Astronomía y escuela,
Chivilcoy 2016.
Astronomía y Escuela, Chivilcoy 2016
Durante
los días 28, 29 y 30 de abril se desarrolló en Chivilcoy las III° Jornadas de
Educación en Astronomía, organizadas por el profesor Armando Zandanel. Diversos
profesionales y entusiastas de la astronomía y las ciencias contribuyeron con
sus experiencias, charlas y talleres, los cuales fueron ofrecidos, a alumnos y
maestros, en doce escuelas -primarias y secundarias-, en el centro
universitario CUCh y en el parque temático astronómico Cielos del Sur. Hubo por
supuesto observaciones del Sol y de estrellas y planetas.
En lo personal ofrecí 5 charlas,
dos a sextos grados y tres a cuartos años de dos escuelas secundarias
(Meridiana y Sol a Mente); complementé con tres jornadas observacionales, una
del cielo nocturno y dos del querido cielo diurno, con foco en su ojo mayor.
Meridiana es una charla que parte
de un supuesto sapiens que anda en medio de su sabana, en busca de alimento y
guarida, y termina con la organización social horaria actual; la charla busca
el origen y utilidad de conceptos geográficos, físicos y geométricos; estos
últimos, astronómicos y tradicionales, es decir, euclídeos.
La charla Sol a Mente solo habla
del Astro, de su naturaleza y estructura, del origen de la portentosa energía
que radia. A su vez, explica el modo en que masa y energía interaccionan en el
Cosmos, cómo vemos, cómo aprovechamos o sufrimos las diversas radiaciones. Termina
esta charla con el origen supuesto y los posibles desenlaces de esas estructuras
que llamamos estrellas.
Ambas charlas, en sus cinco
puestas, han resultado entretenidas para mí y creo que para los alumnos y
docentes que participaron. A modo de ejemplo digo que en uno de los colegios la
actividad -prevista para 45 minutos- duró 2 horas (tanto repreguntaban y avanzábamos
en las dramatizaciones de lo que sucede allá y acá, con los fotones) y, durante
los recreos, los chicos, lejos de irse, recibían la compañía de los otros
alumnos, los que tenían sus clases tradicionales y aprovechaban el momento de
distracción en pispiar aquello que nosotros charlábamos.
Conocí en estas Jornadas gente de
extremo valor, me encontré con amigos y amigas del cielo y tuve el mayor premio
que un divulgador puede llegar a alcanzar, desde mi particular punto de vista,
que a veces dista del tradicional supuesto, como bien sabe quién me conozca o
lea desde algún tiempo atrás.
Por supuesto, mi gratitud a Armando Zandanel por confiar en este modo de hacer astronomía o ciencia en la escuela, y a los profesionales por
tolerar que nuestros nombres figuren en una misma hoja.
Hasta la próxima.
Sergio Galarza.
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