Los
rayos de Lumbre pura…
1º
parte:
La luz de mis ojos
La luz de mis ojos
Hace mucho
tiempo que mujeres y hombres miramos el cielo para disfrutar de sus tesoros;
las antiguas cavernas, pintadas con toros y otros animales, representan las
figuras del zoodíaco, hijas de la precoz capacidad de abstracción.
Cuando uno
dice mirar, está diciendo “interpretar
luz”, percibir un objeto por medio de la luz que de él nos llega. Así, mirar el
cielo es un acto estético o crítico que realizamos por medios físicos, a partir
del estímulo que la luz produce en determinadas células y del complejo e
inconsciente acto de decodificar la información que, en función de su energía, dichos
rayos acercan.
Mucho costó comprender
su naturaleza -a mí me cuesta. A veces pienso que si creemos hacerlo es porque
aceptamos inmutables una explicación absurda: la luz es una onda y al mismo
tiempo una partícula. Así quisiera poder educar a mis alumnos, decir
una cosa como esa y que ellos lo acepten cual si oyeran llover. He escuchado o
leído proposiciones aun peores. Aquí van dos: la luz es una partícula que se
propaga como una onda. Otra: el fotón o cuanto de energía (la luz) es un
paquete de ondas que fluctúa lo suficiente rápido y conciso como para ser
tomado por una partícula o por una onda, según sea el medio elegido para medir
su energía o posición…
¿Usted
entiende? Yo no.
Buena
onda
Una onda es un
suceso que varía en el espacio a lo largo del tiempo.
*¿Podría decirse que el paso del tiempo es la
percepción de procesos que fluctúan o evolucionan? En un cuento de Bioy Casares
(El
perjurio de la nieve) el personaje, angustiado por un diagnóstico
médico que incumbe a su hija, logra detener el avance de los días al generar
una repetición exacta de cada hecho diario. El concepto está presente además en
La Invención de
Morel, donde el enamorado suplica se le permita habitar eternamente
junto a su amada, mediante un artilugio que, movido por las mareas, generará
infinitas repeticiones de su affaire.
Precisamente,
las olas del mar son ondas producidas por el movimiento vertical (arriba-abajo) de la
masa de agua; estas se propagan en ángulo recto a él (perpendicular a aquél); es
decir, la onda se desplaza o propaga sobre el plano superficial (horizontal) del
océano, mientras que la masa de agua fluctúa en un eje vertical.
Note que -el
agua en sí- solo es el medio por el cual la ola o la onda se traslada; si usted
se situara en un bote, la vería pasar por debajo del mismo sin arrastrarlo
mayormente; solo lo elevaría o lo hundiría con respecto a un nivel arbitrario:
el mar en reposo, siguiendo la cresta y el valle de dichas ondas.
El párrafo
anterior confunde, asimismo, cuando hablamos de luz, pues pronto los hombres (un hombre) comprendieron/dió
que las ondas de la luz, al contrario de todo lo conocido, no necesitan de un
medio para trasladarse (Einstein dijo que ese
hombre, James Clerck Maxwell, era el mayor genio de la historia humana). En
breve me extiendo sobre ello.
La
medida de todas las cosas
Cuando analizamos una onda en cuanto a su extensión se le dice, precisamente, longitud de onda, (se utiliza la letra griega lambda λ como símbolo). En el caso de la luz -las ondas visibles del espectro electro magnético -eem- se ha descubierto que son excepcionales y por eso se miden en nanometros o en Ängstrom (hace años se decidió adoptar el nanometro; a esa escala de lo diminuto me refiero. El Ängstrom es: 1Ä= 10 a la -10 metro, o 0,1 nm, es decir, una décima menor que el nanometro).
1 nm se lee Un nano-metro y corresponde a 0,000000001 metro. En física o matemática esto se abrevia como: 1nm = 1 x 10 a la -9 m .
A la cantidad de ondas en el tiempo o período unidad se le llama frecuencia. La frecuencia de una onda es la cantidad de ciclos o variaciones completas que entran en un lapso definido como unidad de tiempo del sistema en cuestión.
Las ondas electromagnéticas se expresan en ciclos/segundo y esta unidad es el Hertz: 1hz= 1 ciclo/s.
Se utiliza la letra griega nu υ para simbolizar la frecuencia de onda.
