeeeeeee? Y dani, Veniiiiiii para la foootooo. Y Silvio salía corriendo para acá, con el Yeti a medio enhebrar, y yo sacaba una foto y él volvía a los trancos para allá, al fondo. Pero la foto me había salido oscura, así que Dani, Silviooooo, y Silvio, queeeee, y otra vez lo mismo. Amigos, Silvio no corrió en su vida lo que corrió anoche. Para posar en cada una de las fotos que posteo corrió para acá y corrió para allá unas treinta veces.
Las observaciones se resumen en dos etapas: Antes del rocío y después de él. Antes, veíamos; después, no. De la primera gran etapa destaco la resolución de Lumbre, vi como tres o cuatro satélites de Saturno, vi la sombra del anillo sobre la panza del devorador y vi el negro espacio intersticial de los anillos. Uff.
El Yeti no me dejó echar ojo –de buena gana le hubiera metido mi óculo- porque Silvio forma parte de la legión astrofotográfica, aunque pude pispear con definición touchscreen cada galaxia en la notbuc.
Le dimos durísimo a DY crucis, a M104, a la Blue, al triplete, a la 83, a carina y su homúnculo, a joyero, a la perla, al alfiletero, a la nébula de corvus, a alfa centauro, a centauros A, y a muchos objetos más.
Cuando por fin llamaron a la mesa nuestra atención me hizo acordar a la bolilla que le presta un bebe de tres meses a cualquier otra cosa que no sea la blanca y gorda teta de su madre. Los tubos de todos los colores quedaron en un solitario y perdido camino de David Vincent, y nosotros junto al fuego dando cuenta de esas entrañas embutidas. Lo que fue eso se explica con cuatro palabras: Du ri si mo.
El fuego aúna a los hombres, es sabido. La astronomía, casi también. Bajo la Vía láctea hablamos de Carl Sagan y de un loco que come vidrio y de otro que solo se alimenta del sol. No dejamos de mentar el libro del que viajó a Ganímedes (Yo viajé a Ganímedes) y luego elucubramos sobre los alcances futuros de la ciencia. Los ecos del SPVG siguen resonando y pudimos contar que el famoso “osoyogui”, por error o por gusto, el viernes mostró su rostro.
El humo nos guarecía de los moscos, y servía de pantalla para que Javier y Silvio jugaran con sus lasers compaginando para nosotros una coreografía digna de greenpeace.
La noche anunciaba lo mejor, pero la humedad veló nuestras intenciones. Los teles chorreaban agua. Dani -es sabido que lo hace- secó su espejo diagonal y oculares sobre las brazas de la parrilla y así ganó unos minutos observacionales. Pero la causa estaba perdida. Primero uno, después el otro, la gente arrió el circo. Eran las tres y pico.
Me quedé hasta el final, para ver a la Antena y al dobson de marcos sobre el peugeot, atados con cinta scotch, y -perplejo- partí hacia casa.
Me acosté a las seis. Había pasado unos de los mejores momentos junto a esos locos del cielo.
Gracias Daniel, Marcos y toda la gente.
Ojalá repitamos pronto.

Sergio

jueves, 7 de abril de 2011

Manuel Belgrano transita Sagitario




         Si alguien me hubiera dicho hace unos años que iba a trabajar de docente astronómico, jamás lo hubiese creído. No es que del tema ignorara todo, uno siempre tiene unas lecturijillas por el lomo, pero de ahí a pensarme frente a la gente, diciendo beteljause esto y DY crucis lo otro… never.

         Hace un mes le conté a un amigo que un díscolo me había dicho que él no se consideraba capacitado para enseñar astronomía. Si tenemos en cuenta que el fulano sabe más que yo, pues… me estaba sugiriendo que quizá no debía yo enseñar. Pero le contesté: si, sé poco, pero los que saben mucho no están con la gente, explicando, entusiasmando, buscándole la vuelta al asunto para que esto crezca. Y me di por bien pagá.


         Salgo a la calle y vendo mi circo, Señora -digo, poniendo cara de carmelito descalzo- usté no quiere mirar el cielo??? Y todos me dicen que sí. Voy a las radios y hago los micros (fm sport, y fm hit), voy al diario y segual; voy a con mi socio y le ruego: no me traes un telescopio celeste, Roger, porque mi tallercito se llama candela celeste… viste??? Y el tipo me lo trae. Y un mes después abro otro tallercito, pero ahora se llama una estrella azul, y entonces vuelvo con el Roger y le digo: Roger, no me traes un telescopio azul???


         La cuestión es que voy por los 48 o 49 años (no tengo ni idea, ya) y me encuentro de lleno en un salón atiborrado de gurises que me preguntan si los soles nacen y mueren en el mismo lugar, o qué porqué la radiación ultravioleta mata al hombre si es que fue la que en el pasado creo la vida, o qué cómo los números son infinitos y el universo no lo es, y cosas así. Y uno que ha nacido con más pecho que espalda, adelante.

        

         Gracias a Ivana, una amiga de Fuentes, dimos con Mary. Mary es una hermosa mujer, atenta directora de un hermosísimo colegio provincial. Apenas entré, hoy por la matina, di con suelos impecables, vidrios impolutos, efigies impertérritas. Vi, sobre una pared, un reloj de bronce del año del ñaupa, que seguro vale más que Lumbre pura. Ese cronópio, el estado y la belleza de ese antiguo artefacto, me dijo más sobre el colegio que todo lo después pude ver y oír, amigos.
Las maestras de sexto y séptimo, las responsables de los leones que venía a domar, la mar de atentas y capaces. Nunca me había topado con grupos tan amables y educados, y cultos. Tiro una que vale por el todo: los chicos, si alguno preguntaba algo, hacían silencio y esperaban su turno para volver a preguntar¡¡¡¡


Por la mañana repasamos en un paguer las imágenes, la naturaleza y el grado evolutivo de todos los objetos astronómicos que por la noche visitaríamos. De este modo, cada purrete al poner el ojo en un telescopio, lo hizo alvertido.
El campo de batalla, el patio del cole, los soldados, 6º y 7º grado, unos 60 alumnos, más padres, la prensa libre, sus amigos. Las armas: Nuevo sagitario (H90900), Pionero (H1501200), y candela Celeste (Mak1021300, héroe de SPVG, condecorado con la medalla al mérito por el prestigioso jurado a 80 octanos). Por supu, unos binoculares para picotear aquí y allá.
Comenzamos la cosa por Acrux y por M42, a fuego cruzado. Después Carina, el Joyero y omeguita (Omega centauro –aclaro para los chicos). Enseguida el dios devorador (Saturno- id.), la Perla y con los binos, todo el sur y Praesepe, en cancer (el pesebre). Con la ayuda de Linterna verde (laser 5waencender) mostramos Leo, Cáncer, y el costado visible de Virgo.


En fin, amigos, es tarde y trabajé todo el día. El cielo, flor. Faltaban las montañas, nomás. Los pibes un millón de puntos; las maestras 2 millones y Moni y Facu de fierro-titanio-cromo-vanadio. Creo que la gente que me apoya vale más que todo lo que pueda llegar a hacer algún día. por esto corro contra el pasado. si ayer hicimos una actividad, por gratitud hoy pienso en dos, y mañana estaré obligado a hacer tres. Algo así como Aquiles y la Tortuga.

Una frutilla: un chico está mirando Saturno por Pionero. Está un ratito el vago. Baja de la escalera y la compañera que le sigue en la cola le dice: Se vé grande???? No -dice el pibe-, pero se vé.

Gracias a todos.
Sergio Galarza


miércoles, 6 de abril de 2011

SPVG 2011

Sobre el conciliábulo de Valle Grande, Mendoza (SPVG 2011).
       Serrat cuenta en una canción que a veces la vida se te ofrece en cueros, figura o alusión masculina sobre disfrute y el goce. Para mí, el viaje y lo que viví con los amigos aficionados en Valle Grande fue darme con noches en cueros.
         Costearse hasta allá, para cualquiera de nosotros, es un esfuerzo. Son 10 horas de viaje o más, son gastos extras y horas que les sacamos a nuestras obligaciones cotidianas, pero –como dice Marcos- “paga muy biennnn”.
         Salimos el jueves en la Scenic con Moni de copilota y atrás Verito y Aymi. En la cajuela: Candela Celeste, el increíble Maksutov 102/1300 en una valija y el trípode entre unas ropas. Adelante el mate y las milanesas, como para tirar unas horas, y darle pata. Por supu, los larguiruchos, que dieron que hablar (Meade 9x63).
         Mi socio, el Roger -el titular de Óptica Elena- me dijo: Viaje de un tiro, Sergio. Nooo, le dije, yo duermo en camino y llego hecho una lechuguita. Así hicimos. Noche en el otro país y arribamos al valle bajo el meridiano, después de saludar a los amigos de san Rafael. Nos alojamos en una casita frente al Atuel, el río verde, y pisamos el Star sobre la hora de inicio. Con el Roger… la sociedad anda sobre rieles. El secreto es este: él, vende telescopios; yo, los compro. La que se ve resentida con esto es mi sociedad con Moni, que ya no tiene dónde meter sus cosas, en la casa¡¡¡¡¡¡¡