La longitud de
la onda será igual a la velocidad de la misma, divida por la frecuencia con que
varíe:
λ = v/ ν nu
La frecuencia será: velocidad sobre longitud de onda
ν nu = v / λ
λ = v/ ν nu
La frecuencia será: velocidad sobre longitud de onda
ν nu = v / λ
Por último, la
velocidad de la onda será:
v = ν nu. λ
(cuando hablamos del eem la velocidad se simboliza c, es decir: c = ν nu. λ)
v = ν nu. λ
(cuando hablamos del eem la velocidad se simboliza c, es decir: c = ν nu. λ)
*mi programa confunde los símbolos, y por eso los aclaro.
Se ha podido medir que la velocidad de toda onda
electromagnética en el vacío es de casi 300.000 km/seg , la mal llamada velocidad de la luz. Deberíamos decir: la
velocidad de las ondas electromagnéticas = c.
Desde antiguo se especulaba sobre la velocidad o
instantaneidad (sorry) de la luz. Los sabios griegos votaban por velocidades muy altas para ella y el bruto de siempre (Aristóteles) impuso su criterio: la luz es instantánea, escribió (he aquí prueba de lo dañino que puede ser un medio de difusión, Aris impuso su mal criterio tan solo porque escribía bien, porque estaba relacionado con el poder y porque se lo enseñaba en todos lados). Galileo, Descartes y todo el grupo del 17 intentaron su medida. Roemer,
en 1676, lo hizo con el método propuesto por René (de los eclipses) –solo que
este no disponía aún de ocultaciones (o tránsitos) lo suficiente lejanas, ni de
lentes lo suficiente pulidas, pues el astro usado fue Io, y no la luna o el
sol, como propusiera el francés.
Midió Ole Roemer los periodos del tránsito del satélite de Júpiter, un
día equis, y luego 6 meses después, cuando la distancia Tierra-Júpiter había
variado en casi 2 UA (unidades astronómicas), por encontrarse nuestra casa del
otro lado de su órbita (en realidad lo medía día por día y ya había obtenido variaciones sobre la órbita, variaciones que solo podían atribuirse a la velocidad de la luz, pues los cálculos orbitales, entonces como ahora, ya estaban cimentados). Logró Cristian Huyggens, en base a observaciones de
este y de don Cassini, la apabulladora cifra de 220.000 km/seg para esa mentada velocidad, y hay que decir en
su defensa que en ese entonces se estimaba a la UA en 140.000.000 de kilómetros.
Poco después, James Bradley, en 1728, intentando medir
la paralaje a las estrellas, determinó la velocidad de la luz en base a la
aberración lumínica, efecto producido por la composición de dos velocidades: de
la luz y de la Tierra.
Calculó su velocidad en 298.000.000 de km/seg.
En 1840 Hipólito Fizeau diseñó un ingenio para medir
la velocidad lumínica. Este consta de un foco, un prisma, un espejo y un
molinillo común y silvestre. La luz refractada por el prisma y reflejada en el
espejo, se verá obstruida por las paletas del molinillo a determinadas
velocidades de este. La no interrupción del haz, claro, será una función de la
velocidad de la luz y de la distancia a la cual se colocará el espejo. Fizeau y
luego Foucault determinaron que ella era de los entonces consabidos 298.000
km/seg.
Les dejo una toma de mi amigo Aldo Mottino sobre un tránsito
de Io y sigo con esta nota en pocos días.
El tránsito puede verse en ese punto de sombra sobre el disco planetario. La sombra antecede al tránsito de Io solo para nuestra visual (estamos a un lado del evento) pero ella no miente: Sol, Io y Júpiter forman una recta en el cielo.
El tránsito puede verse en ese punto de sombra sobre el disco planetario. La sombra antecede al tránsito de Io solo para nuestra visual (estamos a un lado del evento) pero ella no miente: Sol, Io y Júpiter forman una recta en el cielo.
toma de Aldo Mottino, Rosario.
Gracias Aldo Mottino por la toma, publicada en el foro de astronomía de Fernando Moretti, Astropeumayen:
http://www.astropeumayen.com.ar/
http://www.astropeumayen.com.ar/foro/viewtopic.php?f=20&t=1736
y gracias Aldo Kleinman por el juego que propusiste en el foro de astronomía Surastronomico: http://www.surastronomico.com./.
Feliz fin de año, no tiren cuetes por favor.
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