         Qué orgullo que me recibieran con cariño¡¡¡¡ Siempre estaré en deuda con tantos amigos astrónomos por su afecto, por su consejo, por su calidez. Conocer a Carmen, a Moni, a Lorena, conocer a tantos amigos de los foros, ver en sus ojos el respeto o la franca simpleza de saludar a uno que no es más que otro en la rodada… ese trato se extraña, les aseguro.
De hecho, apenas se me acostumbró la vista a la estancia del comedor, divisé a Marcos y a Ale disfrutando de la charla y el escabio con un Nieto.
Abrazos y presentaciones. Conocí a alguien que admiro por su trabajo, Enzo. Modesto, algo callado, mirada inteligente, coautor de una obra magnífica como ECP, ese libro que debe enorgullecernos de que sus autores sean nuestros. Tanta soncera viene de afuera, donde parece que el cielo sur no existiera. Exótico cielo profundo fue el primer libro guía que compré para el taller de astronomía de Bigand. Me lo envió Enzo de la citi pues Rodolfo no tenía. Uff. Qué broli, amigos, qué broli. Amigos, les juro, si ustedes tuvieran a Binner de gobernador, serían ídolos re mimados y publicarían en quince idiomas. Pero, bueh, con cobitos… con el mauri…

Vi en surastronómico unos post que no deben molestar a nadie. Uno no tenía firma, pero bueno, como dijo Jaime, lo que cuenta es la veracidad o la falsía de lo posteado. De mí se dice que quiero ser presidente, por ejemplo. Quién quiera hablar que hable. Todos tenemos errores, fíjense: Miguel de Sel quiere gobernar Santa fe¡¡¡¡ Seguramente, el conciliábulo de Valle Grande crezca y, si es que lo necesita, modifique cosas. Uno siempre desarrolla y evoluciona su hacer, si es inteligente. Nunca serán las sugerencias las que nos hieran. Por mi parte, ya no pretenderé nunca más ser presidente. Ahora, quiero ser Rey.

Como a un rey me trataron todos en Mendoza. Aquí no voy a repetir lo que le dije a Jaime antes de partir, porque aclaró que no quiere dulces. Pero es que hasta los mozos me trataron como una estrella¡¡¡ fíjense: El sábado, convenzo a Moni que me acompañe a las observaciones en la cancha de básquet. Moni es de fierro pero a las 12 y diez está dormida, llueva, truene, o tsunamisee. Que me acompañara y que pudiera yo presentarla a mis amigos era un honor. Así que ahí estábamos. Saludamos a Rodolso y a Alejandro y a Marcos, y a Drart, y a Gustavo, y a los chicos de San Luís y a qué sé yo cuánta gente, y digo: voy a por Candela… Una hora después aún no he vuelto. Moni va a buscarme. Me encuentra en el estacionamiento, esgrimiendo a Candela Celeste para que los mozos observen Saturno, Carina, Crux, etc. etc. Es que esos muchachos se ofrecieron a ayudarme cuando estaba descargando a la bestia (bestiíta, bah) y no pude con el genio. Armé y a darle duro. Los vagos se quedaban tiesos. Una cosa es mostrarle DY crucis a Ale -por decir- y otra muy distinta mostrar esos anillos a un neófito¡¡¡¡¡¡

Uff. Se nos había hecho la una y la cosa recién arrancaba. Cesar nos obsequió unos aritos re monos que brillaban cómo tucuras en las patas de los equipos. La inmensa galaxia se abalanzaba sobre nosotros y a duras penas conteníamos tanto brillo con nuestras armas enfocadas. La gente iba y venía y cada agujero tuvo su ojo. En eso estábamos cuando, en plena oscuridá, se acerca un jesucristo y dice: Ché, qué se puede ver? ¿Qué hacés acá? le digo. Era Santi y no me había reconocido¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Increíble el mundo¡¡¡¡¡¡
Santi es de Rosario y tuve el gusto en el conciliábulo de Bigand. Desde entonces somos friends. El andaba de roteition y se baja a mirar por mirar. Va a un teles cualquiera y… da con nosotros¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Cómo es el mundo, cuan chico. (Para los que leen mis blogs, Santi es el vivirijillo que de los iunaited se trajo un Celestrón 8´)
A las dos y media dejo Candela al cuidado de ese soldado del Paraná y llevo a mis chicas a su camita. Vuelvo 40 minutos después. Cruzo la pista entre los sombreados menhires y diviso gente extraña en manos de mi mak; Santi brilla por su ausencia. Apuro el paso pero enseguida me calmo, eran Marcos y el Doctor. El Doctor pronuncia sonrisas que dicen esto y lo otro, Marcos dice: “dejalo que está…” y agrega: “este Maksutov es increíble. Sabés que pasa, que la gente dice, los mak son oscuros, pero nosotros –dice- somos los desestructuradores de mitos”. El doctor quiere asentir, sonríe y se rinde por el des.
Uff. Me inflo de orgullo. Han traído un 5mm de locura y le están dando duro al dios devorador. Meto el ojo y quedo pasmado: qué imagen¡¡¡¡¡ luego o antes -no recuerdo- fui a por “el sombrero” con el 20mm, genérico. Ahí estaba. Y seguimos con todos: Anti Ares, M4, M7, alfiletero, la Electric guitar (en castellano: guitarra eléctrica), la perla, NGC esto y NGC lo otro, la Blue Nebula¡¡¡¡¡¡¡¡ Vi la blue nebula con Candela Celeste¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Cómo no voy a estar contento? Estoy recontraultrasuper contento. En las charlas de energía oscura y la de variables no pesqué mucho, pero en la charla de la amiga de Chile me hice la fiesta, cuánto me gustó¡¡¡¡¡¡
Y el viernes no fue menos. Reencontrarme con todos, saludar a Rodo, conocer a la gente de San Luís y sus “despropósitos azules”. Uff. Encima, por las mañanas arriba y asadito o tallarines al filetto, o milanesitas. Andar por la vera del verde. Observar el sol en esos teles que tan gentiles te prestaban. Nomás me faltó darle un abrazo a Miguel.
Miguelito, va este abrazo.

Un buen encuentro lo hace la organización, sí. Pero a un encuentro mejor suma la calidad humana de los asistentes. Imagínense un encuentro de banqueros del FMI, o de Fundación Libertad con MVLL… Te morís de tristeza, te morís. Ahí, el que no te afana te… vive. Pero en SPVG había mucha muy buena gente. César, por example: César me escuchó y me contestó con atención y cuidado cada vez que le hablé, y uno es un gato. Un gato seco, además.
Y Gustavo, Y Torres, Y Dani Acosta, que me escuchó y me enseñó nuevos planes de enseñanza para aplicar en mi pago. Dani, no te habré de defraudar¡¡¡¡
En fin. Creo también que estos encuentros podrían ser así de buenos en cualquier lugar, si todos nos esforzáramos en asistir a todos los encuentros, y no nos anduviéramos con macanas. Pero también es cierto que no somos yanquis, no nos llueve el vento y a lo mejor esto condiciona cuántas juntadas tienen éxito y cuántas no.
En fin, amigas y amigos, me divertí y fui feliz con mi hermana Verónica (mi lingote de oro puro, bajo cubierta) en el Star Party de Valle Grande. Será hasta la vista, y a seguir dándole duro al ojo.
Aguante el cielo de valle¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Aguante Jaime y Rodo y César y toda la gente de la organización y los profesionales que dieron las charlas¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Gracias.

Sergio Galarza.
Taller Juan C Galarza, Bigand.
Candela Celeste, Casilda.
Una estrella azul, Chabás.

lunes, 4 de abril de 2011

Star Party de Valle Grande, Mendoza, 2011.


Party para el Star Parti con mi Cherry Team. Todo al 15, y nada podía fallar¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡


La cosa se complicó en Cuadro Nacional, esta estrella del camino me hizo dudar sobre mis convicciones astronómicas. por un momento me dije, má sí, me voy por acá¡¡¡¡


Le dije a Moni, vos vení, no te vas a aburrir...


¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡


Viernes, observé con todos hasta las 3. Genial. El sábado, me quedé hasta el final. 4,30.
Fue un gusto compartir con todos los teles que había. san Luis, dos Meade 10´´, san Juan, un SN 8´´, Olavarría, un SC 8´, Chile, 2 Meade etx 125, Mendoza, un Orion 80 400, Ale, un RC de carbono¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡, Un servidor, Candela Celeste y los Larguiruchos¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡


Esta humilde sombra es menos de lo soy.


Como pueden ver, de astrofoto tampoco sé nada¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡


Creo que esta toma está buena, amigos.


Y esta es mi consagración, por ahora.


Lástima que no sé enderezarla¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